Aleix Espargaró brilla como nunca en casa y se lleva ‘pole’ y ‘sprint’ en el GP de Catalunya
El piloto de Granollers firma un sábado redondo en Montmeló después de anunciar su retirada a final de temporada
El amor incondicional de Aleix Espargaró por el motociclismo de competición arrancó en este mismo escenario cuando tenía 11 años. Soñaba como cualquier otro niño sobre dos ruedas en alcanzar la gloria, y nunca se rindió en su larga persecución del éxito. Más de dos décadas después, justo después de anunciar su retirada a final de temporada, cuando ya tendrá 35 años, brilló como nunca en casa. Es el eslogan impreso en su casco cromado edición limitada, para que le vean desde su Granollers natal, a escasos kilómetros del Circuit de Barcelona-Catalunya, mientras cierra un fin de semana redondo en el GP de Catalunya con pole de récord y espectacular victoria al sprint tras una carrera loca este sábado.
Las caídas en cabeza, primero de Raúl Fernández, luego de Brad Binder y finalmente del campeón Pecco Bagnaia, en la última vuelta, entregaron en bandeja un triunfo que se le complicó al catalán tras una mala salida que le situó en quinta posición y le obligó a remontar y apretar los dientes, esperando un regalo que llegó de forma milagrosa. Con el asfalto delicado, el agarre al límite todo el fin de semana, Espargaró supo mantener la cabeza fría y tirar de veteranía, la mayor en el campeonato con 20 años de carreras a sus espaldas y más de 300 grandes premios disputados. En el podio le acompañaron Marc Márquez, tras otra remontada tremenda, del 14º al segundo puesto, y el cumpleañero Pedro Acosta, que fue de más a menos tras soplar 20 velas en la tarta.
No era el regalo que quería el murciano, inconformista tras su tercera plaza, pero sí la ofrenda que el Circuit le tenía reservada a Aleix, impresionante en el ocaso de su trayectoria. “Estos dos últimos días han sido como un cuento de hadas, pero la carrera ha sido muy complicada”, celebraba Il Capitano de Aprilia. “Este pastel tendrá un montón de guindas. Ahora que se ha quitado toda la presión de encima, no tiene nada que perder”, apuntaba su padre, Genís, al micrófono de DAZN. Espargaró, que anunció su adiós el jueves, lideró los entrenamientos el viernes y luego firmó el récord de la pista en la cronometrada. “La mejor vuelta de mi vida”, afirmó. Y ha dado unas cuántas. El piloto de la fábrica de Noale reconoció que haber definido su futuro junto a su familia le ha quitado un peso de encima. “Estoy jubilado, ya no tengo presión”, bromeaba.
Montmeló brindó una ‘sprint’ espectacular, con varios giros inesperados de guion. El ritmo espectacular de Fernández, que quizás se creció demasiado al verse más cerca que nunca de su primer triunfo en la categoría reina, después de tres años peleando en la cola de la parrilla, le llevó de la gloria a la grava en un par de vueltas. En la tercera dio dos hachazos para zamparse a Bagnaia y Acosta, pero en la quinta perdió el tren delantero en la décima curva, lamentándose amargamente en la grava.
Esa caída delante animó a Binder, de KTM, a la hora de arrancarle las pegatinas al novato. Menos todavía le duró la alegría, al terminar por los suelos en el sexto giro. El mando recayó entonces en el número uno de Ducati, que impuso el ritmo justo para escaparse por delante y parecía destinado al triunfo hasta que se dejó la victoria, como el sudafricano, en la quinta curva del trazado.
El resbalón de Bagnaia sitúa a Márquez en segunda plaza del Mundial, seguido de Bastianini, que finalizó quinto. Los tres aspirantes al asiento más codiciado de la parrilla copan ahora la clasificación. Jorge Martín, líder a pesar de una cuarta plaza que le supo a poco, mantiene su ventaja al frente de la tabla después de un sábado que premió a quienes encontraron el punto justo sin sobrepasar el límite. La veteranía de Espargaró y Márquez se dejó notar, y Acosta volvió a demostrar que a pesar de su juventud actúa como perro viejo en el Mundial.
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