Bronce y reconciliación de la natación artística de España

Las españolas vuelven al podio con un bronce el día que Ana Tarrés conduce a China a su primer oro y Andrea Fuentes dirige a Estados Unidos a la plata

El equipo español de natación artística, con el bronce durante la entrega de medallas.Albert García

Los Juegos de París reconciliaron a la natación artística española. Después de más de una década de desgarro, se produjo una suerte de comunión general en el podio festivo del Centro Acuático de Saint Denis. En lo alto, China, que alcanzó el primer oro olímpico de su historia de la mano de Ana Tarrés, la entrenadora que estableció las bases de este deporte en España; en el puesto de la plata Estados Unidos, dirigido por la española Andrea Fuentes hacia su primera medalla en dos décadas; y en el escalón del bronce España con un grupo de nadadoras que comenzaron a practicar sincronizada porque cuando eran muy niñas vieron a Andrea Fuentes ganar cuatro medallas entre 2008 y 2012.

“¡Esta es la mejor entrenadora del mundo!”, gritó Andrea Fuentes a las cámaras que la grababan mientras abrazaba a Ana Tarrés, la maestra de la que aprendió a nadar y a entrenar, fulminada por la federación en 2012 tras una serie de acusaciones anónimas de maltrato que el CSD dio por válidas pero el Tribunal Supremo no contempló cuando declaró el despido improcedente. Con Rusia, la potencia hegemónica desde 2004, sancionada por la invasión de Ucrania, el concurso discurrió hacia un desenlace nuevo. No hubo perdedores en la piscina al término del programa de acrobacias que completó la final por equipos. España quedó cuarta en la prueba específica de saltos pero lo compensó con su excelente puntuación en las rutinas libre y técnica disputadas el lunes y el martes, a pesar de haber sufrido una penalización. Total, China 996 puntos; Estados Unidos 914; y España 900.

Mayu Fujiki, la japonesa que se enamoró de la sincro en los Juegos de Los Ángeles en 1984 y que después de competir en su equipo nacional se sumó al grupo de ayudantes de Ana Tarrés, hace dos décadas, completó la tarea de reconstruir al equipo tras la retirada de Ona Carbonell. En París armó sin apenas tiempo un programa de acrobacias competitivo, el punto débil de las españolas, y para vadear la amenaza de los base marks, producto del nuevo reglamento, ideó una estrategia de alto riesgo. “Fue un plan muy pensado para estos tres días”, dijo la entrenadora. “Nos preparamos para tres escenarios diferentes. Decidimos poner la dificultad máxima en nuestras figuras para que incluso si nos daban base mark y nos penalizaban con puntos bajáramos del ránking lo menos posible”. Gracias a su audacia, Fujiki dejó fuera del podio a su país de origen: Japón quedó quinta tras Francia.

Mayu Fujiki no ocultó su emoción al reencontrarse con Andrea Fuentes y Ana Tarrés en la lucha. “He trabajado ocho años en la piscina cada día con Andrea”, dijo. “Competimos juntas en los Juegos de Atenas y Pekín. No podía sentir que éramos tres equipos diferentes. Yo he sido seleccionadora de China y Estados Unidos y conozco a gente en los dos equipos. Fue un momento muy especial. Ana me dijo: ‘Gracias, es muy importante para la natación artística de España, para que las chicas empiecen a nadar en nuestros clubes’. Yo le he respondido que una parte de este bronce es suyo porque yo aprendí de ella como nadadora y como técnica”.

La nadadora del Canoe, Blanca Toledano, tenía 11 años cuando vio a España ganar su última medalla en los Juegos de Londres: plata por delante de China y or detrás de Rusia en 2012. “Recuerdo estar delante de la pantalla y decir, ‘¡ojalá llegara este momento! Y ahora pensar: ‘¡Lo estoy viviendo yo!”. Blanca evocó la época mítica, un momento fundacional que tuvo en Ana Tarrés y Andrea Fuentes a sus máximas responsables hasta que más tarde, tras los Juegos de 2008, se unió Ona Carbonell. “¡En los tres equipos del podio había algo de España!”, dijo Blanca. “Lo guay de este ambiente es que nos llevamos muy bien entre todos los equipos. Es muy bonito vivir este ambiente. Somos como una familia”.

La nadadora del dúo español Iris Tió, que surgió en el Club Kallipolis, cuya responsable de sincronizada es Ana Tarrés, “Estamos supercontentas de que haya sincro española por todo el mundo. Eso significa que somos una gran potencia. Al final nos apoyamos unas con otras. Ana me entrenó cuando yo Con Andrea hay muy buen feeling. Me alegro mucho por ella y por su equipo”.

Ana Tarrés acabó la jornada llorando sin parar. “La medalla de Estados Unidos es histórica como la nuestra de China”, dijo la catalana, que vive entre Barcelona y Pekín desde enero de 2023. “Para Andrea no ha sido nada fácil. Lo bonito es ver cómo una de tus nadadoras está siguiendo tus pasos, te llama y te dice ‘Ana necesito un favor, ¿tú qué harías ahora? Tengo que cambiar la dificultad de la rutina….’. El que aun te llame para pedirte consejo y que le salga bien, después de hacer una apuesta, ¡es lo más!”.

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