Alcaraz supera a Griekspoor y este martes vuelve el dobles con Nadal

El murciano se impone por 6-1 y 7-6 en el cuadro individual; la pareja española encara al dúo holandés

Alcaraz, ante Griekspoor.FRANCK ROBICHON (EFE)

Los nervios han desaparecido. Carlos Alcaraz era un flan en su estreno junto a Rafa Nadal en los dobles. Jugar hombro con hombro junto al mito, en la tierra de Roland Garros y en unos Juegos componía una postal que le costó asimilar. Los fallos se sucedían en aquella cita, y no recordó al campeón de Roland Garros y Wimbledon hasta que calmó la mente y soltó el brazo. La victoria fue una liberación, más que un festejo, y este martes a la pareja española le espera la segunda ronda frente a los holandeses Griekspoor y Koolhofl (hacia las 16.00; sobre las 15.00 competirán Granollers y Carreño frente a los australianos Ebden y Peers). Antes, el murciano solventa la segunda parada individual, precisamente ante Griekspoor, por 6-1 y 7-6(3). Es un maratón en París.

Alcaraz luce una derecha que es demoledora por su potencia y precisión. El joven tiene tal confianza en su armamento que descarga cada pelotazo como si fuera el último. Así mueve a su rival y le rompe el saque en la primera oportunidad, pero también se precipita en ocasiones por cerrar pronto el intercambio en lugar de masticar el punto y que la fruta caiga por madura. Cuando espera su momento y sabe cuándo atacar, hay poco antídoto. Griekspoor encaja como puede la avalancha del tenista murciano, que sale en estampida y se apunta el primer set por 6-1.

Las fuerzas se igualan en la segunda manga. Alcaraz ya no mantiene el tren a tantas revoluciones y Griekspoor se mete en la batalla de pelotazos. El holandés defiende el servicio sin grandes sudores y estira la resistencia hasta el final. Con 5-4 en contra, Alcaraz pide una pausa para acudir al vestuario. Falla más de lo acostumbrado, su bola golpea la red, y salva una bola de set. Aprieta el puño, levanta el brazo, reclama el aliento de la Chatrier. Se atreve con una dejada marca de la casa, encaja un cruzado, firma dos aces. El duelo desemboca en el tie-break, territorio de las mentes más poderosas, y ahí Alcaraz dicta su ley, mucho más incisivo, confiado en que la victoria era suya. Ya le espera Nadal para el dobles.

Entre el resto de la tropa española, Cristina Bucsa cayó ante la canadiense Leylah Fernández por 7-6 y 6-3, aunque luego se resarció al apuntarse la victoria en dobles junto a Sara Sorribes: 6-1 y 6-2 a las italianas Bronzetti y Cocciaretto.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir la newsletter diaria de los Juegos Olímpicos de París.

Sobre la firma

Más información

Archivado En