Nneka Ogwumike, apátrida por tener doble nacionalidad
La jugadora de baloncesto, estadounidense y nigeriana, no podrá competir en Tokio con el país africano junto a sus hermanas por la restricción de la FIBA
La convocatoria de la selección femenina de baloncesto de Nigeria para los Juegos se convirtió hace unos días en una cuestión más diplomática que deportiva. Tres de las cuatro hermanas Ogwumike, Nneka (31 años), Chiney (29) y Erica (23), optaban a representar al país natal de sus padres en Tokio, pero la primogénita de la familia no podrá hacerlo después de que el ...
La convocatoria de la selección femenina de baloncesto de Nigeria para los Juegos se convirtió hace unos días en una cuestión más diplomática que deportiva. Tres de las cuatro hermanas Ogwumike, Nneka (31 años), Chiney (29) y Erica (23), optaban a representar al país natal de sus padres en Tokio, pero la primogénita de la familia no podrá hacerlo después de que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) rechazara ayer su apelación contra la resolución de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA). Paradójicamente, tener la doble nacionalidad nigeriana y estadounidense la ha convertido en una apátrida, sin posibilidad de cumplir el sueño olímpico pese a contar con el consentimiento de la federación estadounidense para hacerlo. Su compañera Elizabeth Williams, en la misma situación, se queda igualmente fuera de la convocatoria. Chiney y Erica, en cambio, sí estarán porque sus casos tienen distinta catalogación que el de su hermana mayor.
La normativa de la FIBA recoge que todo jugador que superados los 17 años haya competido con un país, no puede hacerlo con otro en ningún torneo oficial de ámbito internacional. Circunstancia que limita a Nneka Ogwumike, que compitió con Estados Unidos en la Copa del Mundo de 2018, torneo en el que además derrotó a Nigeria en cuartos de final camino de la medalla de oro. Sin embargo, las propias regulaciones de la FIBA señalan que la organización se reserva la capacidad de autorizar a los jugadores a competir por el equipo nacional de su país de origen “si es de interés para el crecimiento del baloncesto en ese país”. Además de la estrategia general de “empoderar a las federaciones nacionales, promover a las mujeres en el baloncesto y ampliar la familia FIBA”. El seleccionador de Nigeria, el estadounidense Otis Hughley Jr., apeló a esa excepción para solicitar el permiso olímpico para Nneka y Williams. “Permítanles la oportunidad de ayudar al crecimiento de este deporte”, dijo Hughley ante los medios, en un alegato en el que explicó el significado que tendría para Nigeria y para toda África la consecución de una medalla olímpica, algo que ninguna nación africana ha logrado en baloncesto. “El continente entero se volvería loco por el baloncesto. Ustedes no tienen idea de cuántas vidas se verían impactadas y transformadas a lo largo de los siglos”, señaló Hugley.
Nneka y Chiney Ogwumike son dos hermanas históricas en la liga de baloncesto femenina de EE UU WNBA y en el deporte estadounidense en general. Ambas, jugadoras de Los Ángeles Sparks y embajadoras de UNICEF en Nigeria, fueron seleccionadas como números 1 del draft de la WNBA, Nneka en el 2012 y Chiney en el 2014. Un logro que solo ha tenido réplica en la Liga Nacional de Fútbol estadounidense (NFL) con los hermanos Peyton y Eli Maning. Ahora sus caminos se verán separados en Tokio en busca de una medalla olímpica. La menor, Erica, no tenía ningún impedimento por no haber jugado nunca con EE UU. Mientras que Nneka, Chiney y Williams acudieron al Tribunal de Arbitraje Deportivo para ser consideradas ciudadanas nigerianas de pleno derecho como hijas de padres nigerianos, no ciudadanas “naturalizadas”, puesto que cada país solo puede incluir un naturalizado en su lista para los Juegos. Chiney recibió la condición de naturalizada, pero no la ciudadanía nigeriana plena que hubiera liberado esa plaza. Nneka y Williams no obtuvieron el permiso para competir.
“Son nigerianas”, rezaba el alegato presentado ante el TAS. “Tienen familiares y amigos en Nigeria. Sus padres son nigerianos. Se sienten tan en casa en Nigeria como cuando están en EE UU y serían un activo incalculable para el equipo de Nigeria, y ayudarían a hacer crecer el deporte y el baloncesto en Nigeria en los próximos años “. Mientras que el seleccionador, Hughley, expresó su preocupación por que el mayor condicionante en las negaciones fuera la preocupación de otros países por impedir que el equipo nigeriano se fortalezca y sea candidato a medalla. “Esto no altera la integridad de la competición, sino que fomenta el deporte”, añadió.
Los progenitores de las hermanas Ogwumike, Peter e Ify, nacieron apenas a 100 kilómetros el uno del otro, en Nigeria, pero se conocieron años después, en Colorado (EE UU), donde emigraron en busca de un futuro mejor. Allí se casaron y posteriormente se establecieron en Houston. La pareja tuvo cuatro hijas: Nneka, Chiney, Erica y Olivia, todas apasionadas del deporte: todas crecieron jugando al baloncesto, al voleibol y al fútbol y practicando gimnasia. La hermana mayor, Nneka, siempre fue abriendo camino y marcando hitos. Se graduó en Psicología por la Universidad de Stanford, emigró para jugar en Polonia, Rusia y China, y ganó la WNBA en 2016. Ahora es la presidenta del sindicato de jugadoras de la liga estadounidense, cargo desde el que lideró las negociaciones que culminaron en la firma de un histórico convenio colectivo, en enero de 2020. El pasado verano tuvo un papel central en las movilizaciones del movimiento contra la violencia policial contra los afroamericanos Black Lives Matter y en la búsqueda de garantías para reanudar la temporada durante la pandemia. “Cualquiera que sea la misión que desempeñen terminarán en la cima sus carreras. Van a ser personalidades transformadoras”, dijo la exsecretaria de Estado estadounidense Condoleezza Rice a The Times cuando conoció a Nneka y Chiney en una audiencia en la Casa Blanca. Esta vez, el sueño olímpico de la emprendedora Nneka se ha topado con la normativa inamovible de la FIBA. Su país de nacimiento no la convocó esta vez, pero la liberó para jugar con su país de origen, el de sus padres, aunque la resolución del TAS respaldó la norma de la FIBA y las Ogwumike no podrán estar juntas con Nigeria en Tokio.
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