El Girona enfría la fiesta del Betis

No pudo el Betis con el Girona. Tampoco perdió. Fue un partido agridulce para los béticos. También para el conjunto catalán. El empate a uno apenas sirve a los intereses deportivos de ambos. El punto aleja al Betis de la Champions, pero también pudo perder cuando con uno menos por la expulsión de Antony Asprilla falló bajo palos ante Valles en el último minuto. La roja a su estrella es dolorosa. Llegó en el minuto 88 y le privará de jugar el derbi de la próxima semana ante el Sevilla. No fue el día del brasileño, demasiado ansioso después de fallar un gol claro a los tres minutos. El VAR activó a Iosu Galech para que le mostrara la roja después de golpear en la cara a Roca.

Sí fue el día del regreso de Isco después de su lesión. Anunciada su renovación antes del choque, el malagueño salió en el minuto 60 y ofreció detalles de su gran calidad. Es una gran noticia para el fútbol su regreso. Insuficiente, en todo caso, para ganarle a un Girona que pudo sacar más tajada de La Cartuja. Su primera media hora fue muy buena y todavía tuvo esa última ocasión de Asprilla para ganar. Apenas pasó por peligro en el segundo acto, defendiendo bien su 0-1, pero se venció a balón parado en un saque de esquina que remató muy bien Valentín.

Con tantas bajas, el Girona dio la cara y, por momentos, tocó muy bien el balón. Le faltó, eso sí, más contundencia en las áreas. No obstante, llegó al choque en puestos de descenso y el punto sí tiene más valor para ellos que para el Betis. Ha mejorado y no es el equipo facilón de principios de temporada.

Todos los entrenadores con experiencia, incluido Manuel Pellegrini, por supuesto, suelen temer los partidos de sus equipos después de los parones por partidos de selecciones. Suele existir una desconexión, que los rivales suelen aprovechar. Lo hizo el Girona, con un inicio entusiasta ante un Betis relajado, ensimismado en el festejo de la renovación de Isco, hecha pública antes del choque. En medio de la fiesta surgió un Girona de muy buen toque de balón, con dos futbolistas por encima del resto ante el estupor andaluz. Bryan Gil y el marroquí Ounahi desarbolaron a los béticos en un inicio trepidante. Valentín salvó el gol catalán al minuto de juego y luego Antony falló con todo a favor. El que salió victorioso del intercambio fue Vanat, quien remató en la boca de gol un gran pase de Bryan. La pared con Ounahi fue deliciosa.

La Cartuja se quedó muda. El estupendo Betis de Pellegrini estaba siendo bailado por un equipo en zona de descenso. Espabiló el conjunto andaluz, también porque los catalanes no saben defender. Poco a poco, el Betis se fue haciendo con el mando del balón, llegando cada vez más al área del Girona. Eso sí, los verdiblancos tampoco gozaron de ocasiones claras para empatar. Sus buenas combinaciones, que las hubo, morían en disparos de poca mordiente desde fuera del área muy bien resueltos por Gazzaniga. El Girona aguaba la fiesta del Betis con aparente facilidad con el 0-1 al descanso. Pellegrini actuó con contundencia y metió a Amrabat, Abde y Aitor de una tacada. El dominio del Betis se intensificó.

Llegaron numerosos remates sobre el área de Gazzaniga, aunque ninguno llevaba veneno. Entró Isco y el campo se vino abajo. El equipo andaluz lo intentó de todas formas y no desesperó. Encontró el empate en el minuto 75, en un gran remate de Valentín. La roja a Antony en el minuto 88 dinamitó cualquier posibilidad de remontada andaluza. Tocaba remar y resguardar el punto, que estuvo cerca de volar en la jugada en la que Asprilla erró con todo a favor. Se salvó el Betis y rumió sus penas el Girona, incapaz de aprovechar su superioridad en el tramo final. El Betis no estuvo brillante, algo atascado, sin finura ni fútbol. Eso sí, remató hasta en 23 ocasiones en un empeño poco fructífero. Ahora le toca el derbi, sin Antony, pero con Isco.