Joan Laporta sobre la salida de Messi del Barcelona: “Tal y como fue todo, no me arrepiento”
El presidente del club azulgrana reconoce que no sabía de la visita del 10 al Camp Nou y marca distancias con el argentino: “El Barça está por encima de todos y de todo”
Los socios del Barcelona volverán a votar el próximo año. Aún no hay fecha agendada, pero Joan Laporta ya parece estar en campaña, aunque se haga el distraído: “Ahora no pienso en las elecciones, justo ha empezado la temporada y estamos en el fragor de la batalla. Las convocaremos cuando más le convengan al Barça, sobre todo al equipo. Ahora tengo ganas de vivir las cosas con intensidad. He tenido una vida de rock&roll”, subrayó en una entrevista en Catalunya Ràdio en la que se mostró frío con Messi y cálido con Lamine Yamal; tan distante con Florentino Pérez, como cerca de la Federación.
Y, para que no quedaran dudas, mandó un mensaje a los socios: “Mientras yo sea presidente, el Barça seguirá siendo propiedad de sus socios”.
No escapó Laporta de la visita por sorpresa de Messi al Camp Nou y del mensaje enviado con aquel “despedirme como jugador, como nunca pude hacerlo...“. “Tal y como fue todo, no me arrepiento”, justificó el presidente la traumática salida del 10 en agosto de 2021, pocos meses después de haber ganado las elecciones en marzo. El segundo mandato de Laporta en el Barcelona se había fraguado a través de Messi. El capitán había terminado quemado con la junta de Josep Maria Bartomeu —hasta forzó su salida del club en el verano de 2020 cuando envió el famoso burofax—, y la candidatura de Laporta le devolvía cierta esperanza.
Esa esperanza el abogado catalán la capitalizó: en plena campaña abrazó un maniquí con la camiseta del 10 y aseguró que su continuidad la resolvería “en un asado”. Messi, por su parte, se presentó por primera vez a unos comicios. No dijo a quién votó, pero no hizo falta. Hasta ahí, todo era el cariño de siempre entre Laporta y el argentino.
El problema fue que Messi se sintió traicionado: a dos días de firmar una renovación que ya estaba pactada, Laporta llamó a Jorge Messi, padre y representante del jugador, para asegurarle que no sería posible. “No fue como todos queríamos; las cosas fueron como fueron. Y, tal y como fue todo, no me arrepiento”, se limitó a reiterar el presidente. No era la primera vez que hablaba del 10 desde su marcha en el verano de 2021, pero sí fue la primera en la que se mostró tan contundente. Como si su capacidad política y su habilidad para anticiparse a lo que vendrá le permitieran visualizar que las elecciones podrían convertirse en un Laporta contra Messi, como en el pasado hubo un Núñez versus Cruyff.
“El Barça está por encima de todos y de todo. Si de alguna manera el homenaje puede servir para rehacer lo que no se hizo como se debía hacer, sería bueno. Hacer especulaciones sobre una posible vuelta como jugador no corresponde”, explicó.
Un nuevo juego político comenzó el domingo por la noche, cuando Messi se coló en el Camp Nou, para luego desafiar públicamente a Laporta el lunes por la mañana: “Anoche volví a un lugar que extraño con el alma. Un lugar donde fui inmensamente feliz, donde ustedes me hicieron sentir mil veces la persona más feliz del mundo. Ojalá algún día pueda volver, y no solo para despedirme como jugador, como nunca pude hacerlo…”, escribió el argentino en su Instagram.
“No sabía que vendría, pero el Spotify Camp Nou es su casa”, replicó Laporta. Y añadió: “Cuando me explicaron cómo fue, creo que fue un arrebato simpático: acabó de cenar y le apeteció venir con unos amigos. Es de justicia que Leo tenga el homenaje más bonito del mundo. Cuando esté acabado, tendremos una capacidad de 105.000 aficionados, así que nos gustaría. Estamos trabajando para que se pueda ver el mejor fútbol del mundo y, en el marco del homenaje, ofrecerle el tributo que merece Leo”.
No se sabe todavía a qué aspira Messi en un futuro. Por ahora, lo único que dijo es que le gustaría volver a Barcelona. Las intenciones de Laporta, en cambio, están muy claras. Y para volver a ganar en los comicios, es mejor estar distanciado del Real Madrid. “No se puede producir el divorcio porque nunca hemos estado casados. Las relaciones no son buenas porque se personaron en el caso Negreira. Se ha dicho que el Madrid puso obstáculos al partido de Miami; no lo hablamos. Nosotros estábamos dispuestos a hacerlo porque era algo bueno para promocionar LaLiga y al Barça. Jugaremos en el estadio de La Cerámica y ojalá nos vaya bien”, expuso Laporta.
Ahora se muestra más cercano con la Federación, y eso que en las últimas tres convocatorias de la selección se abrió fuego cruzado entre el Barça y la Roja, siempre con Lamine como protagonista. “No queremos polémicas”, subrayó Laporta. “El Barça quiere tenerlo en las mejores condiciones y a disposición. Se ha producido así, y ha coincidido con el partido de la selección, pero la selección ya lo tiene bastante bien encaminado [en referencia a la clasificación de España para el Mundial 2026]”.
Lamine empieza a cautivar al barcelonismo en el campo, mientras Messi comienza a tantear la política en Barcelona. Y ese es el terreno de Laporta.