El Barcelona vuelve con júbilo al Camp Nou para un entrenamiento: “La espera ha merecido la pena”
Las puertas del estadio azulgrana se abren por primera vez en dos años y medio a 21.795 personas para ver trabajar al equipo en un ensayo de lo que será el regreso de la competición al campo
Entre los muros del nuevo —y aún a medias— Spotify Camp Nou, los sentimientos eran compartidos: emoción, nostalgia e ilusión. Después de 894 días del último partido del FC Barcelona en su estadio el 28 de mayo de 2023 ante el Mallorca, el Camp Nou abrió sus puertas a un total de 21.795 personas en un entrenamiento del primer equipo masculino. Un ensayo general —que terminó sin incidencias— para el club, un reencuentro para los aficionados y jugadores, una primera vez para muchos de ellos. Con las grúas de fondo, y con las dilatadas fechas de regreso anunciadas por el club en el olvido, la afición vivió el entrenamiento como un partido. Volvió a rodar el balón por el césped que fue de Messi y ahora pisa Lamine Yamal, se volvió a respirar fútbol y el nuevo Camp Nou volvió a latir como antes.
Antes de las nueve y media —hora de apertura— el público se apresuraba a hacer cola, impaciente, en los diferentes accesos al estadio, tras pagar entre cinco y diez euros por la entrada para estar entre los 23.000 asientos previstos entre el Gol Sur y la Tribuna de la primera y segunda gradería, renovadas, y con una mejora en la inclinación para mejorar la visión. Socios y no socios, familias, grupos de jóvenes y personas mayores. Perfiles más familiares, variopintos una mañana de un viernes más: algunos se pidieron fiesta; otros confiesan saltarse las clases. En las puertas, fotografías con el Camp Nou detrás y las grúas como fondo de la imagen levantando la tercera gradería, cada vez más vestida de hormigón entre la estructura metálica. Y mucha intriga y nervios.
“Al entrar me han empezado a temblar las piernas”, asegura Jaume Esterich con un hilo de voz. Socio culé gran parte de su vida —62 de sus 64 años— y con asiento, estuvo presente en el último partido del Camp Nou ante el Mallorca. Mientras, ha ido a todos los partidos del exilio en Montjuïc. Antes de llegar a su asiento, se emociona, al borde del llanto: “Teníamos muchas ganas de volver. La espera se ha hecho larga”.
Un discurso repetido en el resto del público, sin importar las generaciones o lugares de procedencia. “Tiene la misma cara, sentimiento, pero es más moderno”, comparte Jesús Larios, de 42 años, acompañado de su mujer y sus hijos de ocho e hija de once. Se han pedido fiesta en sus respectivos trabajos para acompañar los más pequeños, que sonríen tímidos: “Si no es por ellos, no estaríamos aquí”. Seguidores azulgranas de toda la vida, también han asistido a algún partido en Montjuïc, “pero no es lo mismo”: “Es un día de entreno, y ya hay más sensación de partido”. De la larga espera solo se quedan con la emoción. “Quizás se han precipitado en ponerle fecha de vuelta. Pero mejor esperar que tener una chapuza”, puntualiza.
Núria Llardés y Ernest Pinós, de 22 y 23 años, han venido desde Lleida en moto, enfundados en sus camisetas. “La espera ha valido la pena”, comparten ambos, que desean que este entrenamiento abierto de ánimos al equipo a nivel deportivo. Eso sí, tienen una reivindicación: “Es necesario que vuelva ya la grada de animación”. El futuro espacio para la animación, en el Gol Sud y con asientos rail seats —se pueden bloquear en vertical para ver los asientos de pie—, recibirá el nombre de Gol 1957. “Intentaremos que sea una grada joven. Lo que no queremos son comportamientos violentos. Este espacio estará organizado por el club”, aseguró Laporta.
“Estamos muy emocionados, nunca había venido a ver al Barça”, explica sonriente Valeria mientras sostiene dos carteles para Fermín y Lamine. Tiene 12 años, y hoy se ha saltado el colegio —también un examen— para cumplir lo que para ella es un sueño. La acompaña su padre, Antonio Jiménez, que recuerda que la tradición culé viene de familia, desde su abuelo en Jaén. Se quejan del precio de las entradas, motivo por el que no habían visitado antes el estadio. “Estoy esperando que lo inauguren del todo para venir con ella”, confiesa Antonio. “Esto es historia: le podrás contar a tus nietos que estuviste el día que se abrió el nuevo Spotify Camp Nou”, le dice a Valeria.
Padre e hija entraron al Gol Sur, donde los aficionados celebraban las paradas de sus porteros, sobre todo Joan García, en la recta final de su regreso. Entre aplausos y el himno del Barça, los futbolistas, lesionados incluidos, salieron del túnel de vestuarios, se dieron la vuelta y se quedaron plantados mirando al público, que aclamaba a Lamine Yamal. “Es una ilusión tremenda volver al Camp Nou. Está divino, muy lindo. Estaba emocionado, todo el mundo sabe lo que es este estadio, lo que impone. El público no defrauda. Y es una motivación para el equipo”, compartió Araujo a los medios oficiales del club.
El entrenamiento se vistió de partido, de ensayo general, con juego de luces, megafonía, marcador, y celebración del público de los goles incluida. También hubo espacio para la conexión con el público: al final de la sesión, los futbolistas se dedicaron a lanzar balones a la grada, que reclamaban más y más, y algunos se quedaron firmando a los aficionados. “Nos sentimos como en casa. El ambiente ha sido increíble. Todavía tengo el sueño de jugar aquí y espero que se cumpla pronto”, confesó Marc Casadó.
Según Laporta, que compareció en el Gol Sur tras la apertura parcial, el Barcelona podría volver a jugar un partido oficial el próximo 22 de noviembre contra el Athletic Club con capacidad para 45.000 personas “si no hay imponderables” y si reciben la licencia de primera ocupación para la fase 1B, que añade el lateral, la semana que viene. Con ella podrían jugar en Champions, pero el reglamento de la UEFA no permite cambiar de estadio a media liguilla. “Hemos iniciado gestiones para intentar jugar parte de la fase liga. Hay un buen diálogo con la UEFA”, compartió Laporta. El presidente se imaginó un homenaje a Messi con 105.000 personas, también una final de la Champions en el Camp Nou, y aseguró que el estadio “generará el triple de ingresos”.
Otra posible fecha de reapertura sería el 29 de noviembre ante el Alavés. Coincidiría con el 126 aniversario del club azulgrana, y también se cumpliría un año del primer plazo establecido. A pesar del retraso de las obras y del ruido alrededor de ellas, el aficionado vive con esperanza: ha dejado atrás la espera y las dudas, y abraza un futuro más cercano.