Pau López silencia a Puado para que el Betis se imponga al Espanyol

En un duelo sin pausa ni sentimentalismos, el Betis le borró el invicto al Espanyol en Cornellà y ya se cuela entre los cuatro mejores equipos de La Liga. Una victoria, en cualquier caso, que casi se viste de empate si no hubiera sido porque Pau López, criado en la cantera blanquiazul, detuvo el penalti de Puado en la última jugada. Mérito de Pau López, también de Cucho Hernández y Abde, que dejaron en nada la bonita diada de Pol Lozano.

A cambio de construir, sin ritmo en la circulación del balón —mérito de un Espanyol siempre intenso—, el Betis entendió que tenía que priorizar la velocidad antes que la paciencia. Y eso que, de entrada, Abde y Antony estaban apagados en Cornellà, alejados por la zaga blanquiazul del área de Dimitrievski. La versatilidad de los muchachos de Manuel Pellegrini tuvo premio en un campo duro, sobre todo ante un equipo igual de duro, como el de Manolo González.

No había ganado el Betis fuera de Sevilla, ni había perdido el Espanyol en Cornellà. Y parecía que este domingo no se rompería la racha. El cuadro blanquiazul salió a atorar al Betis. Nada nuevo en el modelo de juego del Espanyol, esta temporada reforzado en el estilo y en la plantilla, abrazado por una afición entusiasmada con los muchachos de Manolo González.

Y, por mucho que asustara el currículo del Betis de Pellegrini, el Espanyol no estaba dispuesto a recular. Incluso amagó con hacerle pagar el desgaste de competir en la Europa League, después de que, tras el gol de Pol Lozano, Puado acariciara el 2-0 antes del descanso.

Ocurrió, sin embargo, que cuando parecía agrandarse en ataque, el Espanyol se despistó en defensa. Dejó solo en el área al tipo al que más atención había que prestarle: Cucho Hernández. El delantero firmó de cabeza el empate, su cuarta diana consecutiva en La Liga. No se conformó el Betis. Hoy se siente un equipo de Europa; su presente está en la Europa League, pero su futuro lo quiere en la Champions. Pocas sociedades mejores en un Betis que no quiere conocer su techo que la de Fornals y Abde.

Faltaba en el Betis un protagonista más en Cornellà. Y era el que nadie esperaba, al menos para la hinchada del Espanyol. Cuando la aguja del reloj marcaba que ya no había tiempo para más (minuto 100), en un duelo entre canteranos blanquiazules, Pau López le detuvo el penalti a Puado. Extraña manera de celebrar del portero —se llevó las manos a las orejas—, en una ya habitual forma de entender el fútbol del Betis.