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Así vivió el Barcelona la noche del Balón de Oro: la rivalidad sana con Dembélé, hamburguesas y una fiesta cancelada

Lamine Yamal llegó a París con la expectativa de ganar y, aunque se marchó contento, Hansi Flick sugirió anular cualquier festejo en la capital francesa

Aitana, Lamine y Vicky López, entre los premiados en la gala del Balón de Oro.Foto: Benoit Tessier (REUTERS) | Vídeo: EPV

La Masia desafió al poder del PSG en la gala del Balón de Oro. Tres canteranos del Barcelona se marcharon del Théâtre du Châtelet con un premio: Lamine Yamal y Vicky López (Kopa, mejor sub-21); y Aitana, el Balón de Oro. Misma estadística para los parisinos: Luis Enrique (entrenador), PSG (equipo de la temporada) y Dembélé (Balón de Oro). Su marca se estira a cuatro si se suma a Donnarumma (por...

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La Masia desafió al poder del PSG en la gala del Balón de Oro. Tres canteranos del Barcelona se marcharon del Théâtre du Châtelet con un premio: Lamine Yamal y Vicky López (Kopa, mejor sub-21); y Aitana, el Balón de Oro. Misma estadística para los parisinos: Luis Enrique (entrenador), PSG (equipo de la temporada) y Dembélé (Balón de Oro). Su marca se estira a cuatro si se suma a Donnarumma (portero), hoy en el Manchester City. Se sorprendió Aitana al subirse a lo más alto del podio, mientras que Lamine y Dembélé se sentían ganadores hasta que Ronaldinho leyó el nombre del francés. France Football, al fin, celebró una gala con intriga, lejos de los tiempos en los que Lionel Messi llegaba a París con la sonrisa dibujada, consciente de que ya era el rey de la noche.

“Si tuviera que dar una tendencia, honestamente, no hubo competencia. Ousmane ganó con bastante claridad. Convenció ampliamente a nuestros jurados del Balón de Oro. Es un Balón de Oro que, a priori, tiene autoridad entre nuestros votantes”, subrayó Vincent Garcia, director de France Football, después de que Dembélé se coronara en su casa. Una fiesta que empezó en las calles de París y terminó en el Théâtre du Châtelet.

Dembélé llegó a la gala con el rostro apagado, como si alguien le hubiera advertido que el tema no iba de títulos, sino de clics, y el poder mediático de Lamine había pesado más que su Champions. No lo ayudó, según su entorno, la presencia de los ultras del PSG con bengalas ardiendo, mientras coreaban su nombre y recordaban quién era el rival de la noche: “Puta Barça, Puta Barça, Puta Barça”. Se tranquilizó cuando se juntó con su entorno y compañeros en el interior del teatro. “Le cambió la cara”, explican. La tranquilidad se fue transformando en sonrisa mientras transcurría la gala. Como si alguien en el corazón del teatro hubiese filtrado: “Ganas tú”.

Lamine también estaba convencido de que ganaba. De hecho, vistió a toda su familia de Dolce & Gabbana, al mismo tiempo que les pidió que evitaran los líos. Lo escucharon todos, menos su padre. “Creo que es el mayor... no voy a decir robo, sino daño moral a un ser humano. Tenemos que decir que aquí ha pasado algo muy raro. Creo que Lamine Yamal es el mejor jugador del mundo con mucha diferencia, con muchísima diferencia. No porque sea mi hijo, sino porque es el mejor jugador del mundo, creo que no hay rivales. El año que viene el Balón de Oro será español”, se quejó Mounir Nasroui.

A diferencia de su hijo, Nasroui no supo lidiar con la frustración. Nada más aterrizar en París, desde la delegación del Barcelona se le susurró a Lamine Yamal: “Ganas tú”. Una frase que ya le habían comentado la semana pasada: “Prepárate que puede haber una sorpresa en el final”, le aseguraron. La expectativa comenzó a inflarse en Lamine, que solo pensaba que llegaba a París para coronarse como el único jugador de la historia en ser galardonado con dos premios Kopa. “Tiene que ser un orgullo también si no gano, ¿no? Tengo 18 años”, replicaba. Pero, como desde el club le insistían que podía llevarse también el premio, Lamine se presentó en la alfombra roja feliz, tan convencido de su victoria que hasta tenía preparada una fiesta en la capital francesa.

Una fiesta, en cualquier caso, que seguía vigente tras perder con Dembélé. “Lamine estaba muy feliz, haciendo bromas después de la gala. Nos trajo unas hamburguesas a medianoche para todos a la salida de la gala, porque no habíamos comido nada y todos teníamos mucha hambre. Entre Cubarsí, otros amigos y él nos trajeron esas hamburguesas. Estaban muy buenas, por cierto”, comentó Laporta. Resultó, sin embargo, que apareció Hansi Flick. El entrenador, presente en la gala —“Hay que ir, disfrutar y mostrar respeto a los ganadores”, había sugerido—, no quería que ninguno de sus muchachos se distrajera en París, justamente cuando la semana que viene el Barça recibe al PSG en Montjuïc.

A orillas del Sena, Lamine Yamal amagó con arruinarle la fiesta al PSG. No lo consiguió. Al menos, el Barcelona tuvo su premio: La Masia se coronó como la ganadora, entre ellos Lamine con su Kopa y, por supuesto, la estrella femenina de la noche: Aitana. Premio al Barça, pero también a una generación de mujeres, ahora representadas mejor que nadie en Bonmatí, que aplaudió la equidad en el reparto de galardones, con ese Kopa o el premio a la mejor portera, uno de los que hasta este 2025 no existía: “Este es el primer año donde tenemos los mismos premios que el masculino y eso se agradece. La igualdad es algo que venimos demandando desde hace tiempo. Hoy lo hemos conseguido”.

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