Mikel Jauregizar, el joven líder del medio campo en el Athletic

El día que Óscar De Marcos anunció su retirada, su compañero Mikel Jauregizar (Bermeo, 21 años) publicó una fotografía en redes sociales en la que se veía al capitán del Athletic en primer plano, en un partido amistoso en el campo de Itxas Gane, el de su pueblo, y a él, apoyado en la valla, con apenas diez años, observando a su ídolo de entonces. Ahora juegan juntos, y si la referencia anímica del equipo rojiblanco es De Marcos, la futbolística empieza a p...

El día que Óscar De Marcos anunció su retirada, su compañero Mikel Jauregizar (Bermeo, 21 años) publicó una fotografía en redes sociales en la que se veía al capitán del Athletic en primer plano, en un partido amistoso en el campo de Itxas Gane, el de su pueblo, y a él, apoyado en la valla, con apenas diez años, observando a su ídolo de entonces. Ahora juegan juntos, y si la referencia anímica del equipo rojiblanco es De Marcos, la futbolística empieza a pasar por las piernas de Jauregizar. Una de las razones por las que Ander Herrera rescindió su contrato para fichar por Boca Juniors fue, entre otras, la jerarquía que el joven futbolista estaba adquiriendo en las alineaciones de Valverde.

“Me estoy quedando alucinado con Jaure”, apunta Mikel Vesga, otro de los veteranos del equipo, que ocupa muchas veces la medular junto a él. “Hay que admitir que lo está haciendo muy bien y hay que apretarle”, comenta sobre las prest”aciones que el futbolista vizcaíno está mostrando sobre el césped después de que Ernesto Valverde le haya dado su confianza absoluta para liderar el juego y, sobre todo, la presión adelantada del equipo rojiblanco.

La temporada pasada contribuyó de manera notable al ascenso del Bilbao Athletic a Primera RFEF, pero también contó con algunos minutos en Primera División. 145 en la Liga y 45 en la Copa, aunque su concurso resultó crucial para la victoria del Athletic frente al Barcelona en los cuartos de final. Salió en los minutos finales de la primera parte de la prórroga, y ya en el descuento de la misma, un balón que le robó a Sergi Roberto, acabó en el gol de Iñaki Williams que allanó el camino hacia el título de Copa.

Es la marca de la casa, esa presión agobiante que mantiene el futbolista de Bermeo y que le permite recuperar decenas de balones. Su capacidad física es indudable, tanto como su manejo del balón, además de su interés por seguir limando sus defectos. Frente al Valladolid, el pasado domingo, su error en el saque de una falta acabó con el gol visitante. Cuando Jauregizar fue sustituido, Valverde mantuvo una charla con él, y el futbolista reconoció que habían hablado de eso. “Soy joven, cometo errores y es bueno que Valverde me ayude a mejorar”. En ese sentido, “cada vez me siento más jugador. Intento hacer lo que me pide el míster”.

Estudia Educación Física en la Universidad de Deusto, sus profesores en la ikastola de Bermeo le definen como buen estudiante, tanto a él como a su paisano Unai Gómez, con el que compartió aulas y ahora vestuario. Habla un euskera “de Bermeo”, que no es el batua académico ni el vizcaíno, con expresiones muy particulares. Le gusta estar con su cuadrilla de siempre, tomándose un café en las terrazas del puerto de su pueblo, y también la pelota vasca. Jugó hasta los 14 años a mano, y ahora, siempre que puede, acude a las Winter Series de cesta punta en Gernika, un deporte que ha resurgido y llena el frontón de la villa foral. Todavía vive con sus padres, y en el Athletic preparan su renovación, porque Mikel empieza a llamar la atención en toda Europa por sus prestaciones.

Dice que siempre se fijó en Andrés Iniesta, y que la selección la ve lejos todavía, aunque ya haya debutado con la Sub 21. A los 16 años ya dirigía el juego del Bermeo, en categoría regional. “Pero en el Athletic no me siento para nada el jefe, estamos bastantes en el medio y hay que ganárselo. Estoy contento por mis actuaciones y a por más”. Valverde, su técnico, también se rinde a su juego: “Es una posición de mucha responsabilidad y responde como es él. Tengo confianza. Tiene calidad y ritmo, mira cerca y mira lejos, es un futbolista que puede ser importante para el club de cara al futuro”.

Además, empieza a marcar goles. Abrió la cuenta ante el Valladolid, dio una asistencia a Sancet, y solo Hein, el guardameta pucelano, evitó que se llevara el balón por un triplete, después de sacarle un disparo que buscaba la escuadra con toda la intención, y un remate de cabeza en plancha. En esta faceta, también se muestra obediente a lo que le sugiere su entrenador: “Ernesto me pide que me acerque más al área y que dispare”.

Junto a Vivian, Paredes, Sancet, Nico Williams, Adama, Prados o el recién llegado Maroan, Jauregizar forma parte de una camada muy prometedora que empieza a asentarse en el Athletic.