Dembélé mete 18 goles en siete partidos y pone al PSG en el umbral de los octavos
El equipo de Luis Enrique se impone al Brest (0-3) con dos tantos más de su delantero mientras que el Dortmund golea al Sporting (0-3) y la Juve se adelanta al PSV (2-1)
Ousmane Dembélé pasó el rodillo por el campo del estadio de Roudourou y pavimentó la eliminatoria del Paris Saint-Germain hacia los octavos de final. El delantero francés, la gran apuesta de Luis Enrique para reemplazar a Mbappé y abanderar su empresa, metió dos goles al Stade Brestois, redondeó el 0-3, y alimentó la llama de su esplendoroso estado de forma. Desde el 15 de diciembre Dembélé suma 18 goles en siete partidos, tres de Champions y dos en la Ligue 1. Un promedio de dos goles cada 90 minutos. Pura ebullición después de un comienzo de temporada decepcionante y conflictivo que ahora da paso a un periodo de felicidad en París.
“No me preguntéis a mí”, dijo Luis Enrique, antes de abandonar el estadio. “¡Preguntadle a Ousmane qué ha comido en estas Navidades!”.
Renovado hasta 2027 la semana pasada, el entrenador español puede convertirse en el primer técnico del PSG que completa un ciclo de cuatro años en el banquillo desde 1983. Un hito. Luis Enrique simboliza el cambio de estrategia que ha seguido el club desde la venta de Mbappé. Ahora el cabeza de cartel es él. Su aval es el juego dinámico, coral y valiente que exhiben sus futbolistas. Con la goleada al Stade Brestois, octavo de la liga francesa, el PSG se coloca en una posición privilegiada para rematar la eliminatoria fácilmente el miércoles que viene en el Parque de los Príncipes.
El resultado que se registró en el campo de Guingamp no fue una sorpresa. Tampoco fue sorprendente que la Juventus se impusiera al PSV en Turín (2-1). El marcador menos esperado fue el que logró el Dortmund frente al Sporting (0-3) en Lisboa. Despedido Nuri Sahin, la mano de Nico Kovac, el nuevo entrenador, puede tener algo que ver en el cambio de semblante del Dortmund, célebre en el inicio de temporada por sus pobres partidos como visitante, tanto en la Bundesliga como en Champions.
La presencia del Brest en la segunda ronda de la Champions supone un éxito asombroso. Apenas ha invertido 14 millones de euros en fichajes el verano pasado. La mayoría de sus jugadores vienen rebotados de clubes que no les querían. Cedidos, libres, comprados a precio de saldo. Frente al PSG, Lees Melou, Camara, Ajorque y sus compañeros completaron una noche de mucho mérito. Pudieron marcar en un par de acciones de contragolpe, o en un córner que Sima mandó al palo. Vitinha de penalti, y Dembélé, ahogaron las esperanzas de la hinchada local.
“El 0-3 es lo que más me ha gustado del partido”, dijo Luis Enrique, antes de destacar la solidaridad y el orden con que el PSG gestionó el encuentro. “En los últimos cinco partidos contra el Brest nos habían marcado ocho goles”, recordó. Esta vez, su equipo respondió con un giro más de solvencia. Vitinha, bien secundado por Fabián y Neves, volvió dirigir las operaciones. Con el portugués al timón, Luis Enrique puede estar tranquilo.
“Vitinha es único”, dijo el técnico español. “No pierde nunca la pelota, es fuerte físicamente, con una mentalidad impresionante, tiene pase, tiene gol… Es un verdadero placer tener un jugador así”.