Musso, el portero suplente que aprieta al intocable Oblak

La ronda de cuartos de final de la Copa del Rey que enfrenta este martes (21.30, TVE1) en el Metropolitano al Atlético de Madrid con el Getafe no hará variar la apuesta de Diego Pablo Simeone para ocupar la portería. El elegido una vez más será el argentino Juan Musso (30 años), que ya disputó las eliminatorias ante el Vic (0-2), Cacereño (1-3) y Elche (0-4). Después de los batacazos ante el Girona, la Cultural Leonesa y el Cornellà, Simeone dejó de concederle la competición copera al portero suplente. Ni Lecomte, ni Grbic, ni Moldovan fueron...

La ronda de cuartos de final de la Copa del Rey que enfrenta este martes (21.30, TVE1) en el Metropolitano al Atlético de Madrid con el Getafe no hará variar la apuesta de Diego Pablo Simeone para ocupar la portería. El elegido una vez más será el argentino Juan Musso (30 años), que ya disputó las eliminatorias ante el Vic (0-2), Cacereño (1-3) y Elche (0-4). Después de los batacazos ante el Girona, la Cultural Leonesa y el Cornellà, Simeone dejó de concederle la competición copera al portero suplente. Ni Lecomte, ni Grbic, ni Moldovan fueron utilizados. El Cholo no se fiaba y Oblak disputó las rondas previas en las tres últimas ediciones. Musso, que llegó cedido este verano procedente del Atalanta, ha roto esa tendencia.

Hacía tiempo que Simeone no contaba con un portero suplente de su plena confianza. El último fue Miguel Ángel Moyá. A Musso lo conocía de su paso por el banquillo de Racing de Avellaneda. Por entonces, era un aspirante a profesional de 17 años y admirador de Buffon que se encontró con la oportunidad de hacer la pretemporada con el primer equipo de Racing. Ahora es visto por el Cholo como el guardameta que necesitaba para que Oblak percibiera que tiene competencia. Los baches que el meta esloveno atravesó en las dos últimas temporadas los achacó en parte el preparador argentino a la falta de competencia.

El partido de Liga disputado en San Mamés (0-1), en el que Musso fue titular por la baja del esloveno, confirmó la satisfacción de Simeone por tenerle en el equipo. Musso tuvo cuajo para afrontar el reto en un escenario exigente. “Hizo un esfuerzo grandísimo para venir al Atlético de Madrid, se peleó con toda la gente que se podía pelear en Bérgamo para poder tener la posibilidad de salir. Quiere estar acá y eso ya de por sí es importantísimo. Tiene jerarquía, tiene experiencia y es un muchacho que tiene sus partidos jugados en Italia”, defendió el técnico rojiblanco. Ya en su presentación, Musso dio señales de no resignarse a ser un mero suplente de Oblak. “Un club como el Atlético es normal que tenga un gran portero como Jan, pero tengo mucha fe en mí mismo. Vengo a echar una mano, a competir y a tratar de aprovechar las oportunidades que tenga. En mi carrera busqué, nada de lo que logré fue fácil o cómodo. Nada de lo que logré fue fácil”, dijo entusiasmado.

Jugar la Copa es la contraprestación que le ha concedido Simeone a su compatriota por abandonar este verano el Atalanta, con el que se había proclamado campeón de la Liga Europa. Musso vive en el Atlético una situación similar a la que vivió en el Atalanta con Gasperini el curso pasado. El preparador italiano le otorgó la titularidad en la Liga Europa y le relegó a la suplencia en la liga ante la pujanza de Carnesecchi, seis años más joven que Musso. Su desempeño en la Liga Europa fue notable, con actuaciones sobresalientes ante el Liverpool tanto en Anfield como en tierras italianas.

Internacional y campeón de la Copa América (2021) con Argentina, fue reclutado con una opción de compra de 7,5 millones de euros si disputa 25 partidos. La cifra, con Oblak por medio, se antoja compleja de alcanzar, pero Simeone apuesta por su compra aunque no cumpla la cifra de encuentros estipulada. También parece del agrado del director general de fútbol Carlos Bucero, que le tenía echado el ojo de sus tiempos como agente e intermediario.

En el Atlético describen a Musso como un portero de mucha potencia de piernas, con dominio del área y del juego con el pie. Y también destacan que desde el primer día le ha hecho sentir a Oblak que tiene un competidor con hambre. Eso es lo que pretendía Simeone con su fichaje. Esta Copa es su gran escaparate.