Benfica, la felicidad de Di María

Para ciertos futbolistas, a partir de una determinada edad, todo lo que hacen en un campo comienza a formar parte de su leyenda. Es el caso de Ángel Di María (Rosario, 36 años) en el Benfica. Campeón del mundo (2022) y de América (2021 y 2023) con Argentina, ganador de la Liga (2012) y la Champions (2014) con el Madrid y multicampeón de la Liga francesa con el PSG (2016, 2018, 2019, 2020 y 2022), además de otros 26 títulos, el delantero descartó el dinero de la Liga árabe ...

Para ciertos futbolistas, a partir de una determinada edad, todo lo que hacen en un campo comienza a formar parte de su leyenda. Es el caso de Ángel Di María (Rosario, 36 años) en el Benfica. Campeón del mundo (2022) y de América (2021 y 2023) con Argentina, ganador de la Liga (2012) y la Champions (2014) con el Madrid y multicampeón de la Liga francesa con el PSG (2016, 2018, 2019, 2020 y 2022), además de otros 26 títulos, el delantero descartó el dinero de la Liga árabe y también el gas sentimental de Rosario Central, club en el que inició su carrera, para regresar al Benfica. “No tenía otro pensamiento: quería volver a casa. Y casa era Lisboa. Quería que mis hijas también vivieran lo que yo viví hace 13 años”, recuerda. Y lo están viviendo: Di María, ídolo en el estadio Da Luz, acumula seis partidos en la Champions, cinco como titular (un gol y dos asistencias) y 16, 13 de titular (seis y tres) en la Liga portuguesa.

“El Benfica”, recuerda Di María, “es el lugar en el que me hice futbolista. De Rosario Central me fui después de jugar solo 39 partidos”. Fue justamente en su primera etapa en Lisboa cuando dio el doble salto: el primero, a la selección argentina; el segundo, a la élite de Europa: el Real Madrid. Su salida de Chamartín estuvo condicionada, según Di María, por un partido con la Albiceleste. No era precisamente un duelo cualquiera. Antes de la final del Mundial de Brasil, el delantero recibió una carta del Madrid en la que se le obligaba a no forzar para jugar la final ante Alemania. “La rompí antes de abrirla. Inmediatamente comprendí lo que estaba pasando. Querían comprar a James y venderme para hacerle lugar a él. Ese es el negocio del fútbol que la gente no siempre ve”, confesó Di María tiempo después.

Era un momento duro para Di María en Argentina, señalado como uno de los responsables de las tres finales consecutivas perdidas de la Albiceleste (Mundial 2014 y Copa América 2015 y 2016), víctima de memes y severas críticas. “Nos duelen muchísimo. Gracias al psicólogo entendí que es fácil reírse de otros detrás de un móvil”. Sin la resiliencia, en definitiva, sin el fútbol de Di María, sería imposible entender la etapa más exitosa de la historia de la selección argentina, siempre con el Fideo como protagonista.

Ocurrió que, tras ganar la última Copa América en Estados Unidos 2023, Di María coincidió con Lionel Scaloni, entrenador de la Albiceleste, en el avión de regreso a Europa. “Me dijo que su época en la selección había terminado. Fue un final de película, que, sinceramente, si lo planifica, no le sale tan bien”, reveló Scaloni el día que Di María le anunció su adiós a la selección. Resulta, sin embargo, que en el predio de Ezeiza, no descartan el regreso de Di María para el próximo Mundial. “Está jugando en Europa y está jugando bien”, aseguran desde el cuerpo técnico.

“Ángel está bien, sin dolor”, explicó Bruno Lage, entrenador del Benfica, antes de recibir hoy al Barcelona (21:00 horas, M+), después de que Di María se perdiera el último partido. “Le gusta jugar estos partidos, como el día del Atlético (4-0, gol del argentino) o el del Oporto (4-1, dos dianas)”, remata el preparador del cuadro portugués. Y no es nueva la motivación de Di María para desafiar al Barça —16 partidos, dos goles y tres asistencias—, protagonista en los memorables duelos entre el Barça de Guardiola y el Madrid de Mourinho. “La única manera de ganar a ese Barça era pegando, metiendo y corriendo más que ellos. Y eso llevó de alguna manera a que se caguen a piñas dentro de la cancha. Por momentos, tenía miedo de que lesionaran a Leo”, contaba Di María.

El Fideo se volvió a medir con el Barça con la camiseta del PSG: dos goles en tres partidos. No lo hizo nunca, sin embargo, sin Messi como azulgrana. “Se nota el sello de Flick; el Barça es ahora más vertical”, analiza Lage. Un Barça pragmático, pero también ciclotímico, segundo en la fase de grupos de la Champions, tercero en la Liga, igualado a puntos con el cuarto: el Athletic. “Lo que puedo decir es que, cuando el equipo está 100% concentrado, es algo maravilloso”, expuso Flick antes de elogiar a Di María: “Es un jugador top. Es fantástico y da gusto verlo jugar”. Hoy, ante el Barcelona, Di María agrandará su historia en la Champions: es el segundo argentino en pasar la barrera de los 100 partidos en la Liga de Campeones (113); el primero, hablando de leyendas, es otro rosarino de nombre Lionel Messi (163). Eso de no regresar al lugar en el que fue feliz no funciona para Di María. “Lo único que tenía en mi cabeza era volver a vestir esta camiseta. Volver a ser feliz donde ya lo había sido”. Lo está consiguiendo.