El Athletic alcanza al Barça tras ganar al Celta en Balaídos

Solo cuando aparecieron las gaviotas sobrevolando el césped de Balaídos, que vio el último partido de su vetusta grada sur, el fútbol hizo también su presentación. Lo puso el Athletic casi siempre, frente a un Celta que parecía cansado y que en la primera parte se había dedicado a dejar pasar el tiempo, sin perderlo, pero también sin ganarlo. Marcó dos goles el equipo rojiblanco, encajó uno por accidente, que le dio emoción al desenlace, pero al final se llevó los puntos y alcanza en la clasificación al Barcelona, consolidando su puesto de Champions.

La primera mitad, bajo la lluvia intermitente, intensa a veces, fue un dejarse ir, pero con la diferencia de que el Athletic parecía administrar sus energías después del esfuerzo copero del jueves, y el Celta, simplemente, carecía de ellas. Apenas se acercó al área de Unai Simón, mientras que los de Bilbao probaron a Guaita dos veces con una respuesta formidable del guardameta. Primero fue Nico Williams quien lanzó un disparo por sorpresa desde el lateral, que no se coló porque el portero metió una mano milagrosa. Hizo lo mismo a un disparo de Beñat Prados con el exterior, desde el borde del área.

Se fue el equipo vigués impoluto al descanso, así que Giráldez, analizando el panorama, decidió poner en el campo a Mingueza y Hugo Álvarez, en busca de más movilidad, pero fue el Athletic otra vez el que tomó la iniciativa y fue llevando el juego a donde quería. Mediado el segundo periodo, un balón abierto a Iñaki Williams, después de una pérdida en medio campo, lo condujo el delantero hasta entrar al área, centró y Berenguer se adelantó con la puntera a Hugo, que se quedó mirando, para meter la pelota entre las piernas de Guaita.

Con el marcador a favor, el Athletic jugó más a sus anchas. Otro centro desde la derecha, donde encontraba siempre espacio, lo remató Unai Gómez; Guaita respondió con un gran rechace, pero el rebote le llegó a Vivian, que andaba por allí para sumar el segundo gol del Athletic, que parecía dar la serenidad necesaria a su equipo para lograr una victoria sin demasiado sufrimiento.

Pero no fue así, porque cuando más parecía tener la situación controlada, un inocente balón al área, que parecía gestionar Adama, acabó en un resbalón del defensa, que aprovechó Hugo Álvarez para devolver la esperanza a la grada de Balaídos. Apretó el Celta algunos minutos, después volvió a mandar el Athletic y Williams dispuso de una ocasión para hacer el tercero, pero con el marcador apretado, y después de que Gorosabel le quitara el balón de la bota a Durán en la última ocasión céltica, se mantuvo la incertidumbre hasta el final.

Pero resistió el Athletic los minutos finales frente a un rival ya sin fuelle y se llevó los tres puntos, alcanza los 39, iguala al Barça y se afianza entre los cuatro primeros para seguir soñando con un puesto en la Champions. Al Celta, que andaba cómodo hasta ahora, le vuelven los fantasmas.