La recuperación del Real Madrid que flaquea ante los rivales de peso
Aunque no ha ganado ni al Barça, ni al Liverpool, ni al Milan, ni al Atlético, ni al Athletic, Ancelotti no se encuentra en riesgo inminente, y el club cree que un fichaje de invierno no es la solución
Las primeras alarmas sobre las disfunciones que podía acusar el nuevo Real Madrid resultante de perder a Kroos e incorporar a Mbappé saltaron a mediados de agosto en Mallorca, en el estreno liguero con el francés. Carlo Ancelotti dejó aquella noche una advertencia en la sala de prensa de Son Moix cuyos ecos no terminan de evaporarse: “Nos hemos adelantado y hemos podido meter el segundo. En la segunda parte nos ha faltado equilibrio. ...
Las primeras alarmas sobre las disfunciones que podía acusar el nuevo Real Madrid resultante de perder a Kroos e incorporar a Mbappé saltaron a mediados de agosto en Mallorca, en el estreno liguero con el francés. Carlo Ancelotti dejó aquella noche una advertencia en la sala de prensa de Son Moix cuyos ecos no terminan de evaporarse: “Nos hemos adelantado y hemos podido meter el segundo. En la segunda parte nos ha faltado equilibrio. Es un partido que hemos podido perder por no tener equilibrio. Somos un equipo muy ofensivo y el equilibrio defensivo es una parte fundamental”.
Aquella noche empezaba en la isla una búsqueda: un modelo que liberara un ataque que se adivinaba avasallador sin que se derrumbara el suelo bajo sus pies. En los casi cinco meses transcurridos desde entonces se han atisbado mejoras, como en los partidos contra Osasuna y el Sevilla, pero la tunda recibida en Yeda en el clásico de la final de la Supercopa devuelve al territorio de las dudas. El Madrid ha progresado lo suficiente como para lidiar con la clase media, es cierto, pero sucumbe aún ante la crudeza de la jerarquía.
La distancia entre los dos mundos mide bastante bien la diferencia entre el peligro que permite al rival en los partidos de Liga y el que concede en los compromisos de la Champions, otro escalón competitivo. En el torneo local los contrarios le hacen ocasiones por valor de 0,86 goles esperados (xG) por partido, según el modelo de Hudl Statsbomb, en línea con las últimas temporadas. Sin embargo, los rivales del concierto europeo les provocan casi el doble de daño, 1,66 xG, más que en cualquiera de los seis cursos anteriores.
La diferencia entre la Champions y la Liga es natural, por el salto de nivel de los rivales, pero en esta segunda época de Ancelotti en el banquillo del Bernabéu la distancia nunca había sido tan grande. En las tres temporadas anteriores, la diferencia se movió entre el 15,4% en la 2023/24 y el 29,4% en la 2022/23. Este curso, se ha triplicado: es del 93%.
El resultado práctico es que el Madrid no ha podido ganar a los rivales de más fuste a los que se ha enfrentado: empató con el Atlético y perdió contra el Milan, el Liverpool, el Athletic y dos veces ya contra el Barça, además de ante el Lille. El único triunfo de peso, contra el Borussia Dortmund necesitó de una remontada loca después de una hora de juego bastante pobre en la que los alemanes llegaron a ponerse 0-2.
Después del batacazo de Yeda, el Madrid volvió a abrir un proceso de reflexión, según fuentes del club. Se trataba de un capítulo que ya creían cerrado después de la crisis provocada por las derrotas consecutivas en casa contra el Barça y contra el Milan, a principios de noviembre. Habían detectado una mejoría apoyada en el mayor compromiso de los atacantes en la estructura defensiva, pero el desarrollo de las competiciones ha revelado que el progreso resultaba suficiente contra rivales medios, pero se desploma ante el escalón superior.
En el club son conscientes de la influencia de las lesiones. El 5 de octubre perdieron a Carvajal para todo el año y el 9 de septiembre a Militão. El flanco derecho que guardaban fue el castigado con más insistencia por el Barcelona en Yeda, donde sufrieron mucho Tchouameni y Lucas Vázquez. Aunque el análisis no los señala solo a ellos. Las fuentes consultadas consideran que la incorporación en el mercado de invierno de un lateral derecho, como el jugador del Liverpool Trent Alexander-Arnold, por ejemplo, no arreglaría aquel problema del equilibrio señalado por Ancelotti ya en Mallorca. Creen que en el último clásico los atacantes se desentendieron demasiado de las tareas defensivas. Percibieron en ellos una falta de compromiso notable, que atribuyen en parte a la fatiga. Además, aunque Arnold ve con buenos ojos su incorporación al Madrid, resulta complejo persuadir al Liverpool para que prescinda de él cuando se encuentra inmerso en la lucha por la Premier y por la Champions.
Así que el foco, como en el otro momento crítico, vuelve a posarse sobre Ancelotti y su capacidad para encontrar soluciones (sobre todo de rotación de jugadores) y para volver a despertar el compromiso, como en noviembre. No se encuentra en riesgo inminente, pero su capacidad de remontar el vuelo se evaluará en los próximos seis encuentros, tres seguidos en casa y tres fuera, hasta el 1 de febrero.