Hansi Flick: “El ruido de fuera es demasiado alto”

Los problemas con la traducción dilataban, mínimamente, la comparecencia de Hansi Flick. “Hay ruido”, se quejaba el técnico alemán, mientras el audio de sus auriculares continuaba sonando. Ya se había quitado uno de ellos y buscaba responder la siguiente pregunta. En realidad, más que contestar, quería esquivarla. Más incómodo, sustancialmente más tenso de lo habitual, el preparador del Barcelona adelantó la rueda de prensa en Yeda, en la previa de la final contra el Real Madrid. No era el tiempo lo que lo apremiaba: era el ruido.

“El ruido de fuera es demasiado alto”, expuso cuando se le preguntó por la suplencia de Iñaki Peña, quien estuvo en el banquillo frente al Mallorca por llegar tarde a una charla técnica, un castigo que ya habían sufrido otros compañeros del portero, como Héctor Fort y Jules Koundé. “En España quizá haya una mentalidad diferente, pero esto debo explicarlo. Son profesionales. Tienen que llegar a tiempo. Es la tercera vez que ocurre [en la plantilla] y no tenía otra opción. Puedes llegar antes, no es un problema”, prosiguió el preparador azulgrana. Al técnico le incomoda tener que hacer públicas cuestiones de organización interna. Sin embargo, le molesta mucho más el descalabro sufrido por el Barcelona con la inscripción de Dani Olmo, un punto de inflexión en su percepción sobre la gestión de la cúpula directiva.

Entonces, frente a la pregunta sobre Olmo, el ruido regresó a la sala de prensa del Estadio King Abdullah Sports City. “Cuando hay mucho ruido fuera, tenemos que ser más fuertes”, comenzó el técnico cuando el nombre de Olmo apareció en su comparecencia. Acto seguido, añadió: “Para nosotros es una gran temporada. Tenemos partidos en los que no hemos alcanzado lo que queríamos, pero es muy bueno aprender de cada encuentro. Se puede ver que el equipo jugó ante el Athletic por sus dos compañeros y por el club. Eso es lo que queremos”. Lo que Flick quería era no hablar de Dani Olmo. En realidad, no quería hablar en general.

Carlo Ancelotti, en cambio, parecía relajado. Ajeno al reloj y a las posibles preguntas incómodas, incluso bromeaba. “Hasta ahora viene siendo una rueda de prensa muy tranquila. No la arruines”, dijo entre risas el preparador italiano. También fue preguntado por la suplencia de Iñaki Peña: “El horario es algo importante. Los jugadores tienen que estar disciplinados”, respondió, así como sobre la posible presencia de Dani Olmo el domingo, después de que el Barcelona recibiera una medida cautelar para lograr la inscripción del catalán y de Pau Víctor. “¿Qué pasaría si Olmo es el protagonista del clásico?”, le preguntaron. “Pasaría que no hemos sido capaces de frenar a un jugador muy bueno. Dani Olmo va a jugar y hay que tratar de minimizar su calidad”, resolvió.

Un Ancelotti tranquilo, igual de impasible cuando le preguntaron por las vicisitudes, como cuando lo cuestionaron por Gil Manzano, árbitro del clásico. Una cuestión que el técnico vinculó con los vídeos de Real Madrid TV. “Gil Manzano es un buen árbitro, con experiencia. Ha dirigido muchos partidos importantes. Y el Real Madrid tiene esa misma opinión”, concluyó el técnico.

Este domingo será el clásico número 17 de Ancelotti, con un saldo de nueve victorias y ocho derrotas, la última un 0-4 en el Bernabéu. “Hicimos una evaluación bastante clara. Empezamos bien y bajamos en la segunda parte. Debemos evitar los errores que cometimos. Un clásico siempre es un clásico, más si es una final. Jugar contra el Barcelona es siempre algo especial”, comentó Ancelotti. Y Flick contrarrestó: “Jugamos contra uno de los mejores equipos del mundo. Pero somos capaces de ganar. Podemos jugar mejor de lo que hicimos contra el Athletic. Cometimos muchos errores y hay que reducirlos. El Madrid es de los mejores en transición, y hay que cuidar eso”.

De las bromas de Ancelotti al ruido de Flick, el Madrid y el Barcelona se citan en un clásico cercado por el caso Olmo, que, por ahora, no molesta al Real Madrid, a diferencia de lo que expusieron públicamente el Athletic, el Atlético, el Espanyol, el Valencia, el Valladolid y Las Palmas.