El Sevilla vive de los errores del Rayo

El Sevilla se llevó ante el Rayo una victoria que vale su peso en oro. Limitado en su fútbol y con muchos problemas en la definición, el equipo andaluz, sin embargo, alcanza unos magníficos 18 puntos. Un botín tremendo para su escaso juego. Ayudó, eso sí, un Rayo muy discreto en el primer tiempo y, sin embargo, mucho mejor en la segunda mitad en inferioridad, puesto que Unai López vio la roja por agresión a Isaac al filo del descanso. Precisamente fue Isaac el jugador que desequilibró el partido. No marcó, pero asistió a Sow en el gol y fue objeto de la agresión que dejó al Rayo con 10 futbolistas. Los rayistas, con todos sus delanteros en el banquillo, gozaron de buenas ocasiones en el segundo tiempo para empatar. Álvaro salvó ante Nteka y Álvaro, el del Rayo, disparó al palo. Al final, suspiró el Sevilla, con más puntos que juego. Su afición, sin embargo, despidió al equipo algo airada por los apuros que padeció ante un Rayo con uno menos.

Fue mucho más listo el Sevilla que el Rayo. No se entendió muy bien la apuesta de Íñigo Pérez. Un equipo con un pobladísimo centro del campo, con Nteka de delantero, sin saber casi nunca qué hacer con el balón que le entregó el Sevilla desde el minuto uno. El Rayo, que se caracteriza por su fuerte ritmo de presión, se encontró con una posición de dominio de la pelota a un ritmo desesperante. El Sevilla, sin hacer gran cosa, porque produce poco, tuvo mucho más peligro.

Los locales se mostraron en un buen disparo de Lukébakio que despejó Batalla y en una gran jugada de Isaac que estuvo a punto de culminar con un gol. En el canterano estaba la diferencia. El Sevilla tenía un delantero y el Rayo, ninguno. Y así, el propio Isaac fabricó un gol de un saque de banda. Un buen control en el área, un giro y un gran pase a Sow para que el suizo marcara su primer tanto de la temporada.

El Rayo intentó despertar y tuvo una buena ocasión después del único demarraje de Álvaro en todo el primer tiempo. Nteka falló con todo a favor. Camello, James y Raúl de Tomás debieron de suspirar en el banquillo. También Isi Palazón. En el enésimo tiro al pie del conjunto madrileño, Unai golpeó la espalda de Isaac. A Busquets Ferrer le avisaron del VAR y el medio vio la tarjeta roja directa.

Curiosamente, el Rayo mejoró mucho en la segunda mitad y en inferioridad. Ocurrió que el Sevilla no supo qué hacer con el balón a pesar de contar con un futbolista más. Fue incapaz de pillar al contragolpe al Rayo para decidir el partido, aunque, eso sí, Batalla le hizo una gran parada a Lukébakio e Isaac falló en una ocasión muy clara ante el meta argentino. Su vaselina salió fuera por poco. Luego, tocó sufrir ante el acoso del Rayo y el tembleque en la grada. Con Navas y Suso al rescate, ganó el Sevilla. No se sabe muy bien cómo, pero ganó.

“Estamos contentos por el partido. Ha sido exigente porque el Rayo es un equipo muy bien trabajado. Tiene capacidad para dominar el balón, pero también te ataca con velocidad a la espalda. Hemos controlado el juego y se ha dado el escenario que queríamos. Nos adelantamos, se quedaron con uno menos y parecía que sería más fácil, pero no logramos el segundo gol pese a las ocasiones claras de Isaac y Lukébakio”, explicó García Pimienta, el entrenador del Sevilla. “Tenemos como equipo este déficit, que va ligado a nuestra resistencia, pero si queremos mejorar necesitamos que sea el estímulo desde el inicio, no esperar a que nos expulsen o a que nos hagan un gol. No me sorprende lo de después porque sé de qué son capaces. Nos ha pasado otras veces. Pero me duele cómo hemos jugado hasta la expulsión y, especialmente, la derrota”, dijo, por su parte, Íñigo Pérez, técnico del Rayo Vallecano.