Un penalti dudoso desatasca al Atlético frente al Vic de Regional

Espanyol, Las Palmas y Betis golean para acceder a la siguiente ronda copera

El delantero del Atlético de Madrid Alexander Sørloth (c) en acción ante la defensa del Vic este jueves, en un partido de primera ronda de la Copa del Rey, en Vic (Cataluña).Siu Wu (EFE)

Un piscinazo de Giuliano Simeone en un partido sin VAR, que se tragó Cuadra Fernández, rescató a su padre de un apuro mayúsculo. El árbitro se equivocó en su decisión de señalar penalti y además expulsó a Senyé por protestar antes del lanzamiento de Julián Álvarez que desatascó el partido. Corría para entonces el minuto 80.

Tuvo que sudar tinta el Atlético de Madrid para dejar en la cuneta al Vic, un equipo de categoría regional, cinco escalones por debajo de la élite, formado por futbolistas aficionados, que estudian, trabajan o las dos cosas antes de vestirse de corto por las tardes. Consiguieron el premio de meterse en el sorteo, les tocó el gordo con el Atlético y decidieron que no iba a ser una noche para disfrutar, sino para competir. O como en el estudio y el trabajo, para ambas cosas.

Tan mal lo vio Simeone, que vestía chándal en vez de su habitual traje negro, que tuvo que poner en el campo, mediada la segunda parte, a dos campeones del mundo como Julián Álvarez y Griezmann y a un tipo tan experto como Koke, algo que en principio no parecía entrar en los planes del técnico. Pero el Vic, que salió tímido al comienzo, fue cogiendo confianza según pasaban los minutos, y aunque el Atlético intentaba superar la bien pertrechada defensa local, se chocaba contra el muro, y también contra Mora, el guardameta rojiblanco, impecable ante Sorloth, Correa y compañía.

Además, el equipo local fue encadenando ocasiones según transcurría la segunda parte, con Didac Serra convertido en la pesadilla de la zaga colchonera. Tuvo cuatro muy claras, y consiguió bajarle los humos al Atlético, que solo con un penalti muy controvertido, que el VAR habría anulado, abrió la lata. Después del gol de Julián Álvarez, el argentino volvió a marcar en un contragolpe, con un rival valiente y volcado en busca del empate.

Por su parte, el Espanyol también cumplió el compromiso copero con un resultado holgado (0-4), pero engañoso, porque sufrió mucho en la primera parte frente al San Tirso gallego, en un partido que se jugó en Riazor. Los primeros 45 minutos acabaron con empate a cero, y los periquitos no consigueron anotar hasta que Véliz hizo el primer tanto en el minuto 54. Hasta el 85 no estuvo tranquilo el Espanyol. Marcó Cardona, y poco después Véliz hizo su doblete, que completó con su tercer tanto en el descuento.

La Unión Deportiva Las Palmas tuvo que viajar hasta Monzón, en Huesca, para enfrentarse al Ontiñena, de la Regional Preferente aragonesa, y no tuvo demasiados problemas para imponer su evidente superioridad. A pesar de la hierba artificial, el equipo canario se adaptó bien al partido, y enseguida anotó su primer gol, obra de Mata, que acabaría marcando cuatro goles. Fue el autor del segundo. Con el equipo local agotado, Marc Cardona sumó el tercero de su equipo, Herzog el cuarto y Mata, en los minutos finales, cerró su cuenta con otros dos tantos. El séptimo lo consiguió Fuster en el último minuto.

El estadio Francisco de la Hera vivió en dos jornadas lo que no sucedía allí desde hace muchos años. El miércoles, un equipo de Primera, el Girona, jugó frente al Extremadura, el equipo local; 24 horas más tarde era el Betis el que se presentaba en el estadio que fue sede de la máxima categoría a finales de los años 90. Su rival, el Gévora, el equipo de un pueblo de 2.500 habitantes, que vivió una fiesta grande con la visita de los béticos, que se amplificó al final cuando Juanma marcó, de penalti, el gol de su equipo en el último minuto. Lo celebraron como una victoria, aunque el Betis había marcado seis. Anotaron Altimira, Diao y Bakambu en la primera parte para certificar el pase a la segunda eliminatoria, y en la segunda Juanmi hizo el cuarto y Vitor Roque los dos últimos.

La sorpresa de la jornada la dio el Real Ávila, que eliminó a penaltis al Oviedo, después de empatar a cero en los 120 minutos de partido y prórroga. En los lanzamientos de pena máxima, el equipo asturiano falló los tres disparos que hizo.

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