El Valencia pierde su tesoro al final: el Getafe empata con un gol de penalti en el 90

El Getafe salvó un partido que parecía que tenía perdido con un gol de penalti, transformado por Arambarri, cuando quedaba poco más que la prolongación. El Valencia recibe otro golpe cruel en una temporada aciaga después de casi una hora defendiendo como podía el 0-1 logrado por Enzo Barrenechea en la primera parte. Su rival era superior en el juego, pero daba igual si no lograba igualar el encuentro. Hasta que el balón contra la mano de Caufrier arruinó todo su esfuerzo.

Rubén Baraja entendió de inmediato que ese gol era un tesoro que debían proteger con todo. No era el día para ponerse exquisito. Era el día de encerrarse atrás y mantenerse concentrado, con una intensidad muy alta, para contener todos los intentos del Getafe por equilibrar el partido. Tres centrales, dos medio centro retrasado, ninguna floritura. Todo por tres puntos para el colista. Pero no le salió bien la apuesta al Pipo, que acusó el golpe.

El Getafe aún tenía unos minutos por delante en los que estuvo a punto de sentenciar al Valencia. Al equipo blanquinegro lo salvó el de siempre, Mamardashvili, que sacó dos manos decisivas para no salir de vacío del Coliseum Alfonso Pérez. Aun así, el Valencia recibirá al Madrid la próxima jornada de nuevo en la última posición de la clasificación.

El Getafe y el Valencia chapotearon en el fango de LaLiga. La primera mitad del partido en el Coliseum Alfonso Pérez es mejor olvidarla. Fue un partido espeso. Los dos equipos tenían serias dificultades para alcanzar el área rival. Dos conjuntos con muy poco filo. Al principio parecía que el Getafe tenía la ventaja de que no le temblaban las piernas, un mal que se extiende en un Valencia que no estaba preparado, quién lo está, para ser el colista. El lunes ardió Mestalla y el equipo de Rubén Baraja, aún en shock, intentó reanimarse en esta visita donde no encontró sino más dudas.

Pero igual que a veces vienen malas, como se quejaba Baraja después de caer ante Las Palmas, otras cae la moneda y sale cara. Un Valencia muy ramplón se encontró un premio en un córner en el que un remate de Enzo Barrenechea, el primero que hacían los suyos a portería, acabó en gol. Parecía que podía ser suficiente. Pero no lo fue.