El Athletic resiste el acoso de un sorprendente Slavia

Los tres puntos se quedaron en Bilbao, lo mismo que el recuerdo de un Slavia de Praga que pudo conseguir un resultado mejor, porque acogotó al Athletic durante gran parte del choque. Frente a las siete paradas de Agirrezabala, Kinsky solo hizo una, pero los hombres de Valverde realizaron un gran ejercicio de resistencia.

El Slavia salió en tromba en San Mamés, con la intención de hacer daño por la vía rápida. Con un juego dinámico y agresivo, consiguió quitarle la pelota al Athletic y sembrar el pánico en la línea defensiva de los rojiblancos, desbordados por las alas. No salía de su campo el equipo de Valverde, que se dedicaba más a achicar agua que a remar. Le costó un mundo equilibrar el partido y ajustar la presión en el medio campo. Incapaces de mantener el ritmo a esas revoluciones desbocadas del primer cuarto de hora, los checos bajaron la tensión.

Asistía San Mamés anonadado al empuje del Slavia, hasta que comenzó a funcionar la conexión entre los hermanos Williams y Berenguer, de nuevo en la media punta. Poco a poco el partido cambió de tendencia y el Athletic se acercó más al área contraria. El preludio del gol llegó en una acción en la que Iñaki Williams fue derribado en el área y el árbitro señaló penalti. Después de un largo chequeo en el VAR, cuando Nico ya estaba frente al balón, el danés Krogh decidió ir a verlo a la pantalla y señaló la falta previa de Guruzeta.

Pero el Athletic tiene dinamita en las botas, y en el siguiente ataque, Berenguer le dio la pelota a Nico, que disparó desde la frontal, la pelota golpeó en un defensa y despistó al portero Kinsky. Aunque apretó el Slavia al final de la primera parte, aguantó el equipo bilbaíno, gracias a Agirrezabala, que con un par de intervenciones mantuvo la portería a cero.

En la segunda mitad el equipo checo redobló su ofensiva. Ganaban casi todos los duelos los jugadores visitantes y Agirrezabala volvió a aparecer para salvar al Athletic, al que solo Nico Williams oxigenaba en campo contrario. Con los cambios y un Slavia más cansado, aguantó el equipo vasco para sumar los tres puntos.