Un Girona muy apagado cae en Montilivi ante una Real práctica

La Real Sociedad le planteó un partido de papel de lija al Girona y le amargó la noche. Muy implicados los donostiarras en la presión, echando el aliento en la nuca a los futbolistas rojiblancos, consiguieron que los locales se sintieran siempre muy incómodos, como les viene sucediendo esta temporada, muy diferente a la anterior, en la que casi todo les salía bien a los hombres de Michel.

Ya nada parece igual, salvo el es...

La Real Sociedad le planteó un partido de papel de lija al Girona y le amargó la noche. Muy implicados los donostiarras en la presión, echando el aliento en la nuca a los futbolistas rojiblancos, consiguieron que los locales se sintieran siempre muy incómodos, como les viene sucediendo esta temporada, muy diferente a la anterior, en la que casi todo les salía bien a los hombres de Michel.

Ya nada parece igual, salvo el estilo, que es innegociable, pero el fútbol no fluye, todo se hace más previsible, y eso lo aprovechó la Real, para que después de unos minutos de furia del Girona, la ascua se arrimara a su sardina. La jerarquía de jugadores como Oyarzabal, Brais y Zubimendi se fue imponiendo poco a poco, y el partido tan desagradable para los de casa se convertía en cómodo para los forasteros que, además, en los últimos minutos de la primera parte, se adelantaron después de una pérdida del Girona en medio campo, el centro milimétrico de Barrenetxea, tal vez el mejor de su equipo hasta entonces, y el remate de cabeza de Oyarzabal. Noqueados por el gol, los catalanes pudieron encajar otro un minuto más tarde, pero el remate de Sucic se marchó alto.

La charla del descanso no modificó nada en el Girona, más gris de lo habitual, mientras la Real ni siquiera tenía que atrincherarse en su área. Siguió igual el equipo de Imanol durante mucho tiempo, y solo la marcha de Brais Méndez desequilibró en parte su centro del campo. Con Remiro sólido cada vez que llegaban los de casa, solo Danjuma tuvo la oportunidad de empatar en un disparo que resolvió el guardameta. De hecho, el Girona casi no le hizo ni cosquillas a una Real muy práctica que se llevó los puntos de Montilivi sin hacer excesivos alardes.