Laporta buscará la complicidad de la asamblea para callar a la oposición
En una semana en la que sus adversarios alzan la voz, el presidente del Barcelona, que presentará este sábado a los socios un balance en rojo, presume de la recuperación económica del club
Desde que regresó a la presidencia del Barcelona en marzo de 2021, Joan Laporta ha ido pasando por las asambleas generales de socios compromisarios prácticamente sin ningún rasguño. Meses después de recuperar el mando del club, en octubre de 2021, consiguió aprobar la financiación del Espai Barça por 1.500 millones de euros cuando ya tenía otra deuda de aproximadamente 1.350; un año más tarde, en 2022, los socios dieron el visto bueno a la venta de activos del club...
Desde que regresó a la presidencia del Barcelona en marzo de 2021, Joan Laporta ha ido pasando por las asambleas generales de socios compromisarios prácticamente sin ningún rasguño. Meses después de recuperar el mando del club, en octubre de 2021, consiguió aprobar la financiación del Espai Barça por 1.500 millones de euros cuando ya tenía otra deuda de aproximadamente 1.350; un año más tarde, en 2022, los socios dieron el visto bueno a la venta de activos del club, una maniobra financiera que Laporta convirtió en un exitoso concepto de marketing con el eufemismo “las palancas”; y la campaña pasada el relato se centró en defender al Barça del Caso Negreira en lugar de explicar el resultado operativo negativo, es decir que el negocio ordinario del club continuó por quinto año consecutivo en números rojos. Para la asamblea de este sábado (a partir de las 10.00) no se advierte ningún cambio en el escenario político del Barcelona. La atomización de la oposición no debilita el poder de Laporta, ni siquiera en una semana en la que los potenciales rivales del actual presidente azulgrana han levantado la voz.
Hay un asunto, sin embargo, que hace ruido en el barcelonismo: el valor real de Barça Vision, nombre comercial de la filial Bridgeburg Invest S.L., que se dedica a la explotación del negocio de la Web3, los NFT’s y el metaverso. En 2022, la junta de Laporta llamó a KMPG para que validara el valor de la filial. La consultora certificó que el negocio tenía potencial. De hecho, dio el visto bueno para otorgarle un valor de cerca de 400 millones. Un número que a Laporta le sirvió para inflar el resultado del ejercicio, justificado en su momento por la venta de Barça Vision a Socios.com y Orpheus Media. Resultó que el Barça vendió, pero no cobró. Una operación que se traduce en el resultado del ejercicio negativo de 91 millones de la temporada 2023-2024, consecuencia de la provisión de 141 millones por incumplimiento en los pagos.
Es justamente esta orden del día de la Asamblea, la de la aprobación del balance del curso pasado, el punto más controversial que tendrán que votar los 4.331 socios compromisarios convocados. “Hay que votar ‘no’ a las cuentas de Laporta”, aseguró, en una entrevista al Diario Sport, Evarist Murtra, referente del barcelonismo y exdirectivo en las presidencias de Josep Lluís Núñez y Laporta. “Las cuentas de la temporada 2023-2024 se han formulado y cerrado con unas pérdidas de 91 millones y con una irregularidad destacada por la empresa que audita las cuentas del club”, se quejaron siete grupos opositores —Compromissaris FCB, Dignitat Blaugrana, El Senyor Ramon, Seguiment FCB, Sí al Futur, Som un clam, Suma Barça, Transparència Blaugrana y Un Crit Valent—, en un comunicado firmado de manera conjunta.
La protesta no es baladí. Grant Thornton, que auditó el balance del Barcelona, hizo una salvedad en relación a Barça Vision. La firma entiende que el Barça todavía tiene en su patrimonio 208 millones, correspondientes al valor de esta filial del club, que no se ajusta a la realidad. “El valor de la inversión registrada al cierre debería de ser objeto de deterioro”, sugirió Grant Thornton. “La operación de Barça Vision es la operación ficticia más espectacular del mundo del fútbol”, se sumó a las críticas Víctor Font, candidato a la presidencia en las últimas elecciones. Pero Laporta defiende sus cuentas: “Damos 91 millones de pérdidas que son atribuibles a un impago, pero ese resultado es un ejercicio de prudencia y transparencia. El auditor habla de ‘imposibilidad de cuantificar’ el valor de Barça Vision, pero no dice en cuánto hay que bajar el valor”. Según fuentes del club, que el Barcelona haya podido vender por 40 millones una parte de los impagos a la empresa de catering Aramark justifica el valor actual de Barça Vision. “Pueden aparecer nuevos inversores”, subrayan.
Hay una situación que, según distintos grupos opositores, beneficia a Laporta para que los compromisarios aprueben sus números: la asamblea será telemática. “No se genera el chup-chup” necesario para la crítica, aseguran. “Que sea telemática la hace más participativa y tenemos datos que lo demuestran”, defendió Laporta, que presentará un presupuesto para la campaña 2024-2025 con cinco millones de beneficio. Un resultado positivo que se apoya en dos puntos claves: el primero, el acuerdo con Nike que eleva los ingresos comerciales de 374 millones a 446. “Será el mejor contrato del mundo del fútbol”, explicó Laporta en Barça One. Nike, además, facilitará al Barcelona regresar a la normalidad con el fairplay financiero de LaLiga, lo que se traduce en recuperar la regla de la norma del 1-1 (un euro que sale en sueldos equivale a un euro que entra) para así fichar sin restricciones económicas.
La segunda clave en el presupuesto es el regreso al Camp Nou. El Barcelona tiene previsto regresar a su casa el año que viene y esa idea se ve reflejada en el presupuesto: los ingresos del estadio se agrandan en 28 millones, de 126 a 154. “El barcelonismo está ilusionado por el 125 aniversario —Miquel Barceló diseñó el cartel del 125 aniversario del Barça—, por el nuevo campo, por la recuperación económica del club, que se ha puesto en marcha respetando el modelo de propiedad... Ilusionado por el equipo de Hansi Flick, goleador, con mucha gente de casa... La Asamblea llega en un buen momento. Será un acto de exaltación del barcelonismo”, celebra Laporta.
La oposición, sin embargo, no piensa lo mismo. “El Barça está en peligro de extinción y en situación de emergencia. Hay crisis social, institucional, ética y económica y todo eso influye en lo deportivo”, respondió Joan Camprubí i Montal, nieto de Agustí Montal, presidente del Barcelona entre 1969 y 1977, y bisnieto de Agustí Montal, que presidió el club entre 1964 y 1952. Camprubí es el líder de Som un Clam, grupo opositor que salió al juego este jueves frente a 1.500 personas. La asistencia a la presentación de Camprubí es considerable, también la insistencia de Font y la activación de los distintos grupos opositores. Pero a Laporta parece que no hay nadie que lo frene. Este sábado tendrá su escaneo público en una asamblea que hasta ahora, en su segundo mandato, siempre le ha levantado el pulgar.