El Sevilla puntúa en San Mamés con un gol en propia puerta del Athletic

El Sevilla arrancó un punto de San Mamés en el descuento, cuando el Athletic jugaba con un futbolista menos, aunque en la práctica parecía que su inferioridad era todavía mayor, porque después de la expulsión de Agirrezabala, en un error que le obligó a zancadillear a Lukebakio, se echó atrás como si tuviera que defender Numancia. Marcó el sustituto en la portería, Alex Padilla, después del despeje al larguero de Unai Núñez que le rebotó en el pie y entró. En la primera parte, Jauregizar había adelantado a los rojiblancos.

Lo paradójico es que con la misma inferioridad, y tras recibir el tanto, los bilbaínos pudieron anotar otro gol después de que se lanzaran desaforadamente al ataque en los últimos minutos del descuento.

Dicen por Bilbao que el viento sur es portador de malos augurios en San Mamés. El sábado hacía frío en el Bocho, preludio de lo que vendrá según avance el otoño, pero el domingo amaneció con sol, temperaturas casi de playa y ese viento sur temido desde los tiempos de Zarra, o tal vez antes.

Así que los más picajosos con este asunto ya tienen la coartada, porque el Athletic rompió su racha después de tres victorias consecutivas y tras empatar en Roma, en la Liga Europa. El Sevilla no se rindió nunca y plantó cara para sumar un punto que es un bálsamo que cura algunas heridas.

Valverde ordenó más rotaciones en el equipo, aunque los dos hermanos Williams estuvieron sobre el césped y muy activos, como en una acción en la que la carrera del pequeño y su centro posterior, no encontró a Iñaki, que llegó tarde por milímetros. Dominaba el Athletic, aunque no gobernaba el medio campo, y por eso el Sevilla conseguía desplegarse hacia el terreno local. Sin embargo, Jauregizar inauguró el marcador en su primer gol con la camiseta del Athletic, y allanó el camino. Un minuto más tarde, Iñaki pudo sentenciar, tras un despiste defensivo que le dejó solo, con la portería vacía, pero estuvo lento y no acertó con el remate.

Al Sevilla solo le quedaba seguir porfiando en busca del empate, y en la segunda parte tuvo una opción con el disparo de Lukebakio, que se estrelló en el poste, pero replicaba el Athletic con la velocidad de sus puntas. Una combinación entre Berenguer y Nico acabó con el disparo del primero, fuera por centímetros, y a falta de un cuarto de hora, el equipo bilbaíno dispuso de una doble ocasión para Guruzeta y Nico, que acabó en el limbo.

Luego llegó la expulsión de Agirrezabala y comenzó a intervenir el factor sicológico. Se volcó el Sevilla, se arrugó el Athletic, y en ese acosó Ejuke, que castigaba a los bilbaínos por la izquierda, sembraba el pánico con sus carreras. En el minuto 89 creó una ocasión con un centro paralelo al área pequeña, pero Lukebakio, que entró al remate, la envió por encima del larguero, consiguió centrar al área, Núñez tocó de cabeza, la pelota golpeó en el palo y al caer, tropezó en Padilla para alegría de la parroquia sevillista. Y, cosas del fútbol, el Athletic se enrabietó con ese tanto, y estuvo a punto de volver a marcar para ganar el partido.