El Athletic impone su jerarquía en Leganés

Llovía con ganas en Leganés cuando salieron los 22 futbolistas al campo, y no paró de hacerlo hasta mucho después, aunque aparecía el sol en el horizonte, como un holograma que se burlaba de los protagonistas y de los más de 8.000 valientes que se mojaban en las gradas. Ya es mala suerte para un campo de fútbol —que no para los de cultivo—, una precipitación tan inoportuna que ralentizó el juego de los dos equipos, que se limitaron durante la primera mitad a aguantar el chaparrón y poco más. Dominaba el Athletic y a veces, el Leganés salía en tromba al contragolpe, aprovechando el adelanto de la zaga visitante, pero a sus delanteros les faltó tino, sobre todo en una doble ocasión que neutralizó Agirrezabala, y que pudo ser triple cuando el portero tropezó con Núñez mientras buscaba un balón bombeado.

Al margen de eso, casi no pasaba nada sobre el césped de Butarque, que aguantó el agua hasta que paró de llover. A los bilbaínos, que se les presumía más mordiente, les faltó ese filo para penetrar en la zaga local, con las bandas bien tapiadas y Rosier vigilante siempre de las incursiones de Nico Williams, que se marchó al descanso lesionado, cuando en la penúltima acción de la primera parte se dobló el tobillo en una pugna con Haller, que entró fuerte al balón y propició la mala caída del delantero internacional.

No compareció el menor de la saga en la segunda parte, y salió Guruzeta en su lugar. Pocos minutos después, Valverde ordenó un triple cambio. Dio entrada a Iñaki, Sancet y Prados, habitualmente titulares, pero que descansaban por la acumulación de partidos que llega, y el Athletic comenzó a imponer su jerarquía. Apretaron más los bilbaínos y el Leganés reculó un tanto, pero aunque no creaban situaciones claras los hombres de Valverde, cualquier detalle podía cambiar el partido. Hubo dos, consecutivos, que lo hicieron. El primero, el gol que abrió el marcador. Después de un saque de esquina y varios rebotes, Guruzeta tocó para Vivian, que disparó, no demasiado fuerte, pero el balón golpeó en Jorge Sáenz, despistó a Soriano y se coló en la portería, ante la alegría de la enorme parroquia rojiblanca de la grada.

Apenas un minuto más tarde, el Leganés botó una falta desde la medular, Haller remató de cabeza y batió a Agirrezabala. Podría haber sido el empate, pero hubo banderín arriba y el VAR ratificó el fuera de juego. Se volcó el Leganés buscando igualar, y dejó bastante desguarnecida su defensa, así que lo aprovechó el Athletic en un balón largo a Gorosabel, que remontó la banda derecha para centrar en paralelo al área, donde Iñaki Williams apareció para fusilar al guardameta local.

Pudo acortar el Leganés, tras un error defensivo de Núñez, pero el disparo de Diego se fue al palo. Después, los pepineros empujaron lo que pudieron, que no fue demasiado, y el Athletic consiguió su segunda victoria consecutiva a domicilio para instalarse con diez puntos en la zona media alta de la clasificación.