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Los puentes entre el Barcelona y el Girona

Ambos equipos se reencuentran este domingo en Montilivi en la quinta jornada de Liga con seis jugadores con pasado y presente azulgrana y gironí

Oriol Romeu, el pasado 29 de agosto en Montilivi en el partido ante Osasuna.Europa Press Sports (Europa Press via Getty Images)

Más que coincidencias unen al Barcelona con el Girona, que se enfrentan este domingo en Montilivi (16.15, Movistar). Más que encuentros y desencuentros —dos veces perdieron los culés ante el equipo de Míchel la temporada pasada—, más que jugadores que han ido y venido, que han deseado quedarse o irse. El Barcelona, con Hansi Flick al frente del banquillo, lleva un pleno de victorias, y aunque la plantilla ha cambiado poco —la gran novedad es el fichaje de Dani Olmo, y la gran pérdida es Gündogan—, los resultados son hasta ahora ilusionantes. En cambio, en el Girona, quinto en Liga y de estreno...

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Más que coincidencias unen al Barcelona con el Girona, que se enfrentan este domingo en Montilivi (16.15, Movistar). Más que encuentros y desencuentros —dos veces perdieron los culés ante el equipo de Míchel la temporada pasada—, más que jugadores que han ido y venido, que han deseado quedarse o irse. El Barcelona, con Hansi Flick al frente del banquillo, lleva un pleno de victorias, y aunque la plantilla ha cambiado poco —la gran novedad es el fichaje de Dani Olmo, y la gran pérdida es Gündogan—, los resultados son hasta ahora ilusionantes. En cambio, en el Girona, quinto en Liga y de estreno en Champions, el plantel es otro, muy distinto al de la anterior temporada. “No espero un partido más difícil que el año pasado, sino diferente, porque el entrenador y lo que hacen los son. […] No podemos comparar mi equipo con el del año pasado. No es mejor ni peor, es diferente”, aseguró Míchel en rueda de prensa. El técnico madrileño sigue siendo el artífice del equipo, que se ha reconfigurado con 13 bajas y 11 llegadas. Algunas de las salidas, como la de Savinho, fueron muy sensibles, mientras que otras, como el regreso de Oriol Romeu o el intento fracasado por mantener a Eric García, demuestran los puentes entre ambos clubes.

El primero ansiaba su regreso a Girona. Se marchó en el verano 2023 con la difícil misión de ocupar el vacío que dejaba Sergio Busquets. En el once de Xavi prometió ser una pieza clave, pero su figura fue desapareciendo con el tiempo hasta disiparse y ocupar el banquillo en la mayoría de encuentros. Entonces, el Barcelona aceptó su salida en modo de cesión —les venía bien liberar una ficha— y Míchel siempre le dejó la puerta abierta. “Nos puede ayudar en los retos que nos vienen. Su deseo para volver fue clave y no era fácil”, aseguró esta pasada semana Quique Cárcel, director deportivo del club gerundense. Regresó para ser feliz bajo las órdenes de Míchel, con el que ya ha jugado los cuatro partidos de Liga, tres como titular, y ha acumulado 241 minutos. Este domingo no podrá sumar ninguno por la cláusula del miedo.

No tuvo igual destino Eric García. Su deseo era el mismo. También el del entrenador, ya que fue un pilar la temporada pasada con 32 partidos completados, cinco goles y 2.670 minutos acumulados durante su cesión. También el de Cárcel. Y así lo dijo: “Lo he pedido, lo he intentado, pero no ha podido ser”. Desde Montilivi esperaron hasta el final, pero las lesiones de Marc Bernal y Andreas Christensen frustraron sus esperanzas. El defensa se quedó en Barcelona y Flick lo alineó en tres partidos de las cuatro primeras jornadas ligueras.

Eric García se colgó este verano el oro olímpico junto a Pau Cubarsí. El joven central es precisamente el caso contrario a sus compañeros. Nació y creció en la base del Girona, pero prefirió el Barcelona —aterrizó en 2018 en La Masia— y ahora es una de las jóvenes promesas junto a Lamine Yamal. El curso pasado sorprendió, y Flick ha confiado en él dándole la titularidad en todos los partidos hasta ahora.

Al Barcelona también ha llegado este verano Pau Víctor. El delantero estuvo en la residencia del Girona, jugó dos años en el juvenil y otros en el filial, donde alternó con el primer equipo. Pasó por el Sabadell como cedido y al año siguiente recaló en el Barça Atlétic. “Tenía una oferta del primer equipo y quería ir sí o sí al Barça. Lo tenía clarísimo”, confesó Cárcel. “Cuando te llama el Barça… es difícil decir que no”, aseguró el atacante en una entrevista a L’Esportiu. Y siguió: “El Girona tampoco me transmitió la confianza del año anterior, y tampoco me acabé de sentir del todo valorado por su parte”. De momento, ha participado en tres encuentros —apenas algunos minutos— con el primer equipo azultrana este curso.

También Pablo Torre estuvo cedido el año pasado en el Girona, aunque no fue titular habitual. Abel Ruiz, con pasado en las categorías inferiores del Barcelona y tras una buena actuación en Portugal, firmó este verano por el equipo gironí, con el que ha jugado los cuatro partidos de Liga y ha marcado dos goles. 134 días después del último partido en Montilivi, el Barcelona regresa al estadio que el año pasado le atormentó en el que será un encuentro de viejos conocidos.

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