La ascensión de David Raya, de la quinta inglesa a la continuidad en la portería de España

El verano de 2019 en el que contrató a David Raya, el Brentford, entonces en la segunda inglesa, también fichó a Joel Valencia, ecuatoriano criado en Zaragoza. Se hicieron amigos enseguida y pasaban mucho tiempo en casa del portero. “Era más grande que la mía”, ríe Valencia desde Polonia, donde juega en el Zaglebie Sosnowiec. Un día bajó a la habitación de Raya y se encontró una especie de hoja de ruta en la pared: “Tenía como una lista de objetivos: jugar en la Premier, en la selección española…”, recuerda Valencia.

Pese a lo lejos que todo aquello parecía, a él no le pareció descabellado. De hecho, le decía cosas similares desde que empezaron a entrenar juntos: “Tranquilo, que vas a ir a la selección. Era muy pesado con eso, hasta aposté con él, pero es que sabía que en cuanto lo vieran más en otro equipo, o en la Premier…”. El propio Raya recordó la insistencia de su amigo después de debutar en la Eurocopa con España el pasado junio contra Albania. En la anterior Eurocopa habían ido juntos, con algunos amigos, a ver el España-Italia en Wembley, donde unas semanas antes había ascendido a la Premier con el Brentford: “Él confiaba muchísimo en mí y me dijo: ‘En unos años estarás tú en la selección”. Nueve meses más tarde, Luis Enrique lo incluyó por primera vez en una lista y le hizo debutar, curiosamente, también contra Albania.

Quizá el siguiente punto de la hoja de ruta de la pared de Raya sería disputar dos partidos seguidos con España, algo que podría suceder este domingo en Ginebra (20.45, La1). La Roja se enfrenta a Suiza en la segunda jornada de la Nations League después del empate del jueves contra Serbia en Belgrado (0-0). Luis de la Fuente sabía ya desde la Eurocopa que iba a perder varios meses a Unai Simón, que necesitaba cirugía en la mano derecha. Le operaron en Madrid el 18 de julio, solo cuatro días después de ganar la Euro.

El médico que le operó, Francisco Piñal, contó que el portero sufría “una rotura del ligamento que hay entre el escafoides y el semilunar”, lo que según sus estimaciones podría suponer “entre cuatro y cinco meses de baja”. En el Athletic son algo más optimistas, pero en cualquier caso el seleccionador ya tenía en cuenta que su baja casi seguro que le dejaría fuera para los seis partidos de la Nations, programados desde ahora hasta noviembre, lo que abre otra oportunidad para el avance de Raya, que ha sido la única alternativa al portero del Athletic. De los 19 partidos en que han coincidido ambos con De la Fuente, Unai ha sido titular en 15 y el meta del Arsenal, en cuatro. La siguiente opción, Álex Remiro, solo tuvo los segundos 45 minutos en un amistoso contra Colombia en marzo, cuando entró precisamente por Raya.

Cuando todo esto aún quedaba muy lejos, Joel Valencia se quedó con un rasgo que le convenció de que le iría bien la apuesta con su amigo: “Los porteros fallan, y él lo sabe. Lo que tiene él es que le da igual, y va a estar bien en la siguiente jugada. Tiene una fortaleza mental increíble”, dice. “Arriesgará y cometerá fallos, sí, pero el beneficio será mayor. Lo veía en Championship, donde el portero no está tan protegido. Por ejemplo, en el balón parado, que igual falló un par de veces, porque también hay muchas faltas que no te pitan… Pero yo creo que dentro de su cabeza piensa: ‘Soy el mejor”.

Algo de eso hay. Lo ha trabajado. Desde que hace años leyó un libro y comenzó a confiar en el poder de la ley de la atracción: “Es ser muy positivo contigo mismo, creer muchísimo en ti. Intentar ponerte objetivos e intentar ser muy positivo hacia ellos. Si tú piensas positivamente esas cosas, las vas a atraer. Yo soy una persona muy positiva, que confío mucho en mí mismo y la verdad es que eso me ha ido muy bien”, explicó hace unos días cuando se incorporó a esta convocatoria en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.

Todo eso funciona apoyado sobre el trabajo y el talento. A Valencia le impresionó desde que empezaron a entrenar juntos con el Brentford: “Lo vi desde el primer día. Pongo un ejemplo. Hay veces que chutas mal y un poco por eso metes gol; y otras veces que te sale perfecto y te hacen un paradón. Pues David iba bien hasta cuando chutabas mal. Era diferente. Y no solo como portero. Con los pies era mejor que cualquier jugador, y eso es muy bueno para el fútbol moderno, para el estilo de la selección y del Arsenal. Pero sobre todo es buena gente”.

Ese cóctel produjo un viaje inusual. Con 16 años el Cornellà le envió al Blackburn, donde no convenció por bajito. Así que le cedieron al Southport, en la quinta división inglesa, desde donde comenzó su escalada: primero de vuelta al Blackburn y luego al Brentford en segunda desde donde ascendió a la Premier. La temporada pasada jugó cedido en el Arsenal, donde terminó superando a Ramsdale, el portero local. Al final de curso, el equipo de Arteta ejecutó la opción de compra y ahora es uno de los candidatos a jugador del mes de agosto en la Premier después de una parada increíble a Watkins, con quien coincidió en el Brentford y que se fue antes que él a la Premier: “Es una parada que se repite mucho en los entrenos. Hacemos muchas acciones de tirarte, levantarte e ir a por otro balón. Pero el contexto es diferente, es un partido y hay que intentar replicarlo ahí”. El trabajo, el talento y la atracción.

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