La falta de gol y el Espanyol atascan al Atlético

La falta de gol en la primera media hora y un fútbol espeso para desmontar el eficaz sistema defensivo del Espanyol durante una hora provocaron el primer traspié serio del Atlético en esta Liga. Un empate dañino, de los que se recuerdan cuando se mira la tabla con el curso avanzado. Dominó mucho el Atlético, pero cuando se vio apurado para encontrar soluciones en el tramo final se nubló. Sus dos grandes fichajes para la delantera, Julián Alvarez y Sorloth, contemplaron el empate en el banquillo después de ser reemplazados. El primero en el descanso, el segundo a falta de 20 minutos, cuando a Simeone le asustó una contra del Espanyol y metió a Reinildo.

En la búsqueda de un once y con el ojo puesto en la exigente cita en San Mamés, Simeone activó las rotaciones en todas las líneas. En defensa, le concedió una oportunidad a Molina, marcado aún por su mala temporada pasada y el arranque imponente de Llorente. También entró Witsel, señalado ante el Villarreal por falta de velocidad. En el medio, el mando lo tomó Koke en vez de Barrios y en ataque se ausentó Griezmann y formaron pareja Sorloth y Julián Alvarez. Al Cholo tampoco le pareció el Espanyol, un recién ascendido, un rival adecuado para juntar de inicio al noruego y al argentino con el francés. Tampoco en el segundo acto, cuando sentó al argentino en el descanso.

Sí mantuvo Simeone el carril izquierdo Riquelme-Lino, que en el gris partido ante el Girona ya fueron de lo mejor. Y por ese costado se desató el vendaval con el que el Atlético encajonó al Espanyol en la primera media hora. Robó rápido y arriba y acogotó a su rival. Julián Alvarez pudo estrenarse en un centro atrás que le regaló Riquelme, pero se encontró con un buen vuelo a media altura de Joan García. Luego, dirigió alta una pelota que le cayó en un saque de esquina peinado por Witsel. También Lino estrelló la pelota en el palo tras un pase filtrado de De Paul. Sorloth martilleó con dos buenos cabezazos y un remate mordido que no encontraron puerta. De esa salida mandona, en la que el Espanyol dio por bueno salir indemne refugiado en las paradas de Joan García y en su defensa de cinco, el Atlético no pudo abrir la lata. Si contra el Girona se encontró con dos regalos sin apenas generar juego, anoche le faltó tino para concretar su hegemónica primera media hora. Tardó más de veinte minutos el Espanyol en asomarse al área de Oblak. Creció el equipo de Manolo González tras la pausa de hidratación. Ajustó la salida de la presión, y se entonaron el checo Král y Aguado, sus dos mejores jugador ayer de largo. Este cazó en semifallo un pase raso de Tejero y la pelota le cayó franca a Puedo con Oblak vencido en el suelo. El atacante perico remató por encima del larguero. A la primera jugada elaborada, el Espanyol pudo ponerse por delante en el marcador. El Atlético había bajado las revoluciones, pero, aun así, le dio para acabar el primer acto en el área del Espanyol con sendos remates de Lino y Sorloth.

El empate inquietaba a Simeone, que operó con tres cambios. Sentó a Julián Alvarez, Molina y Lino. Entraron Griezmann, Llorente y Barrios. La terna nueva le dio brío al arranque de la segunda parte. Ligaron un par de jugadas atacando los espacios y cortando el área que no encontraron rematador. Koke sí acertó a empujar un despeje de Joan García a un centro lateral y Riquelme, para asegurar que la pelota entraba, la empujó sobre la línea de gol. El meta del Espanyol estaba fuera de la meta y solo había un defensor por detrás de él. Sobre el segundo, que hubiera validado el gol, el VAR detectó que Riquelme tenía media bota por delante. La fluidez con la que irrumpió el Atlético en el primer cuarto se difuminó. Su fútbol se empastó y el trabajo defensivo del Espanyol sacó de punto a los rojiblancos. Quiso meter más dinamita Simeone y dio vuelo a Correa sacrificando a De Paul. Tampoco se desatascó el Atlético. Para colmo, el Espanyol sacó una contra en la que Cheddira obligó a Oblak a una buena intervención. La típica señal en la que Simeone teme una derrota en una jugada suelta y ejecuta cambios en busca de una solidez que permita el ataque. Así que entró Reinildo por Sorloth, con lo que descartaba la vía área para un final en el que se podría prever un torrente de centros al área. Solo pudo generar una ocasión el Atlético en más de una hora, una contra dirigida por Griezmann y acompañada por Riquelme que este remató forzado. En la última jugada, Riquelme volvió a marcar en fuera de juego. El Atlético primero se peleó con el gol y después con el juego.

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