Betis BET
1
Bartra 5'
Girona GIR
1
Gabriel Misehouy 71'
Finalizado

El Girona todavía conserva su esencia y frustra al Betis

Los cambios de Míchel revolucionaron un partido dominado por los béticos hasta el empate de Misehouy

Marc Bartra hace el gol del Betis ante el Girona este jueves.

El Betis y el Girona empataron en un partido bastante igualado, con ocasiones por ambos bandos y jugado en una auténtica caldera. Dos buenos equipos que se están formando y donde la diferencia estuvo en los banquillos. Más bien en la aportación de los cambios. Pellegrini apostó por jugadores de ataque como Abde y Rodri cuando ganaba 1-0 y no reforzó su centro del campo. Míchel se sacó de la manga la calidad de un futbolista como Almena y la fuerza y el gol de Misehouy. Ahí se forjó el empate del Girona, un conjunto de excelente dominio del balón, con el sistema bien aprendido y mucho bagaje acumulado. El Betis, mejor en el primer tiempo, necesita un delantero como el comer. El Girona le quitó el balón y se hizo de forma meritoria con el empate.

BETBetis
1
Rui Silva, Diego Llorente, Marc Bartra, Youssouf Sabaly, Romain Perraud, William Carvalho (Johnny Cardoso, min. 76), Juanmi (Abde Ezzalzouli, min. 58), Pablo Fornals (Rodri, min. 58), Marc Roca (Sergi Altimira, min. 76), Nabil Fekir y Aitor Ruibal (Chimy Ávila, min. 69)
GIRGirona
1
Paulo Gazzaniga, Arnau Martínez, Daley Blind, David López, Miguel Gutiérrez, Iván Martín, Yangel Herrera (Gabriel Misehouy, min. 69), Oriol Romeu (Jhon Solís, min. 65), Portu (Iker Almena, min. 65), Bryan Gil (Cristhian Stuani, min. 80) y Abel Ruiz (Ladislav Krejcí, min. 80)
Goles 1-0 min. 5: Bartra. 1-1 min. 71: Gabriel Misehouy
Arbitro Miguel Ángel Ortiz Arias
Tarjetas amarillas Romain Perraud (min. 82), Aitor Ruibal (min. 86)

El Villamarín era un horno a 35 grados cuando Bartra se elevó a los cinco minutos para hacer el 1-0. Un buen córner de Fekir y el despiste de la defensa del Girona premiaron a un Betis que salió con una marcha más ante el rival catalán, de Champions, pero en plena construcción. Lleno de automatismos que recuerdan al gran equipo del curso pasado, aunque sin la calidad determinante de los ausentes. Mientras llora por esas ausencias, y ante tanto calor, el Girona se sobrepuso a su inquietante inicio. Lo hizo porque era una locura que el Betis aguantara esa presión desatada muchos minutos y también porque tiene jugadores de mucha calidad y peso, caso de Iván Martínez y Herrera. Pero Gil no es Savinho ni Abel Ruiz, Dovbyk, al menos de momento. El Betis, replegado, con poco balón y peligroso al contragolpe, tuvo el 2-0 en una buena jugada en ataque en la que Gazzaniga frustró a Aitor Ruibal. Si no hay delantero tras las marchas de Borja y Willian José, Pellegrini se sacó de la manga la alineación de Ruibal de delantero. Son las cosas del chileno, impecable en el banquillo verdiblanco.

Dominó y tocó el Girona, pero apenas llegó. E incluso alguna pérdida de Oriol Romeu el Betis llegó con velocidad al área catalana. Míchel se desesperaba en la banda. Su Girona no tenía el colmillo de la pasada temporada.

El espíritu de resistencia del conjunto andaluz se fue ablandando con el paso de los minutos. El Girona tuvo mucho el balón. Solo le faltaba finura para lograr el empate, que iba mereciendo por su fútbol. La tuvo Abel Ruiz, pero su lanzamiento se fue al poste. Fueron los cambios los que le cambiaron la cara al partido. Pellegrini sacó a Abde y Rodri al campo, mientras que Míchel se la jugó con futbolistas desconocidos como Almena y Misehoy. Ambos se fabricaron un golazo para que el Girona empatara. Y lo hizo con justicia. El jugadón de Almena, que retrató al debutante Perraud, permitió el remate en franca ventaja de Misehouy. Pellegrini refrescó tarde su centro del campo. Cuando lo hizo, el Betis ganó en fuerza y Ávila tuvo una clara ocasión. Su lanzamiento se fue al larguero.

El partido se convirtió en un bonito espectáculo en el tramo final. El Betis rozó el 2-1 en dos acciones de Jhonny, errático en la definición. También salvó Gazzaniga un buen remate de Rodri. Pero la sensación que flotaba en un Villamarín casi lleno era la de que el Girona llegaba mejor y creaba más peligro.

Con el choque enloquecido y la grada gritando por el 2-1, cualquiera de los dos equipos se pudo llevar el partido. El Betis necesita más mordiente arriba y el Girona mostró que la esencia de su grandeza sigue intacta. Lo que no pudieron ofrecer jugadores como Gil o Abel lo mostraron Almena, Solís o Misehouy. Al conjunto catalán le queda un gran desafío por delante con la Champions y multitud de partidos. Guarda automatismos excelentes aunque le falte algo de calidad. Míchel sigue siendo su mejor exponente, garantía de continuidad.

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