La presentación de Kylian Mbappé con el Real Madrid: “Sabía que este era mi destino”

Hace cinco años, antes de que la pandemia confinara el planeta y el Madrid reformara el Bernabéu, el club abrió por última vez el estadio para presentar a un jugador. Fue por Eden Hazard, todavía entonces un futbolista pujante, una esperanza blanca por la que la entidad pagó 120 millones de euros. Sin embargo, aquel día de junio, una parte importante de los 50.000 aficionados que acudieron a la llamada dedicaron la ocasión para pedir el fichaje de Kylian Mbappé. Lo que ha sucedido entre el francés y la entidad en este lustro resulta casi inabarcable (y sin el casi), pero sí, el nuevo Chamartín recibió este martes al mediodía al gran deseado, con el dorsal nueve, después de años de intentos, marchas atrás y mil elucubraciones.

“Sabía que mi destino era firmar por el Madrid. Era la única opción. Tenía ofertas de otros clubes y siempre les decía lo mismo: si me iba de París, era al Madrid”, explicó el delantero de 25 años, vestido con traje negro y camisa blanca. Y no quiso decir mucho más sobre el eterno proceso de fichaje. Ni cuándo lo decidió de forma definitiva ni qué sucedió en el pasado para que la firma no se terminara de estampar. “En el fútbol pueden pasar muchas cosas”, despejó ante el pelotón de periodistas que tuvieron acceso a la sala de prensa del Bernabéu (otros muchos se quedaron fuera). Sí desveló, eso sí, que entre las maniobras de seducción para firmar por el Madrid estuvieron los mensajes de Vinicius, que se unió a sus compañeros de selección franceses para tratar de convencerlo de que diera el paso.

Pese a la poca concreción a la hora de ofrecer detalles, el agotador trayecto de esta contratación no dejó de flotar en el ambiente mientras decía sentirse un “privilegiado” y no paraba de besarse el escudo ante la masa que llenó el Bernabéu. “Estás aquí porque tú has querido. Solo tu fuerza de voluntad ha sido capaz de superar todas las adversidades. Gracias por hacer un esfuerzo que muchos ni imaginan”, le dijo Florentino Pérez sobre el escenario.

“Hoy se cumple mi sueño, soy un chico feliz”, respondió el jugador, que apareció en la sala de prensa con una maqueta del Bernabéu que le regaló su familia con ocho años. “Quiero dar las gracias al presidente. Han pasado muchas cosas, pero gracias. Y a todas las personas que trabajaron para que estuviera aquí. Sé que fue difícil”, abundó el delantero, recibido también por el presidente de honor, José Martínez Pirri, y Zinedine Zidane, que lo invitó un día de diciembre de 2012 a Valdebebas. El inicio de una relación que ha tardado en hacerse carne. “Uno, dos y tres, ¡hala Madrid!”, cerró Mbappé ante la gente, igual que Cristiano Ronaldo (su “ídolo”) en 2009, mientras no paraba de besarse el escudo.

Más que explicar el pasado, Kylian Mbappé quiso hablar del futuro y su necesaria adaptación al equipo. No paró de aludir una y otra vez que eso es lo que más le mueve ahora. “Vengo con humildad y ambición. La prioridad es adaptarme al colectivo. Eso lo quiero hacer lo antes posible. Llego aquí y me tengo que adaptar. No quiero meter un gol e irme a casa. Espero estar a la altura del club”, señaló.

Sobre su posición el campo, se agarró al manual: no le inquieta, lo que diga Ancelotti. “Jugaré donde el míster me diga. Puedo hacerlo en las tres posiciones del ataque, como lo he hecho en el PSG, Mónaco y la selección francesa. Para mí, eso no es un debate”, trató de cerrar sobre una cuestión que dará que hablar, al menos, en el arranque. Otra cuestión por decidir será si debe operarse de la nariz tras rompérsela en el estreno de la Eurocopa. “Estoy en contacto con el staff médico. Ellos me darán la información de qué tengo que hacer”, zanjó.

El Madrid presentó a Mbappé, pero la mañana empezó con el Madrid presentándose ante Mbappé. En el escenario, al francés le esperaban las 15 Copas de Europa, en los videomarcadores le recordaron que el equipo había logrado seis en los 10 últimos años, en las pantallas fueron pasando imágenes de las 15 Champions y la cuenta atrás del acto arrancó desde 15. Fue un Kylian, llegas aquí con 15. Contigo esperamos más. “Viene para ayudarnos a seguir ganando”, les dijo Florentino Pérez a la masa que esperaba la aparición del nuevo ídolo.

Superada la pandemia y con el estadio listo para ser exhibido a lo grande, el Madrid recuperó el show de sus presentaciones. Y nadie mejor, ni más perseguido, que Mbappé para colocarlo en el centro del escaparate, con las localidades agotadas y la muchachada agitada. La fantasía que dio carrete a años de ruido alrededor de su posible fichaje se hizo real. “Un acto histórico”, se felicitó Florentino Pérez. La sesión matinal, en realidad, mostró la bicefalia de la entidad: en el fondo norte, el escenario de Mbappé; y en el sur, un arco metálico para los cuatro conciertos de la próxima semana de Karol G. Fútbol y negocio bajo el techo cerrado del viejo Chamartín.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.