Carlo Ancelotti: brócoli, salmón y pasta antes de la final de Champions

El entrenador del Real Madrid afirma que la semana de preparación contra el Dortmund es para “disfrutar”, y que “el miedo y los sudores fríos” no le asaltan hasta antes del partido

Carlo Ancelotti, este lunes en el entrenamiento del Real Madrid.Samuel Sánchez

Vinicius, el día de la final de la Champions comerá pasta y puré de patatas. Antonio Rüdiger será algo más ortodoxo: pasta con salsa boloñesa. Pero ninguno de los jugadores del Real Madrid que compareció este lunes puso cara de mucho convencimiento cuando se enteró del menú del sábado de Carlo Ancelotti: brócoli, salmón y pasta.

A seis días de la cita de Londres contra el Dortmund, Carletto apareció relajado, capoteando los focos y entrando en detalles más personales que tácticos de otra final ...

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Vinicius, el día de la final de la Champions comerá pasta y puré de patatas. Antonio Rüdiger será algo más ortodoxo: pasta con salsa boloñesa. Pero ninguno de los jugadores del Real Madrid que compareció este lunes puso cara de mucho convencimiento cuando se enteró del menú del sábado de Carlo Ancelotti: brócoli, salmón y pasta.

A seis días de la cita de Londres contra el Dortmund, Carletto apareció relajado, capoteando los focos y entrando en detalles más personales que tácticos de otra final para él. “La sexta”, le dijeron; pero él puntualizó al instante: “la novena”. Incluyó sus tres como jugador. En total, ha levantado cuatro como técnico y dos como futbolista.

¿Y qué hace en esta larga espera un hombre con tanta suela gastada en la élite y que vive un revival tan inesperado como exitoso? “Disfrutar”, respondió nada más sentarse este lunes ante dos centenares de periodistas. El entrenador que confesó hace unos meses que su cargo conlleva “más sufrimiento que felicidad”, aseguró que los padecimientos no le acosarán hasta poco antes de la final. “El miedo llegará, pero antes quiero disfrutar, y lo haré”, insistió, como si la experiencia le hubiera dejado claro hace mucho que el balón puede ser tan traicionero que conviene hacer bueno ese mandamiento de la autoayuda de saborear el camino.

Carlo Ancelotti, este lunes, durante una rueda de prensa en la ciudad deportiva del Real Madrid. Samuel Sánchez

Después de comer, detalló, tratará de echarse una siesta. “Luego, todos los pensamientos del partido. Y antes de la charla con el vestuario, el corazón se me pondrá a 110-120 pulsaciones por minuto. Aparecerán los sudores fríos. Esto es bastante normal, tengo experiencia. Y cuando empiece el partido, volverá a su ritmo normal”, apuntó. A los futbolistas, contó, lo mejor para bajarles la tensión en la previa es darles “informaciones bastante claras para quitar el estrés”. “Si tienes claro qué hacer, estás más tranquilo”, subrayó el entrenador.

El preparador de Reggiolo comentó que se espera un rival “con lucha y pelea que lo hace bien en todas las facetas”, sobre todo en las transiciones, y volvió a reivindicar “la actitud y el compromiso para salir de todos los problemas” de la temporada. “Ahora todo se olvida, pero nosotros no olvidamos las lesiones de Courtois, Militão, Alaba, Vinicius, Tchouameni, Camavinga…”, enumeró Ancelotti. “Tenemos que meter la guinda la pastel”, reclamó.

“Si te digo el portero, se acaba el debate”

La cita, entre un enjambre de periodistas de todo el mundo, transcurrió más sobre la piel y las sensaciones en la previa de una cita tan límite que sobre cuestiones tácticas o dudas en el equipo. Salvo sorpresa o imprevisto de última hora, el interrogante alrededor de la portería pareció quedar resuelto en favor de Thibaut Courtois hace días, sobre todo, tras su gran actuación de hace dos semanas frente al Alavés. En todo caso, el italiano no ha confirmado oficialmente al belga para el sábado. Un asunto que también le dio pie para la broma y la distensión. “Esta semana, no tengo mucho que hacer. Me gusta seguir el debate [de la portería]. Si te digo quién juega, se acaba el debate”, soltó, tras informar que Andriy Lunin sufría fiebre y no acudió este lunes a entrenar.

Despejado el compromiso del día abierto a los medios, la soledad de lo que resta de semana en Valdebebas hasta el viaje a Londres el jueves servirá para dedicar estas sesiones a la táctica después de que la semana pasada fuera el momento de apretar el acelerador en el apartado físico.

Mientras, una hilera de decenas de camiones permanecían aparcados en la ciudad deportiva para el montaje del escenario de Taylor Swift en el Bernabéu. Son las dos realidades del club blanco: el primer gran concierto planetario en el estadio para empezar a hacer caja por la vía de los eventos, y un equipo que busca su 15ª Copa de Europa en un ambiente de extraordinaria rutina.

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