El Barça remonta al Valencia a balón parado

El conjunto azulgrana da la vuelta al marcador con un triplete de Lewandowski y tras jugar la segunda parte con un jugador más

Robert Lewandowski anota de cabeza frente al Valencia.Alex Caparros (Getty Images)

El Barça remontó desde el banderín de córner un partido que por momentos fue tan disparatado como los disputados contra el Villarreal y el Granada. La diferencia es que no perdió ni empató sino que ganó a un Valencia que jugó la segunda parte con diez por la expulsión de Mamardashvili. El fútbol azulgrana volvió a ser despechado, resumido en las áreas: estuvo magnánimo en la suya -nueve tantos encajados en tres partidos- y efectivo en la del suplente Jaume Doménech. Los tres goles de Lewandowski y el de Fermín corrigieron los fallos de Ter Stegen y de Araujo.

El triunfo resultó liberador desde el punto de vista azulgrana por la indigestión del partido contra el Valencia y porque el plantel de Xavi recupera el segundo puesto que le disputa el Girona. La visita del sábado a Montilivi resulta de momento más llevadera con dos puntos más que el equipo de Michel.

Xavi continúa y también se mantiene más o menos la alineación de costumbre después de la derrota del Bernabéu y la eliminación ante el PSG. Los jóvenes se han ganado el sitio y los ilustres mantienen el puesto si se exceptúa la suplencia de Pedri, del que no se sabe si está bien o mal, y la presencia de Fermín. Incluso se mantuvo Cancelo para enfrentar a un rival juvenil -su media apenas superaba los 22,5 años- como el que presentó Baraja, quien ya hace tiempo que se ha entregado a la cantera por la delicada situación del club de Mestalla.

Juega el Valencia muy junto y de manera organizada, protegido por Mamardashvili. No es fácil de atacar si no se hace con rapidez y precisión y sus transiciones tienen veneno, como advirtió muy pronto Ter Stegen. Acaso le falta malicia y pegada, salvo cuando es auxiliado, y ya se sabe de la hospitalidad de Montjuïc. La condescendencia de Ter Stegen y Araujo permitieron un fácil remonte valencianista después de un gol inicial de Fermín, que cabeceó un centro desde la izquierda de Raphinha en una de las pocas jugadas de mérito del Barça.

Ter Stegen quiso sortear la presión de Hugo Duro con un toque por alto, un pique o un sombrero -no se sabe muy bien qué- y la pelota quedó a merced del delantero: 1-1. Y Araujo se volvió a equivocar con un penalti sobrero ante el escurridizo Peter Federico. No perdonó Pepelu. Al Valencia le alcanzaban con los saques de Mamardashvili para desnudar a una zaga barcelonista tan desquiciada que hasta Cubarsí se equivocaba ante el asombro de Montjuïc. Mamardashvili, sin embargo, no quiso ser menos que Ter Stegen y un error le costó la expulsión después de intervenir el VAR.

El meta falló en el control de una cesión de Yarek antes del descanso y acabó por rechazar el balón con el brazo fuera del área ante la presión de Lamine Yamal. El Valencia se quedó con 10 y Xavi dio entrada a Sergi Roberto e Iñigo Martínez. La entrada de Iñigo fue tan temeraria que nada más pisar el área metió la pierna ante Peter Federico. El árbitro interpretó que el zaguero tocó antes la pelota de la misma manera que validó el empate de Lewandowski a la salida de un córner a pesar de la posición de Fermín -no advirtió fuera de juego ni obstrucción- ante Doménech.

Incluso desde la superioridad numérica -Araujo remató al palo un córner en el minuto 46-, los azulgrana se entregaban a las acciones de estrategia porque su juego no era fluido sino muy sincopado y destemplado, sin pase interior ni desborde, bien defendidos por un valiente Valencia, siempre afilado además con los movimientos de Peter Federico. Xavi insistió en cambiar el guion con las sustituciones y apostó por João Félix y Pedri. La salida de Pedri fue decisiva porque rebanó el cuero a Diego López cuando encaraba a Ter Stegen.

Atacaba el Barça al bulto y el remedio volvió a ser un saque de esquina que remataron Araujo y nuevamente Lewandowski. El ariete culminó su excelente actuación con un tiro libre directo que le acredita como aspirante a pichichi. Los goles, y especialmente los testarazos, aliviaron finalmente a un Barca al que curiosamente le faltó cabeza para sortear antes al Valencia.

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