La historia del Girona se escribe con Stuani

La historia moderna del Girona se explica a partir de Stuani. El uruguayo ha sido el hilo conductor del equipo hasta su asentamiento en la Liga y a sus 37 años no quiere dejar de ser protagonista también en el entusiasta despliegue blanquirrojo por alcanzar la clasificación para la próxima edición de la Champions. Los goles del charrúa forman parte igualmente de la exitosa campaña del plantel de Míchel. No hay prácticamente partido decisivo sin el momento Stuani. El delantero resolvió con un instintivo remate de espuela un partido que no atinaba a cerrar el Girona después de un esfuerzo muy generoso ante un contemplativo Betis. Allá donde ya no llegaban las figuras como el doble goleador Dobvyk (16 tantos), apareció el suplente Stuani en el tiempo añadido para atacar el centro y en un doble remate poner el 3-2 que asegura a su equipo en los puestos de la denominada zona Champions.

Montilivi explotó de alegría por la fe de Stuani y la perseverancia del Girona. No hay rival que se resista con el factor campo a favor, ni siquiera el Betis, siempre vencedor hasta ahora en sus visitas al feudo catalán desde 2008. Los verdiblancos, que suman cuatro derrotas seguidas, fueron abatidos después de que ya cayeran también el Rayo y Osasuna en tres jornadas presididas por una lluvia muy agradecida en Montilivi.

Aunque su juego resultó discontinuo, el partido casi siempre fue del Girona, fuerte en la presión, intenso y superior en la medular, rápido en la circulación y muy generoso en defensa, una circunstancia que aprovechó el Betis para marcar dos goles prácticamente de la nada, ambos rematados por Willian José. Ausente Savinho, el jugador desequilibrante era Tsygankov y el artillero Dovbyk, negado en las ocho últimas jornadas de Liga. El ariete ucraniano, resolutivo en la clasificación de su equipo para la Eurocopa, al igual que Tsygankov, transformó un penalti por manos de Chady Riad y culminó después una asistencia de Portu cuando peor estaba el Girona.

La efectividad blanquirroja fue en cualquier caso mucho menor que la del Betis porque los verdiblancos se encontraron por dos veces con el empate después de un par de jugadas mal defendidas, sobre todo por un jugador tan fiable y decisivo como suele ser David López. Los muchachos de Pellegrini pasaron de puntillas por el encuentro, más espectadores que participantes, convencidos de que el empeño del Girona por querer jugar la pelota de área a área acabaría por facilitar un resultado que necesitaban para sus aspiraciones de competir en Europa. El Betis, aupado siempre por un buen Isco, se dejó ir y cayó a pies de Dobvyk y Stuani. La aparición del uruguayo inflamó a su equipo y a la afición y puso al Girona camino de la Champions. No hay jornada memorable en Girona sin Stuani.

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