Saúl, la cara b del mejor Atlético

El jugador se disculpó en redes por su bajo rendimiento tras fallar un penalti en la tanda

Saúl Ñíguez (i), intenta controlar el balón ante el defensa del Inter, Francesco Acerbi, durante la vuelta de octavos de Champions.Kiko Huesca (EFE)

La felicidad parecía instalada al completo en el Atlético tras la épica eliminación lograda ante el Inter de Milán. Mientras la hinchada aún festejaba su asistencia a una noche de Copa de Europa histórica, Diego Pablo Simeone no podía ocult...

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La felicidad parecía instalada al completo en el Atlético tras la épica eliminación lograda ante el Inter de Milán. Mientras la hinchada aún festejaba su asistencia a una noche de Copa de Europa histórica, Diego Pablo Simeone no podía ocultar su satisfacción por la proeza que ejecutaron sus futbolistas. “Teníamos un plan y lo siguieron”, quiso recalcar el preparador argentino. Sus instrucciones se resumieron en no conceder errores defensivos, cuestión en la que insistió mucho en los días previos, en jugar más directos y evitar la elaboración desde atrás y en situar a Llorente y Griezmann como falsos extremos.

Oblak, al que se le encasillaba como un muermo en las tandas de penaltis por el recuerdo de la final de Champions perdida en Milán bajo esa suerte fatídica, recuperó su condición de portero milagrero con la detención de los lanzamientos de Alexis Sánchez y Klaassen. Savic y Koke, muy cuestionados por su bajo rendimiento, recuperaron su nivel. Griezmann, en su reaparición tras la lesión de tobillo que se produjo en San Siro, volvió a bendecir su regreso al club con el gol del empate que permitió que el equipo no decayera tras el tanto de Dimarco. “Así es el Atlético, no hay un partido tranquilo”, dijo el francés. A la vez, su amigo Memphis firmaba su mejor encuentro en año y medio como rojiblanco.

En medio de ese ambiente festivo y de euforia colectiva, Saúl, la cara b del Atlético este miércoles. Afectado por su error en la tanda de penaltis, colgó un sobrecogedor mensaje en sus redes sociales: “Sinceramente, es difícil para mí escribir en estos momentos, pero igual que escribo en las buenas hay que hacerlo en las malas. Es un momento de mierda para mí a nivel deportivo, y soy consciente… Acepto todas las críticas y no solo por el penalti de hoy, sino por cómo estoy en estos momentos. Exactamente, no sé qué es, pero lo único que me han enseñado es a seguir trabajando en las buenas y en las malas, hasta conseguir cambiar la situación. Gracias por estar en las buenas y en las malas. Aúpa Atleti”.

Saúl verbalizó sus sentimientos en una especie de exorcismo de un jugador que no levanta cabeza desde hace tiempo. No hay apenas rastro de aquel volante llegador por el que se interesaron algunos de los grandes clubes de la Premier League. Por entonces, Simeone veía retazos de su propio yo futbolístico y el club le convirtió en uno de los jugadores mejor pagados del plantel. Su permanencia en el campo en un partido de Champions en Leverkusen con un riñón reventado aún está en la memoria del colectivo rojiblanco.

Saúl comenzó a entrar en barrena cuando no supo canalizar y mezclar bien su carácter de agrandado con una nobleza que pocos de los que le conocen cuestionan. Su entorno y él mismo comenzaron a interpretar como una rebaja de su jerarquía que Simeone le hiciera jugar de lateral izquierdo. A su malestar y a sus quejas no fueron ajenos ni sus compañeros del Atlético ni los de la selección. La situación se hizo insostenible. Saúl se fue cedido al Chelsea en el verano de 2021. Allí tampoco recuperó su nivel. A su regreso, en el club apreciaron a un jugador que aceptaba sus errores y dispuesto a empezar de cero.

Simeone, a la espera de recuperarlo, no ha dejado de concederle oportunidades. Recientemente, lamentó que en Granada le anularan un gol porque pensaba que le vendría bien. El club hubiera preferido venderlo para aligerar masa salarial. Con todo, una vez que no hubo ofertas convincentes, hasta el propietario Miguel Ángel Gil Marín se implicó para que este curso Saúl volviera a lucir el dorsal ocho después de que Griezmann recuperara el siete tras la marcha de João Félix. La esperanza de Gil Marín era volver a ver a ese volante llegador, pero eso aún no se ha dado, como admitió el propio Saúl en su escrito en las redes sociales.

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