Rodrygo: “Vi que no me ayudaba estar triste y empezaron a llegar los goles”
Antes del partido de ida de octavos de la Champions contra el RB Leipzig, el delantero del Real Madrid habla en esta entrevista sobre cómo superó su sequía, sobre el peor momento de su carrera, sobre la paternidad y sobre tatuajes
El Real Madrid regresa esta noche a la Champions en Leipzig, donde disputa la ida de los octavos de final (21.00, Movistar). Llega a su competición fetiche con el viento de cola tras derrotar al segundo de la Liga, en un partido en el que, después de otro breve periodo de sequía, volvió a marcar Rodrygo Goes. Como el club, ...
El Real Madrid regresa esta noche a la Champions en Leipzig, donde disputa la ida de los octavos de final (21.00, Movistar). Llega a su competición fetiche con el viento de cola tras derrotar al segundo de la Liga, en un partido en el que, después de otro breve periodo de sequía, volvió a marcar Rodrygo Goes. Como el club, el brasileño, que con 23 años se ha instalado finalmente en el once, también mantiene una conexión especial con el torneo en el que ha marcado 0,66 goles por partido, frente a los 0,28 del campeonato doméstico, en el que, pese a las intermitencias, está registrando su mejor campaña (0,43). Rodrygo se mueve por la residencia de la ciudad deportiva de Valdebebas, donde tiene lugar la entrevista, con la soltura de quien ha crecido ahí. Si juega esta noche, alcanzará los 200 partidos con la camiseta del Madrid.
Pregunta. ¿Recuerda su primer día aquí?
Respuesta. En mi primer día tenía un poco de vergüenza de llegar aquí, con tantos grandes jugadores. El entrenador era Zidane. Y cuando vi a Zidane la primera vez la verdad es que me asusté. Pero fue un momento muy bonito, y luego ya hablé con él. Ese día fue un sueño para mí.
P. Después de todo este tiempo, si pudiera decirle algo a aquel Rodrygo, ¿qué sería?
R. Le diría que valió la pena este tiempo, porque aprendí muchas cosas. Hoy soy completamente diferente. He aprendido de muchos jugadores, tanto de los más veteranos como de los más jóvenes. Es esto: que el tiempo valió la pena.
P. ¿En qué es tan diferente?
R. Me veo diferente en todo. Mentalmente, creo que estoy más maduro, tengo la mentalidad más fuerte. Porque he aprendido de muchos jugadores de aquí. Creo que a nivel técnico también estoy mejor, porque he entrenado siempre con los mejores.
P. Esta temporada ha pasado un periodo de sequía en el que estuvo 11 partidos sin marcar. ¿Qué efecto tiene eso en un delantero?
R. Estaba cabreado, porque intentaba meter goles de todas las formas, y no me salía. En esos momentos, tú intentas estar tranquilo, porque la gente te dice: “Quédate tranquilo, que luego vuelve a salir”. Pero tú ves que lo vas intentando partido a partido y las cosas no salen, y te pones un poco triste, un poco cabreado. Pero llegó un momento en que vi que no me ayudaba estar cabreado, estar triste. Tenía que estar más concentrado, entrenar más, estar más tranquilo en los partidos, y desde ahí empezaron a llegar los goles.
P. ¿Quién le ayudó?
R. Siempre digo que Luka Modric ha sido un padre para mí. Siempre me ayudó en estos momentos. Hablaba conmigo. Me dijo: “Tranquilo, eres muy bueno, van a salir bien las cosas”. Y desde ahí empecé a estar más tranquilo y me salieron mejor las cosas.
P. ¿Qué importancia tiene el aspecto mental en el fútbol?
R. Fue algo que aprendí al llegar aquí. Yo tenía una cabeza y ahora pienso totalmente diferente, porque mis compañeros me ayudaron, mi familia me ayudó, mis amigos me ayudan. Ahora veo que lo más importante de todo es la cabeza. Si estás con la cabeza tranquila, si piensas cosas buenas, van a salir cosas buenas en los partidos.
P. ¿Cómo ha influido en su rendimiento haber tenido que jugar en varias posiciones?
R. Es un poco difícil estar siempre cambiando, pero siempre le he dicho al míster que estaba a su disposición, que iba a jugar donde él quisiera. Y creo que por eso es culpa mía: yo dije que podía jugar de 9, de 10, en las bandas. Por eso siempre me pone donde necesita a uno. Yo me sacrifico por el equipo. Lo más importante es que el equipo gane los partidos. En esta parte de la temporada yo me sacrificaba un poco, jugaba fuera de posición para el equipo. Y fue importante, porque el equipo fue ganando, no perdió casi ningún partido. Después, mejor, porque empecé a marcar goles. Pero esta parte de la temporada solo estaba ayudando al equipo.
P. Si usted colocara a los jugadores, ¿dónde se pondría?
R. Ahora ya no sé [ríe], ya da igual… Pero creo que por la derecha o por la izquierda es por donde me sale mejor.
P. Otro momento complicado de sus últimos meses fue el penalti que falló en el Mundial en la tanda de desempate contra Croacia. ¿Cómo lo recuerda?
R. Creo que fue el peor momento de mi carrera hasta aquí. Y espero que sea el peor, que no tenga otro. Fue difícil, porque antes tiraba los penaltis aquí cuando no estaba Karim, y los metía todos. Fui al Mundial tranquilo, seguro de que iba a meter, y fallé. Pero es una parte de mi historia para que después la historia sea más bonita. Estoy seguro de que volveré a tirar otros penaltis y volveré a marcar como hacía antes. Eso fue solo un desliz.
P. ¿Cómo prepara los penaltis?
R. El cuerpo técnico siempre nos pasa: este portero siempre se tira para ahí o para allá. Pero eso la verdad es que no vale gran cosa [ríe]. En el partido todo cambia. A veces vamos mentalizados, voy a tirar a la derecha, y luego, cuando tiras, has tirado para la izquierda y no sabes cómo. Cambia todo en el partido. Podemos prepararnos, pero ahí es otra cosa.
P. ¿La decisión es cuando ha dejado el balón en el punto?
R. Cuando empiezas a correr y… no sé. Creo que solo después de tirar [ríe]
P. ¿Mira al portero?
R. Intento mirar un poco antes de tirar, pero es difícil.
P. Aquella sequía acabó contra el Braga en un partido de la Champions, con la que tiene algo especial. En la última que ganaron fue fundamental en las remontadas. ¿Ha visto mucho el gol de volea al Chelsea, por ejemplo?
R. Sí, porque siempre lo están pasando en Real Madrid TV. La verdad es que no pensé mucho. Vi que venía el balón y pegué de primeras. No tenía mucho que pensar. Fue un momento muy importante de mi carrera. El partido contra el City también. Creo que me viene bien ver los goles, ver las jugadas que hago bien, para después intentar hacerlas otra vez.
P. ¿El momento del partido contra el City era más difícil?
R. La verdad es que si ve el partido contra el Chelsea… Contra el City podíamos… no sé... estábamos atacando un poco más. Contra el Chelsea estábamos muy mal. Ellos atacaban mucho, defendieron muy bien. No estábamos haciendo nada. El momento fue un poco más difícil contra el Chelsea. Pero, claro, contra el City fue una locura, fue especial. No tengo cómo explicarlo.
P. ¿Todavía confiaban?
R. Jugadores como Luka Modric, como Toni [Kroos], siempre están tranquilos. Pero en el partido contra el City creo que ni ellos tenían mucha confianza. Estábamos muertos ya, nadie más creía que podíamos remontar. Vi que estábamos todos para abajo y pensé: “Bueno, ahora puedo poner mi nombre en la historia de este club”. Y me salió bien. Creo que Dios preparó este momento, y fue muy importante para mí.
P. Después de esos goles que les llevaron a la final, casi se queda sin jugarla. ¿Se olvidó Carlo?
R. No dejé que se olvidara de mí. Fui ahí y le dije: “Bueno, míster, tengo que jugar, eh”. Y él: “Tranquilo, que ahora necesitamos solo defender”. Y yo: “Pero yo defiendo también. Después de la semifinal, tengo que jugar un poquito, ¿no?”. Y él: “No, no, tranquilo, que vas a jugar, vas a jugar”. Y luego me puso un poco al final.
P. Estar en el foco, también le ha colocado a veces, como a algunos otros futbolistas, en la diana de ataques racistas. ¿Cómo lo maneja?
R. Está pasando muchas veces. No solo conmigo. Pasó con Vini, pasó con otros jugadores también. Estamos en un momento muy triste: tener todavía gente así... Intento no mirar las redes, pero es normal que vea alguna cosa. Pero tengo la cabeza tranquila. Creo que los otros jugadores también, y seguro que vamos a superarlo.
P. ¿Siente la responsabilidad de ayudar desde la posición que tiene?
R. Es lo que intento hacer. Sé que con Instagram podemos alcanzar a mucha gente. Tenemos muchos seguidores. Algo que ponemos ahí puede cambiar muchas cosas. Siempre que puedo intento poner algo si pasa una situación, intento dar mi apoyo.
R. En sus redes hemos visto también fotos con sus dos hijos. ¿Le ha cambiado ser padre?
P. Cambia todo. Es un amor diferente del que sientes por cualquier otra persona. Mi padre siempre me decía eso y yo no entendía. Y ahora que soy padre, entiendo lo que me decía. Son momentos muy especiales siempre que estoy con ellos. Son momentos que voy a guardar siempre en mi memoria, y quiero que el tiempo no pase para poder estar ahí siempre con ellos. No tengo palabras para describir esto.
P. Si no fuera tan conocido, ¿qué le gustaría hacer?
R. Tampoco es que no me dejen hacer las cosas… Caminar normal. Porque me van a pedir fotos. Aunque me gusta atender siempre a todas las personas. Pero esas cosas normales: salir a comer tranquilo con la familia, caminar normal por la calle sin fotos. A veces querría solo sentirme normal. Como viene mucha gente, pienso: “Soy diferente, parece que soy otra cosa”. Y no. Solo eso: ser como ellos, normal.
P. Lleva tatuado en el brazo derecho un versículo de la Biblia del profeta Isaías. “No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré, te sostendré con mi mano derecha victoriosa”. ¿Qué significa para usted?
R. Fue mi primer tatuaje. Son unas palabras que me decía siempre mi padre: Isaías, 41:10. Lo llevo para mi vida, para saber que Dios siempre está conmigo, para no tener miedo en cualquier situación, para saber que Dios está conmigo en todo lo que pase, que él sostiene mi mano. Para poder mirarlo y saber que Dios está conmigo.
P. ¿Es importante esa confianza en Dios?
R. Es lo más importante de mi vida, la cosa más importante, saber que Dios está conmigo, confiar en él, eso es lo más importante.
P. ¿Y el último que se ha hecho?
R. Creo que fue este [muestra el brazo izquierdo], la Champions. A ver si me hago más. No sé si mi padre me va a dejar.
P. ¿Tienen que negociar con él cuando quiere hacerse tatuajes nuevos?
R. Sí, sí, tengo que negociar, porque a él no le gustaba mucho. El primero fue un poco difícil. Después le gustó, pero a ver ahora si puedo… Tengo su nombre aquí [en el brazo izquierdo], y el de mi madre. Ahora tengo que hacer más, hacer de mis hijos, hacer muchas cosas…
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.