El Girona mide la personalidad del Atlético
Los de Simeone se juegan este miércoles parte de sus aspiraciones al título ante la riqueza táctica del equipo de Míchel
El Atlético de Madrid más vulnerable fuera de casa de la era Diego Pablo Simeone —suma ya cuatro derrotas— tendrá que lidiar este miércoles en Montilivi (21.30, Movistar LaLiga) con la atractiva riqueza ofensiva y también defensiva que ha situado al Girona de Míchel como colíder del campeonato a solo una jornada de completar la primera vuelta. El preparador vallecano ha relatado que asistió a sesiones dirigidas por el Cholo en la que se empapó de su traba...
El Atlético de Madrid más vulnerable fuera de casa de la era Diego Pablo Simeone —suma ya cuatro derrotas— tendrá que lidiar este miércoles en Montilivi (21.30, Movistar LaLiga) con la atractiva riqueza ofensiva y también defensiva que ha situado al Girona de Míchel como colíder del campeonato a solo una jornada de completar la primera vuelta. El preparador vallecano ha relatado que asistió a sesiones dirigidas por el Cholo en la que se empapó de su trabajo defensivo. “Recuerdo que Míchel estuvo con nosotros en algunos entrenamientos. Es una pregunta más para él lo que pudo haber sacado de lo que trabajamos desde lo defensivo. En consecuencia se le ve un equipo muy ofensivo, o sea, que no sé si siguió tanto lo que seguimos nosotros”, bromeó este martes Simeone. Ya más serio, entre esa variedad de recursos, el técnico argentino destacó que “cuando el Girona se pone a defender en bloque bajo lo hacen muy bien”.
El desafío es mayúsculo para el Atlético. Una derrota sentaría ya una base sólida para decir que este curso se descolgó con antelación de la pelea por el título lejos del Metropolitano. Las cuatro derrotas (Valencia, Las Palmas, Barcelona y Athletic) han tenido un denominador común. Este Atlético que ha pretendido dar un paso hacia delante jugando más la pelota desde atrás fue un desastre en esos cuatro partidos en ese aspecto. En Las Palmas estableció su peor marca de pases errados (100) y en Valencia y en Bilbao (85) estuvo por encima de su promedio de entregas fallidas (80). Ante el Barça en Montjuïc solo erró 64 entregas, la mayoría en el primer tiempo, en el que el conjunto de Xavi fraguó su victoria. Esto propició las duras críticas de Jan Oblak. “En el primer tiempo nadie quería el balón”, deslizó el esloveno. Oblak reclamó más personalidad a sus compañeros para mantener la apuesta de salir jugando desde atrás, aunque no siempre salga bien.
El guardameta choca ahí con un asunto cultural. Simeone dio un paso adelante tras el Mundial de Qatar, acentuado en este curso, porque comprobó que el 4-4-2 y el juego directo ya no le aseguraban el objetivo mínimo de acabar entre los cuatro primeros. El giro que dio fue más por necesidad que por verdadera convicción. Nunca se caracterizó por que su Atlético corriera esos riesgos con la pelota que implicaban el juego con el pie del portero. Fundamentalistas de ese juego como Guardiola o Luis Enrique se han hartado de defender a sus porteros o a sus jugadores cuando un error en la salida de balón les ha costado un gol. Sus discursos ante la prensa apuntaron a que lo seguirían intentando aunque Valdés, Ederson, Ter Stegen, Unai Simón o cualquiera de sus defensas cometiera un error grosero que le costara un gol a sus equipos. En esos cuatro choques perdidos fuera de casa, los jugadores del Atlético renunciaron a arriesgar en el pase desde atrás después de las primeras pérdidas.
El Girona de Míchel será una buena prueba en ese sentido. “Sostienen bien el ataque, tienen una buena presión arriba y trabajan bien ese juego”, analizó el técnico argentino. Simeone le da vueltas a un once que mostrará si mantiene su propuesta de más balón ante un rival tan cualificado. La principal duda que maneja es la de mantener a Witsel en el eje de la defensa de tres centrales o adelantarlo al pivote para que Koke forme como interior junto a De Paul. Tras las lesiones de Barrios y Lemar, Simeone no ha encontrado una pareja de interiores estable. No da con un interior izquierda que permita a De Paul permanecer en la derecha. Ha probado con Griezmann en los partidos de casa ante rivales en los que era muy superior y no le ha ido mal, pero ante un grupo como el Girona no lo ha contemplado. El último en pasar por esa posición ha sido Lino, pero no se le ha visto cómodo al recibir de espaldas. Con Riquelme no se ha atrevido en ese puesto. Éste, que regresa a Montilivi tras su exitosa cesión del curso pasado, compite con Llorente y Nahuel Molina por un puesto en el carril derecho y con Lino en el izquierdo.
“Es verdad que ni el Girona ni yo hemos ganado al Atlético y es una buena oportunidad para hacerlo”, dijo Míchel, que volvió a restar presión a sus futbolistas: “El Atlético, el Madrid y el Barcelona están hechos para ganar la Liga, nosotros no. Nuestro título es estar en Europa”.
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