Guardiola y la hoja en blanco en el Manchester City
El técnico del conjunto inglés asegura que inicia este miércoles en su visita al Everton un nuevo capítulo para renovar ambiciones tras ganar todos los títulos posibles
”Hemos cerrado un capítulo”, valoró Pep Guardiola tras alzar la semana pasada la Copa del Mundo de Clubes, su decimosexto título con el Manchester City, club que además de ganar cinco de las seis últimas Premier luce en sus vitrinas a través de la batuta del técnico catalán una Champions, dos Copas, cuatro Copas de la Liga, dos Supercopas inglesas y una europea. Toda la colección está completa.
La cuestión ahora es cómo alimentar la ambición, así...
”Hemos cerrado un capítulo”, valoró Pep Guardiola tras alzar la semana pasada la Copa del Mundo de Clubes, su decimosexto título con el Manchester City, club que además de ganar cinco de las seis últimas Premier luce en sus vitrinas a través de la batuta del técnico catalán una Champions, dos Copas, cuatro Copas de la Liga, dos Supercopas inglesas y una europea. Toda la colección está completa.
La cuestión ahora es cómo alimentar la ambición, así que Guardiola quiso ir por ahí en su comparecencia tras superar (4-0) al Fluminense el pasado viernes. “No hay nada más que ganar. El trabajo está hecho, así que cerramos este capítulo, compraremos esta Navidad otro libro en blanco y empezaremos a escribirlo de nuevo”, advirtió el técnico de Santpedor.
El vértigo de enfrentarse a una hoja futbolística en blanco tiene que ver también con la realidad del Manchester City, que afronta cambios que afectan a su médula tras las salidas de piezas como Laporte, Mahrez y, sobre todo, Gündogan, uno de los favoritos del entrenador. Que Kevin de Bruyne se lesionase al cuarto de hora de iniciarse la actual Premier profundiza esa sensación de mudanza. El talentoso centrocampista belga luce ahora un flequillo que le da un aire a lo Jack Grealish y se le espera en el equipo para mediados de enero.
Mientras tanto, Guardiola hace esfuerzos por acabar de introducir a nuevas piezas como Matheus Nunes y Mateo Kovacic en la rueda que hace girar al equipo. Entre ambos invirtió el club más de 90 millones de euros el pasado verano. “Sé que en el momento que dejemos de ganar habrá dudas, pero esto es lo que está bien. En los últimos partidos hemos jugado bien y no ganamos, y ya se habla de crisis y de desastre. No pasa nada. Que duden de nuevo de nosotros. Veremos qué pasa”, apuntó Guardiola, que lamentó que todas las valoraciones sobre su trabajo se hagan a partir de los marcadores: “Dicen que si la metodología, que si la genialidad… No entienden nada de lo que hacemos, pero nos dan crédito solo porque ganamos”.
El City, que en esta Champions es un rodillo y enfoca una eliminatoria de octavos de final contra el Copenhague, ha sumado solamente siete de los últimos 18 puntos que ha disputado en el campeonato nacional. Seis partidos de los que sólo ganó uno, en casa del modesto Luton. Este miércoles (21.15, Dazn) visita en el Goodison Park de Liverpool al Everton, que marcha en sentido contrario: perdió en la víspera de Nochebuena en el feudo del Tottenham, pero antes había ganado cuatro partidos consecutivos. Castigado con una sanción de 10 puntos por incumplir la normativa financiera de la Liga, el Everton salió de los puestos de descenso con prestancia aplicando el libreto de su técnico Sean Dyche, apóstol del balón en largo y la segunda jugada. Pero la victoria del Luton en el Boxing Day (2-3 en Sheffield) le deja apenas un punto sobre el abismo.
La derrota y el proceso
De Bruyne no será la única baja para Guardiola, que tampoco dispone del goleador Haaland y del regateador Doku. Además, el director de orquesta Rodri se marchó antes del final del partido contra el Fluminense dañado en su rodilla derecha. “Goodison Park no es el mejor sitio para volver”, abunda Guardiola. Su equipo es quinto en la clasificación. “Cuando no ganas no eres nada. Cero. Este es el negocio. Hay que aceptar las críticas, pero sólo llegan porque no ganas”, apostilla.
Pero Guardiola reivindica que la derrota es parte del proceso para llegar a la victoria y se muestra dispuesto a asumirla. Así que en el momento de empezar a escribir el nuevo libro en blanco repasa el anterior y encuentra borrones que ayudaron a que el equipo creciera. Mónaco en una dolorosa caída europea en su primer año en Mánchester, los fiascos ante Liverpool o Tottenham, la eliminación contra el Olympique Lyon en el verano lisboeta de 2020. La final perdida contra el Chelsea o aquella remontada del Real Madrid en el Bernabéu. En efecto, antes de ganar un poco hay que perder mucho. “Un proceso”, le pone nombre Guardiola.
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