Unai Gómez le da al Athletic la victoria en el último instante

Un gol del bermeano en el 94 rompe un partido en el que Las Palmas dejó una buena imagen

Unai Gómez marcando ante la UD Las Palmas.Luis Tejido (EFE)

En la última jugada del partido, con el reloj saltando ya hacia el minuto 94, ganó el Athletic con un gol marca de la casa, de furia y pundonor. Pedía Sandro una falta que no concedió el árbitro, corrió Unai Gómez al contragolpe, le pasó la pelota a Iñaki Williams, agotadísimo, pero todavía con una última gota de lucidez para centrar al área. Allí, Vallés, que había sido héroe durante 93 minutos, rechazó hacia el punto de penalti y Unai se lanzó e...

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En la última jugada del partido, con el reloj saltando ya hacia el minuto 94, ganó el Athletic con un gol marca de la casa, de furia y pundonor. Pedía Sandro una falta que no concedió el árbitro, corrió Unai Gómez al contragolpe, le pasó la pelota a Iñaki Williams, agotadísimo, pero todavía con una última gota de lucidez para centrar al área. Allí, Vallés, que había sido héroe durante 93 minutos, rechazó hacia el punto de penalti y Unai se lanzó en plancha, con toda la fe del mundo, para rematar al Las Palmas, que sufrió un castigo cruel cuando ya parecía tenerlo todo controlado. El Athletic sigue ahí, ya con 35 puntos, empezando a creer.

El guión de la primera parte en San Mamés fue idéntico al del sábado frente al Atlético de Madrid; un Athletic desatado a ratos, bastantes ocasiones para marcar, e incluso un penalti a favor que Guruzeta estrelló en el corpachón de Vallés. Solo hubo una variación significativa, porque la Unión Deportiva empujó lo suyo, movió la pelota con criterio y tuvo a la afición rojiblanca en vilo cuando Martínez Munuera se pasó cuatro minutos estudiando una acción en la que señaló penalti de Paredes sobre Marvin para desdecirse después tras observar las imágenes del VAR, lástima de audio.

Otra vez el marcador a cero en el descanso, pese a las ocasiones de Iñaki, al pase de la muerte de Yuri que Guruzeta remató fuera, o el centro horizontal de Nico en el que se liaron portero y defensas isleños y estuvieron a un paso de armar una gorda.

También Sancet tuvo la suya en un pase atrás de Iñaki Williams; o Yuri, que remató fuera desde cerca. Y claro, el penalti fallado por Guruzeta, que había recibido el agarrón flagrante de Araujo.

Pero Las Palmas no se achantó, se desplegaba con brío, y ponía en apuros a los centrales rojiblancos cuando les encaraba Marvin Park, atrevido cuando corría su equipo con el balón en los pies. Pero a los amarillos les faltó filo en el remate.

La segunda mitad fue del mismo corte, aunque los isleños dieron un paso atrás ante el empuje bilbaíno por tierra, mar y aire. Se desplegaron menos, gozaron de una ocasión que desbarató Unai Simón, y cedieron la pelota a los hombres de Valverde, que movió el banquillo para dar frescura al centro del campo. Salió Unai Gómez, desatado, y empujó a su equipo hacia delante. El bermeano apareció por el campo con hambre. Robó, distribuyó y le dio al Athletic un suplemento vitamínico.

Pero ya parecía que todo iba a acabar como empezó cuando su fe le dio los tres puntos al Athletic, en el remate en plancha que simboliza lo que es el equipo rojiblanco esta temporada. Las Palmas, con una actuación aseada, se quedó sin premio.

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