Rodrigo Riquelme, el último puñal de Simeone
El canterano triunfa como carrilero tras negarse el técnico a su venta en verano
Los laterales ofensivos son un sello palmario de la era Diego Pablo Simeone en el banquillo del Atlético de Madrid. Se le habrá podido discutir al preparador argentino su exceso de celo defensivo o hasta hace dos temporadas su alta precaución en la asunción de riesgos con la pelota, pero los carrileros largos y con vocación de ataque siempre han formado parte de sus propuestas, fueran más siderúrgicas o más finas. La nómina, desde Juanfran y Filipe Luis, es amplia. Los fichajes de Vrsaljko, Siqueira, Arias, Lo...
Los laterales ofensivos son un sello palmario de la era Diego Pablo Simeone en el banquillo del Atlético de Madrid. Se le habrá podido discutir al preparador argentino su exceso de celo defensivo o hasta hace dos temporadas su alta precaución en la asunción de riesgos con la pelota, pero los carrileros largos y con vocación de ataque siempre han formado parte de sus propuestas, fueran más siderúrgicas o más finas. La nómina, desde Juanfran y Filipe Luis, es amplia. Los fichajes de Vrsaljko, Siqueira, Arias, Lodi, Trippier, Nahuel Molina, Galán e incluso los residuales, Insúa, Cisma y Gámez respondieron a ese perfil de lateral en el que tan importante es defender como atacar. Y cuando lo ha creído necesario, Simeone no ha dudado en inventarse para la demarcación a Saúl, Marcos Llorente o Carrasco. La intuición de que este podría salir en el mercado de verano aceleraron las dos últimas reconversiones a carrilero, las de Lino y Rodrigo Riquelme (Madrid, 23 años).
A ojos de Simeone, este último salió de De Kuip como el mejor jugador de un equipo que pasó con autoridad por encima del Feyenoord. “Hubo grandes actuaciones individuales, sobre todo la de Riquelme. Habrá quién se preguntará por qué no jugo Lino. Sabía que este partido le venía mejor a Riquelme, nos dio un trabajo defensivo brillante que no era fácil y nos dio su potencia en ataque”, le ensalzó Simeone.
Para la UEFA, Riquelme también fue el mejor del encuentro. Recibió el premio con la ilusión desbordante del novato que aún le embarga. La misma que le afloró en el estadio Olímpico de Roma cuando en septiembre debutó en la Liga de Campeones. Aquello fue el culmen de un chico que ha escalado hasta el primer equipo desde el alevín. Una trayectoria compleja y ardua en la que pasó por el Bournemouth, el Mirandés y el Girona. El suyo es un caso parecido al paso de Silva por el Eibar. Jugadores de talento que descubren el profesionalismo y tener que ganarse un puesto en equipos donde te miran mal si no hay sacrificio y mentalidad colectiva”, opina un empleado de la parcela deportiva rojiblanca que sigue los pasos del chico desde que ingresó en el club.
Este verano, una llamada sorprendió al chico de pesca en Cádiz con su padre. Debía renunciar a parte de las vacaciones por disputar el Europeo sub-21 para formar parte de la gira por Asia y Centroamérica. Desde el primer entrenamiento, con la marcha de Carrasco cada vez más clara, Simeone les otorgó a él y a Lino el carril izquierdo.
Lesión de Barrios
Muy seguro de su rendimiento, el técnico le pidió a Miguel Ángel Gil que no traspasara a ninguno de los dos. Simeone no cedió ni cuando el dueño del club, ante la imposibilidad de concretar ventas, le advirtió que uno de los dos debía salir. El técnico argumentó para mantener a ambos en el plantel que tenían las cualidades que el mercado convierte en prohibitivas para el Atlético. “Tienen velocidad y desborde”, razonó el Cholo.
La progresión de Riquelme ya le ha dado su primera convocatoria para la selección absoluta en la última ventana. Simeone le ha tallado como carrilero con numerosas charlas. Incluso le ha pedido que no se tome tan a rajatabla todo lo que le transmite para que pueda expresar su talento y su creatividad en ataque porque “es explosivo y tiene el famoso engaño”.
La competencia con Lino está resultando atractiva por el alto rendimiento de ambos. Simeone no quiere que pierdan ritmo y no para de buscarles posiciones alternativas. Al brasileño le está probando como interior y la lesión de menisco de Pablo Barrios puede abrirle otra puerta distinta a la que ha derribado Riquelme. A este también le ha conminado a jugar en la derecha y como interior. Simeone incluso lo ve como un potencial sustituto de Griezmann, pero eso aún son palabras mayores.
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