El Real Unión de Unai Emery se vincula al Aston Villa
El equipo de Irún, cuyo propietario mayoritario es el técnico del conjunto inglés, se desvincula de la Real Sociedad y recupera la conexión británica que ya tuvo hace un siglo
El periódico deportivo británico The Athletic News publicó, durante varios días del mes de febrero de 1923, un anuncio que rezaba: “First-Class coach wanted for important football club in Spain”, es decir, “se busca entrenador de primera clase para un importante club de fútbol en España”. Las solicitudes debían remitirse a “FB Pentland, Athletic Club, Bilbao, Spain”. El técnico del equipo bilbaíno, a petición de su amigo René Petit, jugador del...
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El periódico deportivo británico The Athletic News publicó, durante varios días del mes de febrero de 1923, un anuncio que rezaba: “First-Class coach wanted for important football club in Spain”, es decir, “se busca entrenador de primera clase para un importante club de fútbol en España”. Las solicitudes debían remitirse a “FB Pentland, Athletic Club, Bilbao, Spain”. El técnico del equipo bilbaíno, a petición de su amigo René Petit, jugador del Real Unión, al que dirigió en la selección francesa, iba a elegir al siguiente entrenador del equipo irunés.
Entre las cartas que le llegaron estaba la de Steve Bloomer, la gran figura del fútbol inglés en la primera década del siglo XX. Los historiadores comparan su impacto con el de David Beckham. Gran goleador, en Pride Park, el estadio del Derby County, hay un busto suyo entre los banquillos, y antes de los partidos, el público canta: “Steve Bloomer está mirando”. Pentland y Bloomer coincidieron durante tres años en el campo de concentración alemán de Ruhleben. Cuando leyó la carta de su amigo, el mister del bombín le eligió sin dudar. Bloomer fichó por el Real Unión y lo primero que hizo fue viajar a Bilbao para reencontrarse con Pentland. Después se enamoró de las kokotxas y ganó el título de Copa del Rey de 1924, tras vencer (6-1) al Barcelona en el desempate de las semifinales y 1-0 al Real Madrid en la final. En Irún, a Bloomer le apodaron San Esteban, y con ese nombre le jalearon durante el recibimiento multitudinario al equipo en la ciudad fronteriza. Fue la primera gran conexión inglesa del Real Unión.
Entre los que jugaron aquella final, y salió a hombros de Atocha, estaba el portero Antonio Emery Arocena, abuelo de Unai Emery, entrenador del Aston Villa y máximo accionista del Real Unión en la actualidad, con un 20% del capital social. Su hermano Igor es el presidente, y quien ha negociado su nueva vinculación con el club inglés, propiedad del magnate egipcio Nasef Sawiris (El Cairo, 62 años), la quinta persona más rica de África, con un patrimonio de más de 6.000 millones de euros.
El Villa se ha lanzado a una política de crear una tela de araña de equipos filiales en Europa, en algunos, entrando en su capital social. Este año se ha hecho ya con el 23% del Vitoria de Guimaraes portugués, aunque en un principio pretendía comprar el 46%. La clasificación del equipo portugués y del Aston Villa para la Conference obligó a reducir el porcentaje por decisión de la UEFA. El Vitoria recibió 5,5 millones en el momento de la compra de acciones, y otros dos para mejora de infraestructuras a través de V Sports, una de las empresas de Sawiris. El Villa también cuenta en su red con el Vissel Kobe (Japón) y el ZED FC (Egipto).
El siguiente desembarco es en Irún, aunque sin compra de acciones y se tratará de una vinculación deportiva. Igor Emery, el presidente, y el director deportivo Mikel Bengoa, les comunicaron la decisión, hace un par de semanas, a Jokin Aperribay, presidente de la Real Sociedad y a Roberto Olabe, su director de fútbol, ya que pasarán a ser filiales del Aston Villa. El Real Unión, que era un club convenido de la Real, dejará de serlo de inmediato, porque el acuerdo con el club de Birmingham es mucho más ventajoso. También informaron al presidente de la Federación Guipuzcoana de Fútbol, Manu Díaz.
Según el club irunés, el acuerdo de colaboración permitirá posicionar al club a nivel internacional y mejorará el desarrollo de los deportistas, “junto con el intercambio cooperativo de ideas, técnicas y mejores prácticas”.
El Real Unión arrastraba unas pérdidas anuales cercanas al millón de euros, asumidas con sucesivas ampliaciones de capital, que recaían en la familia Emery, que ha buscado nuevas formas de conseguir dinero. Uno de los detonantes del acuerdo con el Villa, según informó Roberto Ramajo en la SER, fue la marcha de una de sus promesas, Jon Mikel Aranburu, internacional absoluto con Venezuela, al filial de la Real. El Real Unión le comunicó al club donostiarra que había recibido una oferta del Feyenoord por el jugador, por si quería incorporarlo a su cantera, cosa que hizo, e incluso ya ha debutado con el primer equipo en la Copa frente al Buñol. El Real Unión habló con la Real para recibir algo a cambio por la marcha de Aramburu (dinero o jugadores cedidos), y se encontró con la respuesta de que el movimiento entraba dentro del convenio que ligaba a ambos clubes. El hecho de sentirse indefensos ante el control de la Real sobre su cantera, les ha empujado a buscar otras vías, y a la conexión inglesa, que comenzó con Steve Bloomer.
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