El Athletic gana de penalti en el descuento al Celta

Aspas y Nico Williams, protagonistas de un partido loco en San Mamés

Sancet, en el momento de marcar el primer gol para el Athletic ante el Celta.Luis Tejido (EFE)

Fue una montaña rusa la primera parte; el Dragón Khan, la segunda con un Celta obligado y un Athletic dominador pero endeble en la zaga, lo que Iago Aspas aprovechaba para sembrar el pánico entre los centrales. Antes del cuarto de hora, el temperamental capitán celeste ya había aparecido dos veces ante Unai Simón, primero en un disparo cruzado que atrapó el portero y después, aprovechando una pérdida de Nico Williams para intentar una vaselina que se le desvió del objetivo. Pero siempre andaba por ahí.

Nico era su reflejo en el otro campo. Después de recibir la llamada de De la Fuente, ...

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Fue una montaña rusa la primera parte; el Dragón Khan, la segunda con un Celta obligado y un Athletic dominador pero endeble en la zaga, lo que Iago Aspas aprovechaba para sembrar el pánico entre los centrales. Antes del cuarto de hora, el temperamental capitán celeste ya había aparecido dos veces ante Unai Simón, primero en un disparo cruzado que atrapó el portero y después, aprovechando una pérdida de Nico Williams para intentar una vaselina que se le desvió del objetivo. Pero siempre andaba por ahí.

Nico era su reflejo en el otro campo. Después de recibir la llamada de De la Fuente, se le vio activo, encarándose siempre a Kevin, que no podía con él. De su bota salió la primera ocasión rojiblanca, pero el remate de Guruzeta se marchó fuera. Y en estas, Aspas volvió a marcar, algo que no hacía desde marzo, cuando después de dejar a Paredes hecho un trapo, disparó desde la frontal con un efecto endemoniado, para pegar la pelota al poste y batir a Unai.

Al Athletic le sentó el gol céltico como un puñetazo en el estómago. Se revolvió al castigo, trató de encajonar al Celta, y en otra llegada del pequeño de los Williams, su centro lo tocó Starfelt hacia atrás, estorbado por Vesga, y la pelota le cayó a Sancet, que la empujó para el empate. Protestaron los vigueses en bloque, pero en vano. Aspas se ganó la amarilla y pudo recibir otra un rato más tarde, después de una falta a favor de su equipo, en la que se comió al árbitro.

Para alivio propio y de su equipo, no hubo castigo, porque en el saque de la falta corrió hacia adelante y su centro provocó una tremolina en el área, que se sustanció en el remate de Bamba que se coló junto al palo.

Otra vez por delante el Celta, el Athletic tuvo que remar contracorriente, y cuando se cumplían los cinco minutos de descuento, de nuevo Nico Williams remontó la banda, enfiló el área y se la puso a Guruzeta para que empujara. El Celta no pudo ni sacar de centro y se marchó disgustado al vestuario con un resultado que no esperaba. Le fue peor a la vuelta, porque solo se habían consumido seis minutos de la segunda parte cuando Nico, perejil de todas las salsas, recibió tras un saque de esquina, disparó duro, rechazó Guaita y Guruzeta estaba allí para marcar el sexto de su cuenta desde que comenzó la temporada.

El fútbol andaba loco en San Mamés. Apretó el Athletic en busca de ampliar la renta, siempre con Nico en el foco, pero a los hombres de Valverde les desbordó el entusiasmo, y con el equipo muy adelantado, permitieron el contragolpe de Aspas, ¿quién si no?, que culminó con una asistencia a Larsen para empatar. Tres minutos más tarde, un córner que sacó Aspas, acabó en la mano de Guruzeta. El VAR le dio esta vez la razón al Celta. Penalti. Lo lanzó Aspas y Unai Simón voló al palo para evitar que el Celta se adelantara.

A esas alturas del partido, nadie podía atisbar lo que iba a deparar el destino. El Athletic apretó hasta el final, el Celta tampoco se desenganchó del juego, y en el descuento, después de un plantillazo de Núñez a De Marcos que el árbitro no quiso ver en el área, no pudo ya desentenderse de la mano de Mingueza, con el tiempo ya cumplido, que Berenguer transformó desde los once metros. Al Celta, la verdad, no le sale nada.

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