La polémica que persigue a Anthony Taylor, el árbitro en Champions del Real Sociedad - Benfica
El colegiado inglés, descendido de la Premier League a la segunda inglesa durante una jornada por inventarse un penalti, es protagonista habitual de decisiones controvertidas en el césped
Un árbitro de Segunda dirigirá el partido entre la Real Sociedad y el Benfica (18.45 horas, Movistar). Anthony Taylor (Wythenshawe, Reino Unido; 45 años), un viejo conocido del fútbol europeo que pitó la última final de la Liga Europa entre el Sevilla y la Roma, y también la polémica final de la Liga de Naciones, con el gol de Mbappé en posible fuera de juego ...
Un árbitro de Segunda dirigirá el partido entre la Real Sociedad y el Benfica (18.45 horas, Movistar). Anthony Taylor (Wythenshawe, Reino Unido; 45 años), un viejo conocido del fútbol europeo que pitó la última final de la Liga Europa entre el Sevilla y la Roma, y también la polémica final de la Liga de Naciones, con el gol de Mbappé en posible fuera de juego que le dio el triunfo a Francia ante España, será el encargado de impartir justicia en Anoeta. Llegará a Donosti después de que señalara un penalti por una patada inexistente de Hwang-Hee Chan a Fabian Schar en el partido de Premier League entre el Wolverhampton y el Newcastle el pasado 28 de octubre. La acción supuso el 1-2 para los visitantes en un encuentro que acabó con empate a dos goles. Para Gary O’Neal, entrenador de los Wolves, “fue una decisión escandalosa, terrible en el campo y terrible también que el VAR no interviniera”. Tras este hecho, Taylor fue descendido una categoría. Era un castigo. Y tuvo que pitar, el pasado fin de semana, el Preston-Coventry de la Championship, así como ejercer de cuarto árbitro en el Luton Town-Liverpool.
Cumplido el castigo, Taylor regresa al primer plano en la Champions, donde ha dirigido 145 partidos, y volverá el fin de semana a ser el árbitro principal de uno de los choques de la Premier. Aunque empiezan a mirarlo con lupa. Taylor ya ha estado en el punto de mira varias veces. La temporada pasada, el árbitro retirado Mike Dean desveló que se había abstenido de intervenir desde el VAR en un agarrón de pelo de Cristian Romero a Marc Cucurella durante el Chelsea-Tottenham, “para proteger a Taylor”, en una acción que desembocó en el gol del empate de Kane en el minuto 96. “Debería haber sido tarjeta roja”, confesó. “Después le dije a Anthony [Taylor]: simplemente no quería enviarte a la pantalla después de lo que había sucedido en el partido”.
La sanción al árbitro inglés deja clara que la polémica arbitral no se circunscribe a la liga española, y que la aplicación de la tecnología en las decisiones de los colegiados es tan controvertida en España como en el resto de las competiciones domésticas europeas. En Portugal, el partido entre el Arouca y el Oporto, de la cuarta jornada, se alargó 23 minutos, después de que la pantalla del Var no funcionara por una avería en el suministro eléctrico, y el árbitro decidiera anular un penalti a favor del Oporto por teléfono, sin ver la jugada. El club afectado presentó una denuncia por violación de las reglas del juego.
En Francia, la anulación de un gol del Marsella frente al Metz, en agosto, provocó la polémica. Las imágenes de televisión no aclaraban si hubo falta en la jugada. El comité de arbitraje tuvo que organizar una videoconferencia con los responsables de OM para ofrecerles las imágenes que habían motivado la decisión del VAR, distintas a las que se vieron en la retransmisión.
Fue algo similar a lo que hizo, sobre el césped, el árbitro del Getafe-Cádiz, Ricardo de Burgos Bengoetxea, cuando explicó el lunes a los dos entrenadores, delante la pantalla del VAR, la decisión que tomó para expulsar a Djené por doble amarilla y no señalar penalti en la acción por no estar la pelota en juego. Bordalás y Sergio García se tranquilizaron y agradecieron la explicación. Sobre todo, después de una jornada en la que se sucedieron las jugadas polémicas en las que el VAR intervino. También en las que no lo hizo. Como en Vigo, donde el Celta y Sevilla empataron (1-1) y el árbitro anuló un gol en el último minuto, o en Granada, que en su visita a Mestalla perdió ante el Valencia (1-0) con un penalti polémico. Allí claman por lo que consideran dos acciones que les perjudicaron, pero el Comité Técnico de Árbitros que dirige Luis Medina Cantalejo no da explicaciones.
Lo contrario de lo que sucedió en Francia o en Inglaterra, donde la anulación de un gol legal a Luis Díaz, en el Liverpool-Tottenham, provocó una tormenta que se saldó con la decisión del comité arbitral de pedir disculpas, “por un error humano importante”, y el envío de la copia de las conversaciones del árbitro con los jueces del VAR –que fueron suspendidos–, al Liverpool. Además, posteriormente, se hizo pública la grabación.
Taylor, que en San Sebastián pitará su segundo partido esta temporada (el otro fue la victoria del Barça en Oporto por 0-1) fue también protagonista en la final de la Liga Europa, el pasado 31 de mayo, cuando, tras caer en los penaltis ante el Sevilla de Mendilibar, el técnico de la Roma, Jose Mourinho, le esperó en el aparcamiento del Puskas Arena de Budapest para recriminarle su arbitraje. “Pareces español”, le dijo. “Maldita vergüenza, hombre, es una maldita vergüenza”, y acabó su airada protesta en italiano: “Felicitaciones, maldita desgracia, vete a la mierda”.
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