España se reivindica con una goleada ante Suiza
La selección femenina apabulla a su rival en Zúrich con el talento de Salma, dos tantos de Alexia y otros dos de Athenea. Logra un pleno de cuatro victorias en la Liga de las Naciones
España habla alto y claro. Sobre el césped, ante los micrófonos. Poco importa el escenario. Sus argumentos se sostienen con el balón en las botas. Alzan la voz sus futbolistas. Vestidas de corto. Y de largo. Y, en ocasiones, no necesitan siquiera abrir la boca. Basta con una goleada como la que le endosaron a Suiza para asumir que se han ganado con sudor, talento y goles de todos los colores cuantas exigencias han puesto sobre la mesa de negociación desde hace más de un año.
Tras ...
España habla alto y claro. Sobre el césped, ante los micrófonos. Poco importa el escenario. Sus argumentos se sostienen con el balón en las botas. Alzan la voz sus futbolistas. Vestidas de corto. Y de largo. Y, en ocasiones, no necesitan siquiera abrir la boca. Basta con una goleada como la que le endosaron a Suiza para asumir que se han ganado con sudor, talento y goles de todos los colores cuantas exigencias han puesto sobre la mesa de negociación desde hace más de un año.
Tras ganar el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, este equipo que se había partido en dos un año antes de aterrizar en las Antípodas y que volvió a enfrentarse a una crisis sin precedentes después de levantar la Copa del Mundo, se ha reconstruido de nuevo. Hoy se entrena con intensidad, medios e información, juega con más convencimiento y seguridad, vive con una exigencia máxima. Ha recuperado para la causa a mujeres imprescindibles como Laia Aleixandri, celebra la recuperación física de Alexia Putellas (la magia nunca la abandonó), contempla con orgullo la madurez de Aitana Bonmatí y asiste al alumbramiento de una nueva estrella: Salma Paralluelo.
Con esta carta de presentación, con dos goles y una asistencia de Alexia y otros dos tantos de Athenea del Castillo, que empezó como suplente, cuajó la selección española femenina un partido redondo. Y con Jenni Hermoso de vuelta al once inicial, que no marcó esta vez, pero recuperar la normalidad siempre es una buena noticia para esta España, que tanto ha sufrido en los últimos meses.
Lejos de pesar, la estrella que luce en el pecho desde el pasado agosto le ha dado alas al equipo que ahora dirige desde la banda Montse Tomé. Fluye el fútbol con estas campeonas del mundo que juegan a las mil maravillas, más sueltas y liberadas hoy incluso que el pasado verano, cuando hicieron historia en Sídney. Saben imponer su juego con oficio, como este martes en Zúrich, en los primeros minutos de un partido que se les puso muy de cara desde el inicio. La Roja sentenció el encuentro con dos saques de esquina y sendos remates de cabeza (en los minutos cuatro y 56, de Oihane y de María Mendez); además de una combinación espléndida entre dos de las protagonistas del encuentro: la jovencísima Salma Paralluelo y la líder Alexia Putellas. Exatleta y futbolista, la jugadora de 19 años que ya ha conquistado al panorama futbolístico, tercera clasificada del Balón de Oro que solo una noche antes coronaba al fútbol español y muy especialmente a Aitana Bonmatí, alcanzaba la línea de fondo desde el interior y centraba atrás. Allá estaba ella, Alexia, omnipresente. No necesitó más que trotar hacia el área, libre de marca, desde la segunda línea. Y chutar a placer. Apenas se habían disputado 11 minutos de juego. El partido no parecía entrañar demasiadas dificultades ante una Suiza que, sin embargo, resistió el envite hasta agotar el primer tiempo.
Habían avisado Alisha Lehmann, con un disparo a bocajarro que detuvo Misa, y Piubel, cuyo chut se fue desviado, pero no encontraron la red. Y no perdonó España.
Tras el descanso, empezaron a caer los goles como fruta madura. Funcionó la pizarra primero y las conexiones después. Con una omnipresente Salma, que se movió por todo el frente de ataque y repartió juego por doquier. Y una mayúscula Laia Aleixandri, magnífica en la salida de balón de España, valiente la del City superando líneas, atrevida incluso en alguna incursión en el área que no terminó en gol por poco. Bonmatí se había bajado de los tacones y cambiado el vestido de gala por el traje de faena. Y se encargó de las tareas más grises en el centro del campo hasta que fue sustituida (y ovacionada) en el segundo tiempo.
El cuarto gol para España lo puso, Salma mediante, Alexia de penalti y con la zurda. Ajustado el balón al palo. Suiza marcó en el 69 con un precioso contragolpe y una acción excepcional de Pilgrim. Fue un espejismo, casi. Tres minutos más tarde apareció Athenea para rematar, de cabeza, un centro de Alexia. Y repitió poco después, esta vez tras una asistencia de Salma. Todavía estaba por llegar el séptimo. De Maite Oroz, que también salió desde el banquillo.
Cuatro partidos y cuatro victorias para España en la Liga de las Naciones, donde es líder destacada de su grupo, con apenas tres goles en contra. Y 16 a favor. Cada día está más cerca esa Final Four. Y más cerca los Juegos de París. Quién lo hubiera dicho hace un año.
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