Sergio Ramos, ante miles de aficionados en el Pizjuán: “Quiero ganar algo con el Sevilla antes de morirme”

El camero no renuncia a volver a la selección española y condena la conducta de Luis Rubiales en su presentación como nuevo jugador sevillista tras 18 años

Sergio Ramos, junto al presidente José Castro en su presentación como jugador del Sevilla.MARCELO DEL POZO (REUTERS)

Las colas de los aficionados del Sevilla daban vueltas al Ramón Sánchez Pizjuán y el estadio fue una fiesta en el regreso de Sergio Ramos a su casa 18 años después. Una exaltación de sevillismo y amor a unos colores que el propio Ramos, emocionado, expresó también en la rueda de prensa de su presentación. El campeón del mundo no rehuyó ningún tema. Impecablemente vestido y delante de Pilar Rubio, su mujer, sus cuatro hijos y toda...

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Las colas de los aficionados del Sevilla daban vueltas al Ramón Sánchez Pizjuán y el estadio fue una fiesta en el regreso de Sergio Ramos a su casa 18 años después. Una exaltación de sevillismo y amor a unos colores que el propio Ramos, emocionado, expresó también en la rueda de prensa de su presentación. El campeón del mundo no rehuyó ningún tema. Impecablemente vestido y delante de Pilar Rubio, su mujer, sus cuatro hijos y toda su familia, Sergio Ramos volvió a ser un sevillista más. “Estar aquí ahora es cerrar un vínculo desde que me fui en 2005. Me fui siendo un niño y ahora estoy aquí delante de mis hijos. Es un día inolvidable”, destacó el nuevo jugador del Sevilla.

Al acto asistieron Jesús Navas e Iván Rakitic, dos futbolistas que regresaron al Sevilla y consiguieron levantar títulos con el club andaluz. “No quiero morirme sin levantar un título con el Sevilla. ¿Y por qué no la Liga o la Champions? Lo primero que hay que hacer es tener una mentalidad ganadora y creer. Y yo creo y me muevo por retos”, aclaró el nuevo jugador del Sevilla. “Mendilibar me ha pedido que sea uno más. Es un entrenador de los de antaño, con él no valen las medias tintas”, señaló Ramos, respaldado también por Joaquín Caparrós, el entrenador que lo hizo debutar en Primera en la temporada 2003-04 con 17 años y Pablo Blanco, el coordinador de la cantera del Sevilla que le hizo triunfar en el fútbol al hacerle ver que tenía que jugar de lateral derecho antes que de central.

Otro de los aspectos a los que se refirió Ramos fue el tema Rubiales: “Es un tema muy delicado, pero Luis Rubiales ha tenido un comportamiento inaceptable como presidente de la Federación. Se ha equivocado y en lugar de hablar de Rubiales deberíamos aprovechar para felicitar al equipo femenino de fútbol por ser campeones del mundo. De eso hay que hablar. Le doy mi más sincera enhorabuena. Espero que el fútbol español tenga los representantes que merece”.

Del mismo modo, el central no cerró las puertas a una posible vuelta a la selección nacional, que afronta en estos momentos dos partidos de clasificación para la Eurocopa 2024. “Bueno, hace un año tomé una decisión porque el fútbol no es solo fútbol, pero si las circunstancias se dan ya veremos. Ya sabéis que representar a mi país significa mucho para mí”, indicó Ramos.

Feliz y emocionado, Sergio Ramos se acordó de Antonio Puerta, su compañero fallecido en 2007 al que le prometió que algún día volvería al Sevilla. También se acordó de su abuelo, que le hizo sevillista, y tuvo palabras de mucho cariño para la afición del Sevilla, a la que volvió a pedir disculpas por los gestos que tuvo hacia un sector durante la disputa de un Sevilla-Madrid en enero de 2017. “Ya pedí perdón y lo vuelvo a hacer”, afirmó, para mandar un mensaje también en torno a su regreso al Santiago Bernabéu. “Llevo media vida en Sevilla y otra media vida en Madrid. Con el corazón dividido, espero que me reciban en el Bernabéu con el mismo cariño que les tengo”, expuso.

Mientras los dirigentes del Sevilla, con el presidente José Castro a la cabeza, pedían perdón al propio Sergio Ramos por dudar de su incorporación al equipo a lo largo del verano, miles de aficionados tomaron la que será la nueva casa de Ramos 18 años después. Una fiesta que el sevillismo tardará de olvidar. El club, que no contempló en un principio una presentación con el Sánchez Pizjuán abierto a sus aficionados, no tuvo más remedio que rectificar ante la dimensión de una estrella como es Sergio Ramos. “Si alguien me pita, que sea pronto. Quiero afrontar el reto del sevillismo cuanto antes”, dijo el campeón del mundo a los dirigentes del Sevilla.

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