Dos meses de pelea, una semana en Europa

El 4 de junio Osasuna certificó su clasificación europea después de vencer al Girona en El Sadar, que fue una fiesta por la séptima posición en la Liga, que le otorgaba un puesto en la Conference. Sin embargo, tres días después, varios medios de comunicación informaron de que la participación osasunista en la tercera competición europea estaba en peligro, porque la UEFA había abierto un expediente que podía desembocar en la no idoneidad del club, después de que meses antes, el Tri...

El 4 de junio Osasuna certificó su clasificación europea después de vencer al Girona en El Sadar, que fue una fiesta por la séptima posición en la Liga, que le otorgaba un puesto en la Conference. Sin embargo, tres días después, varios medios de comunicación informaron de que la participación osasunista en la tercera competición europea estaba en peligro, porque la UEFA había abierto un expediente que podía desembocar en la no idoneidad del club, después de que meses antes, el Tribunal Supremo ratificara la sentencia en la que se condenaba a varios dirigentes de Osasuna por corrupción deportiva entre otros delitos.

La noticia cayó como una bomba en los despachos de El Sadar. El club indagó y corroboró que, efectivamente, se había abierto una investigación. Después de la indignación inicial, de los comunicados que atacaban a la UEFA y la Federación Española, el día 15 de junio el club presentó un primer informe para tratar de defender sus intereses ante el organismo europeo. Ahí comenzaba una batalla en varios frentes, porque Osasuna también acudió a los tribunales ordinarios. El expediente de la UEFA concluyó que el club navarro era inelegible para jugar la competición europea, la entidad apeló al TAS, y en el ínterin, un juzgado de Pamplona desestimó la petición de medidas cautelares para impedir la sanción. Todo el asunto se ponía muy negro, pero el gabinete jurídico de Osasuna hizo los deberes; planteó una defensa eficaz, y antes de que el TAS se pronunciara, la UEFA admitió que se dictara una sentencia de conformidad por la que admitía al equipo pamplonica en la Conference, aunque le multaba por acudir a los tribunales ordinarios y dejaba en suspenso una sanción de dos años en caso de que volviera a hacerlo.

Fueron casi dos meses de lucha que se tradujeron en la entrada de la bolsa osasunista en el bombo europeo. Le correspondió jugar contra el ganador de la eliminatoria entre el Akureyri islandés y el Brujas, que se impuso con facilidad. Así que Osasuna vistió sus mejores galas para recibir al equipo belga hace una semana en El Sadar. La desilusión fue grande cuando los rojillos acabaron el partido con un resultado adverso (1-2). Sin embargo, quedaba la vuelta y más de mil aficionados viajaron con el equipo a Brujas. Y en el estadio Jan Breydel, casi se produce el milagro. Osasuna se adelantó en la primera parte con un disparo de Mojica que igualaba la eliminatoria. En la segunda, Budimir remató de cabeza un balón cerrado al segundo palo y ponía al equipo rojillo en la fase de grupos. Pero en tres minutos, el Brujas despertó a Osasuna de su sueño. Thiago, en el minuto 73, se adelantó a Mojica para rematar de cabeza y acortar diferencias. Sólo tres minutos más tarde, el colombiano, protagonista para bien o para mal de Osasuna, perdió un balón en el área que aprovechó Skov Olsen para empatar el partido y dejar fuera al equipo de Jagoba Arrasate. Después de dos meses de pelea en los despachos, a los rojillos se les ha escurrido Europa de las manos en una semana.

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