Russell le da un alegrón a Mercedes y partirá primero en el GP de Canadá
El británico logra en Montreal la segunda pole de su trayectoria, y confirma el acierto de su equipo en el desarrollo de las Flechas de Plata
Todos aquellos que basan sus críticas hacia la Fórmula 1 en la teórica superioridad técnica del Red Bull que conduce Max Verstappen deberían ponerse en bucle la tercera criba de la cronometrada (Q3) que se celebró este domingo en Montreal, donde George Russell se adjudicó su primera pole position del curso y la segunda de su trayectoria en el campeonato, tras la que se llevó hace dos años, en Hungría. El británico arrancará sin tráfico delante en el circuito Gilles Villeneuve (20:00 horas, Dazn), porque completó su último intento de vuelta rápida antes que el holandés, que clavó ese mismo tiempo a la milésima, y que compartirá la primera fila con el chico de Norfolk. Si el actual campeón tendrá la opción de meterle el morro a su rival en la primera frenada, es porque se las apaña para hacer magia. Fernando Alonso arrancará el sexto, y Carlos Sainz lo hará el 12º, después de que los dos Ferrari se quedaran fuera de la Q3, solo dos semanas después de ganar en Mónaco (Leclerc).
Nadie entiende cómo Mad Max se metió allí si tenemos en cuenta la falta de pegada del RB20 en Canadá, donde Mercedes ha confirmado el paso adelante que ha dado su monoplaza, revitalizado con un nuevo paquete aerodinámico que tiene como principal elemento un nuevo alerón delantero. Se da la circunstancia de que Russell ya dispuso de esta pieza en la cita anterior, Montecarlo, un trazado único, donde la carga aerodinámica lo es todo, distinto al de Montreal, que combina largas rectas con variantes de muy baja velocidad. Allí, disponer de un coche neutro es vital, y eso es lo que ha conseguido Mercedes con esa ala delantera.
Hace 15 días, Lewis Hamilton se quejó públicamente por no haber recibido esa pieza tan relevante que sí se incorporó en el bólido de Russell. “Difícilmente podré terminar delante de mi compañero hasta que termine la temporada”, llegó a decir el siete veces campeón del mundo, a modo de justificación, que sin decirlo abiertamente insinuó que ese retraso en la actualización de su coche se explicaba a partir de su fichaje por Ferrari con vistas a 2025. Pues bien, tras esa reclamación, el corredor de Stevenage (Gran Bretaña) recibió el nuevo alerón delantero este fin de semana, pero el desenlace no fue muy distinto al que se venía dando en los ocho grandes premios anteriores: Hamilton terminó el séptimo y pierde 8-1 en el duelo de cronometradas con su vecino de taller. “El coche simplemente no fue el mismo de todo el fin de semana”, comentó Hamilton, más resignado que cabreado, sin llegar a entender muy bien de dónde salieron esas tres décimas que le metió su compañero.
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