Carlos Sainz está mosqueado con Ferrari
La gestión equipo italiano en el GP de Austria dilapida las opciones del español de sumar su primer podio del curso
Ferrari ha vuelto en toda la dimensión de la palabra. Para lo bueno, y también para lo malo. El evidente paso adelante dado por el bólido rojo quedó plenamente probado en Austria, donde también emergió el controvertido método que emplea en su toma de decisiones. ...
Ferrari ha vuelto en toda la dimensión de la palabra. Para lo bueno, y también para lo malo. El evidente paso adelante dado por el bólido rojo quedó plenamente probado en Austria, donde también emergió el controvertido método que emplea en su toma de decisiones. La segunda posición de Charles Leclerc supone el mejor resultado del curso para la tropa de Maranello, que parece haber encontrado la tecla para conseguir que el SF-23 no devore los neumáticos, cosa que resitúa al equipo italiano en la tabla en términos de rendimiento, probablemente en la segunda plaza, todavía a años luz de Red Bull. Una buena noticia que Carlos Sainz no pudo celebrar como esperaba, si tenemos en cuenta que en Spielberg recuperó su mejor versión y que, por la mala gestión de la estrategia que se hizo desde el muro, le impidió sumar su primer podio de la temporada.
Colocado el tercero, pegado a Leclerc, el madrileño pidió permiso para superar a su vecino e intentar evitar la escapada de Verstappen. La cosa todavía se le ennegreció más al español a raíz de la mala parada que hizo en los garajes, en la que perdió dos segundos, que se sumaron a los cinco que le cayeron por exceder los límites de pista establecidos.
“No estoy muy contento. Tenía ritmo como para terminar más allá del cuarto -posición en la que pasó por meta, aunque terminaría sexto por una sancion. Habrá que analizar qué se podía haber hecho distinto, sobre todo después de jugar en equipo y de que se me comprometiera con el primer cambio de ruedas”, resumió Sainz, quien, a pesar de la amargura mantiene la quinta plaza de la tabla general, con una ventaja de 14 puntos, precisamente sobre Leclerc, que ganó una posición. “Cuando te ves con tanto ritmo y terminas así, pues no quiero decir que te quedas con cara de tonto, pero sí con una sensación muy amarga”, remachó el hijo del Matador.
“Antes de la carrera decidimos no atacarnos. Nos hubiera dado igual que fuera Carlos quien rodara delante. Creo que la estrategia fue la correcta”, discrepó, por su parte, Fred Vasseur, el director de Il Cavallino Rampante.
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