Inglaterra ING
1(5)
Bukayo Saka 79'
Suiza SUI
1(3)
Embolo 74'
Finalizado

Ganar o abdicar, no hay más salida para Southgate con Inglaterra

La solidez y equilibrio de Suiza amenazan a una selección inglesa desapasionada

Bellingham, durante el entrenamiento ayer de Inglaterra.John Sibley (REUTERS)

Hay un pelotón de analistas que explica a diario la manera cómo debería jugar Inglaterra. El problema es que el único que no se ha enterado es el seleccionador Gareth Southgate. El técnico se ha convertido en el saco de todos los golpes de los aficionados y de la crítica porque no sabe hacer jugar bien a un equipo sobrado de figuras que cada semana son admiradas por sus excelentes partidos en la Premier. Incluso se diría que juegan mal o rematadamente mal en la Eurocopa. ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Hay un pelotón de analistas que explica a diario la manera cómo debería jugar Inglaterra. El problema es que el único que no se ha enterado es el seleccionador Gareth Southgate. El técnico se ha convertido en el saco de todos los golpes de los aficionados y de la crítica porque no sabe hacer jugar bien a un equipo sobrado de figuras que cada semana son admiradas por sus excelentes partidos en la Premier. Incluso se diría que juegan mal o rematadamente mal en la Eurocopa. El fútbol de la selección nada tiene que ver con el del Manchester City, el Arsenal o el Liverpool. Los internacionales ingleses han sido irreconocibles hasta ahora en sus cuatro partidos disputados en Alemania. El equipo debería jugar solo, con el piloto automático puesto, o incluso conectado a la inteligencia artificial, imbatible supuestamente sin Southgate.

El nudo del conflicto radica en la línea de centrocampistas que inicialmente forman Rice, Bellingham y Foden. La duda no está en ninguno de los tres, que parecen intocables, sino en el cuarto volante o tercer delantero, un puesto por el que han desfilado Alexander Arnold, Gallagher y últimamente Mainoo. La fórmula no acaba de funcionar, ni siquiera cuando han comparecido futbolistas aclamados como Palmer. El juego es muy centrifugado y la pelota no para de dar vueltas sin encontrar la portería, como si Inglaterra fuera una lavadora en manos del pulcro Southgate. Ya tuvo que trampear la fase de clasificación con dos goles y en octavos necesitó del virtuosismo de Bellingham para alcanzar la prórroga en el tiempo añadido y rematar después a Eslovaquia con el oportunismo de Kane.

El individualismo y recursos tan ingleses como un saque de banda y un par de testarazos mantuvieron al equipo en competición y alimentaron todavía más el debate sobre Southgate. Los futbolistas, de todas maneras, advirtieron en los últimos minutos del último partido el punto de inflexión necesario para remontar el vuelo y afrontar con garantías el cruce de cuartos contra Suiza (Düsseldorf, 18.00, La 1). Los suizos se sienten ante la oportunidad de su vida, después de participar en las distintas fases finales de los torneos de selecciones desde Brasil 2014. El empate con Alemania y la victoria en cuartos ante Italia han envalentonado a un equipo con muy buenos futbolistas, expertos y en plena forma —Xhaka, Schär, Sommer, Freuler, Akanji— después de sus éxitos con clubes en la cumbre como Bayer Leverkusen, Bolonia, Inter o Manchester City.

La solidez y el equilibrio convierten a la selección de Murat Yakin en uno de los peores rivales para favoritos como Inglaterra. Southgate, además, tendrá que volver a intervenir por la sanción de Guéhi. La ausencia del central puede provocar un reajuste de líneas y un cambio en el lateral izquierdo, puesto que ha ocupado el diestro Trippier, pendiente de recuperar a Shaw. El seleccionador, en cualquier caso, pasa por ser un personaje previsible, nada espontáneo, muy pragmático y políticamente correcto, tanto que a menudo no parece inglés, al menos durante la Eurocopa. El carácter de Southgate ha contagiado a una selección que sorprendentemente juega sin pasión, más pasiva que activa, como si no le apeteciera el riesgo ni ser favorita en Alemania.

Aunque ni siquiera en tiempos de Bobby Charlton consiguió ganar la Eurocopa, a Inglaterra no le está permitido perder, un desafío que asumió el propio Southgate, dispuesto a dejar el cargo si no sale campeón en Alemania. Los candidatos al cargo sucederían entonces a los analistas que hoy apuntan a Southgate. Inglaterra necesita un héroe después de que su historia esté llena de villanos desde el Mundial de 1966.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Sobre la firma

Más información

Archivado En