Rumanía RUM
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Países Bajos NDL
3
Gakpo 19', Malen 82', 92'
Finalizado

La lengua envenenada de Ronald Koeman perturba a Países Bajos

El ambiente en la selección ‘oranje’, que se mide a Rumania en octavos, se inflama por las críticas del seleccionador a sus jugadores

Ronald Koeman da instrucciones a sus jugadores durante la pausa de hidratación del Austria-Países Bajos (3-2).Fabrizio Bensch (REUTERS)

En la cultura futbolística neerlandesa, como en la alemana y, en general, en la centroeuropea, el corporativismo de jugadores y entrenadores no existe cuando estos analizan momentos de un equipo. Las críticas entre futbolistas o colegas de banquillo suelen ser admitidas por sus protagonistas si son argumentadas y respetuosas. El quebrantamiento de esta última condición por parte de Ronald Koeman tras la derrota ante Austria (2-3) inflamó ...

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En la cultura futbolística neerlandesa, como en la alemana y, en general, en la centroeuropea, el corporativismo de jugadores y entrenadores no existe cuando estos analizan momentos de un equipo. Las críticas entre futbolistas o colegas de banquillo suelen ser admitidas por sus protagonistas si son argumentadas y respetuosas. El quebrantamiento de esta última condición por parte de Ronald Koeman tras la derrota ante Austria (2-3) inflamó el ambiente en la concentración de Países Bajos en los días previos al duelo ante Rumania (18.00, La1). Koeman traspasó los límites cuando se refirió al mediocentro del PSV, Joey Veerman (25 años), al que ya había señalado al cambiarle en el minuto 35 ante los austriacos. “Se supone que es bueno con el balón, se tropezaba”, expresó el técnico neerlandés.

A Koeman le brotó el histrionismo que le acompaña como entrenador. Su maestro Johan Cruyff también hacía reproches futbolísticos individuales, pero nunca alcanzó ese tono hiriente. Definitivamente, Koeman no es Cruyff, por mucho que ayer le cuestionaran sobre qué hubiese pensado Cruyff del fútbol desplegado por la Oranje y la derrota ante Austria. “Sé que le gustaba mucho el fútbol de ataque. Jugué en su equipo mucho tiempo e hicimos partidos peores que el nuestro contra Austria. Somos un país orgulloso que quiere ganar y jugar bien, aunque eso no siempre ocurre”, dijo.

El central de Liverpool y capitán de su selección, Virgil van Dijk, tuvo que salir al corte de la rajada de su seleccionador para defender a su compañero, hundido y en una gran competición. “Todos podemos jugar un mal partido. Fue una noche muy dura para todos, pero también para él. No jugó bien, pero un partido no define a un futbolista para toda su carrera”, defendió Van Dijk. “Todos saben que este tipo de partidos son parte del fútbol. Todo el mundo ha tenido un mal partido. El grupo está con él. Todos sabemos sus cualidades y lo bueno que es. Hubo comentarios de la prensa excesivos”, remarcó el defensa Nathan Aké, del Manchester City, sobre la salida de tono de Koeman.

“Los jugadores y el cuerpo técnico han sido abiertos entre sí. Hemos seguido adelante. He visto una reacción en los entrenamientos. La decepción la hemos ido procesando de diferentes maneras. Sabemos que debemos hacer las cosas de otra forma”, admitió ayer Koeman. “Mi sensación es que algo va a cambiar”, prosiguió, “aunque nunca existe una garantía. No siempre se debe a la actitud”, continuó el técnico en la sala de prensa del Allianz Arena de Múnich.

Koeman repasó que el centro del campo neerlandés es “completamente nuevo”, con lo que requiere “ajustes”, tanto para la línea defensiva como para el propio medio campo, aunque no enfocó solo a eso: “La comunicación entre los centrales y los centrocampistas tiene que ser mejor”, reclamó.

No es la primera vez que Koeman arremete contra uno de sus jugadores con su flema envenenada. En marzo, tras un amistoso con Polonia, el objeto de sus cáusticas andanadas fue el mediocentro Xavi Simons. “Hay que aprender poco a poco que en Holanda no nos beneficia perder tanto el balón”, ironizó Koeman. Marco Rose, entrenador de Simons en el Leipzig, intervino para clavar un dardo en la pizarra de Koeman: “Lo que tiene que hacer es colocarle en su sitio”, espetó el técnico alemán.

El encendido con Veerman se apagó, en parte, porque ser tercero de grupo y no segunda evitó a Koeman y sus futbolistas el siempre caliente derbi contra Bélgica. También hubo una reunión liderada por Van Dijk en la que el plantel hizo autocrítica y mostró su disconformidad con el proceder de Koeman ante los micros. “Se ha hablado mucho, con palabras duras, por supuesto. Son necesarios. Hemos visto imágenes del partido contra Austria. Han ocurrido algunas cosas. El viernes tuvimos libre, así que esto también creo que ha ayudado. Ahora es el momento de demostrarlo en el campo. Es lo más importante”, reflexionó Van Dijk antes de lanzar otro cubo de agua sobre el incendio que generó Koeman.

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