Antiviolencia propone nuevas sanciones por incidentes en la Vuelta a España a otros 53 manifestantes
El órgano estatal señala los hechos sucedidos durante el paso de la prueba ciclista por el País Vasco, Asturias y la provincia de Pontevedra
La Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte español ha acordado este miércoles proponer sanciones a otros 53 manifestantes por invadir la calzada y enfrentarse a los agentes del orden durante tres de las etapas de la última Vuelta ciclista a España.
Según ha informado esta mañana el Ministerio del Interior, estos 53 expedientes corresponden a actuaciones desarrolladas por la Ertzaintza durante el paso de la prueba por el País Vasco y de la Guardia Civil en Asturias y en la provincia de Pontevedra.
Las propuestas de sanción anunciadas este miércoles, con multas de entre 1.500 y 5.000 euros, además de la correspondiente prohibición de entre tres y 12 meses para acceder a cualquier recinto deportivo, se unen a las ya sugeridas por Antiviolencia a otras 39 personas, 12 de las cuales fueron detenidas por interrumpir el transcurso de la Vuelta y encadenarse a los quitamiedos en uno de los tramos de la 13ª etapa con salida en Cabezón de la Sal (Cantabria) y final en el alto del Angliru (Asturias), donde Joao Almeida alzó los brazos como vencedor.
Por su parte, la policía autonómica vasca ha instado a multar a 14 ciudadanos por incidentes en la 11ª etapa, con salida y llegada en Bilbao, la cual tuvo que ser neutralizada a tres kilómetros del final por las multitudinarias protestas en la Gran Vía bilbaína contra la participación del equipo Israel-Premier Tech en la carrera. Cuatro de las personas que protestaron aquel día en la capital vizcaína fueron detenidas por enfrentamientos contra los agentes del orden cuando intentaban invadir la calzada al paso del pelotón.
Las protestas en la Vuelta, claves en la denuncia del genocidio
Las protestas contra el cuadro israelí se iniciaron el pasado 27 de agosto, cuando, en el transcurso de la quinta etapa de la Vuelta, la primera en territorio español tras la Grande Partenza en el Piamonte, un puñado de manifestantes saltaron a la calzada para cerrar el paso a los ciclistas del Israel-Premier Tech durante la contrarreloj por equipos con salida y llegada en Figueras (Gerona).
La tensión en torno a la estructura ciclista dirigida por el multimillonario canadiense Sylvan Adams, amigo personal del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se acrecentó cada día hasta estallar definitivamente en la última etapa con final en Madrid. Aquel 14 de septiembre, el pelotón no pudo acceder al circuito final por las calles más céntricas de la capital, invadidas entonces por miles de personas que protestaban contra el genocidio israelí en la franja de Gaza.
Las manifestaciones coparon a la mañana siguiente las portadas de los medios nacionales e internacionales, algo que multiplicó el efecto de las protestas y, con ello, las medidas de reprobación contra Israel en todo el mundo. Menos de dos semanas después de la conclusión de la Vuelta, la UEFA y la FIFA, órganos rectores del fútbol europeo y mundial, se plantearon la posibilidad de expulsar a Israel de todas sus competiciones, algo que, por el momento, no se ha producido.
La última consecuencia derivada de las protestas durante la ronda española ha afectado precisamente al equipo Israel-Premier Tech, que, acorralado por los ultimátums de sus propios patrocinadores, se ha visto obligado a cambiar de nombre y de imagen de cara a la próxima temporada para, según dicen, “alejarse de la actual identidad israelí”.