Panathinaikos PAN
85
Real Madrid RMA
70
1234T
PAN 24 16 23 22 85
RMA 13 20 20 17 70
FINALIZADO

El Panathinaikos castiga a un Madrid que falla 23 triples

El conjunto griego, con Nunn al mando, complica todavía más el camino europeo de los blancos

Nunn, entre Ibaka y Hezonja.Panagiotis Moschandreou (Euroleague Basketball via Getty Images)

Resulta imposible ganar en la pista del campeón de Europa con una serie de 3 de 26 en triples. El desacierto exterior condenó al Madrid en su visita al Panathinaikos, reedición de la última final de la Euroliga. Ni las actuaciones sobresalientes de Hezonja (18 puntos y 8 rebotes) y Tavares (16 y 7), muy solo en la zona interior, taparon esa rémora ante un conjunto griego en el que sobresalieron Nunn (18 puntos y 5 asistencias), Mitoglou (15 puntos y 9 rebotes) y Juancho Hernangómez (12 y 6). El camino europeo sigue lleno de baches para el Madrid tras su cuarta derrota seguida fuera de casa.

Chus Mateo escondió de inicio al gigante Tavares. Ataman alineó a Kalaitzakis, Grant y Nunn para agitar el cóctel. Fue extraño que con tanta munición la primera canasta, de Hezonja, tardara más de dos minutos. Grant encendió el motor del Panathinaikos (y al Oaka) y Juancho exhibió su nuevo papel de líder con dos triples y buenos pies por dentro, un dolor de muelas para Garuba. El Madrid era todo Hezonja, el único alimento ofensivo (14-7). El aro escupía cada lanzamiento exterior de los blancos y Chus Mateo echó mano al fin de Tavares, otro nivel. Entre la ametralladora Nunn y el estilete Juancho cocinaban el ataque griego, muy versátil para herir por dentro y por fuera. Cuatro bingos exteriores lanzaron a los muchachos de Ataman: 24-13.

El Panathinaikos encontraba rendijas con mucha facilidad en la coraza blanca. Nunn resultaba imparable por más carcelero diferente que inventara Chus Mateo (33-19). El campeón se daba el lujo de soltar como reserva a un tipo como Sloukas. El Madrid mandaba balones aéreos a Tavares como recurso de supervivencia y Ataman bailaba a sus pívots para frenar al hombretón. Dos tapones de Juancho demostraban esa versión mejorada del ala-pívot, no solo un jugador de muchos puntos, también de sudor sin balón. El Madrid avanzaba mate a mate de Tavares, y Hugo González multiplicó la energía para abrochar un parcial de 0-8. Lo que no tenía remedio era el constante fallo de triples: 0 de 10 para los madridistas al final del segundo cuarto (40-33).

Otro acelerón griego volvió a empinar la noche para el Madrid. El Panathinaikos movía el balón a su antojo para encontrar siempre al hombre libre. Los blancos concedían demasiadas canastas fáciles, aunque al menos festejaron un triple, cortesía de Hezonja, y respiraban con los muelles de Tavares y la pujanza en el rebote ofensivo. De un arreón local de 8-0 a otro visitante de 0-9 (48-42). El Madrid había vuelto en el momento más crítico. Aunque también Nunn después de unos minutos de tregua. Y Hezonja. El choque era digno de un cartel con los dos últimos reyes de Europa. Mandaba el vigente campeón (63-53).

Tanta prisa tenía el Panathinaikos por cerrar el duelo que se precipitó en varias acciones. Resistía el Madrid a partir de una defensa más esforzada y de la carrocería de Tavares. Aunque cualquier despiste lo castigaba el conjunto verde (70-59). Ya no aflojaría el Panathinaikos, mucho menos Nunn, y el Madrid se estrellaría otra vez desde el perímetro (10 aciertos de los griegos desde fuera). Con seis jornadas para el final de la fase regular, a los blancos se les acumulan los deberes en Europa.

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